Por Brasil de Fato

El candidato venía ganando impulso con agendas progresistas y ataques directos a las políticas de extrema derecha de Donald Trump.

El senador Bernie Sanders confirmó el martes (19) su candidatura a la presidencia de Estados Unidos, llamando a la población a participar en una «campaña popular sin precedentes» en las elecciones de 2020. En el video en el que hizo el anuncio, el demócrata dijo que será necesario reunir un millón de voluntarios en todos los estados para enfrentar a «las grandes potencias económicas» que inyectan millones de dólares en campañas para defender sus intereses. Para llegar a las elecciones generales, Sanders debe pasar primero por las primarias del Partido Demócrata.

Sanders es uno de los mayores representantes de la izquierda estadounidense y un crítico del actual presidente del país, Donald Trump. En el video publicado hoy, el senador define al presidente republicano como «un mentiroso patológico, estafador, racista, chovinista, xenófobo, una persona que está sacudiendo la democracia estadounidense y nos está llevando en una dirección autoritaria», además de ser «el presidente más peligroso de la historia moderna de Estados Unidos».

Trump ha atacado a Sanders en varias ocasiones, llamándolo «loco» y «quejándose».

Programas progresistas

Al anunciar el lanzamiento de su candidatura, Sanders afirma que, además de derrotar a Trump, su propuesta es «transformar a Estados Unidos» y «crear un gobierno basado en los principios de justicia económica, social, racial y ambiental».

El actual senador por el estado de Vermont también habla de confrontar «los intereses que dominan la vida política y económica de Estados Unidos». «Estoy hablando de Wall Street, las compañías de seguros de salud, los productos farmacéuticos, la industria de los combustibles fósiles, el complejo industrial militar, la industria de las prisiones privadas y las grandes multinacionales».

Las principales banderas de Sanders incluyen políticas públicas para la educación, la salud, el medio ambiente y la economía. El socialista demócrata también habla de combatir el racismo, el sexismo, la homofobia, la intolerancia religiosa y todas las formas de discriminación, así como de proponer una reforma fiscal para que los ricos paguen más impuestos.

«Somos la nación más rica en la historia del mundo. No deberíamos tener este grotesco nivel de desigualdad de riqueza, donde tres multimillonarios tienen más riqueza que la mitad más pobre del país», dijo el martes en el lanzamiento de su candidatura.

«No deberíamos tener 30 millones de estadounidenses sin seguro médico, más aún con un seguro insuficiente, y una nación con una esperanza de vida en declive. No deberíamos tener una economía en la que decenas de millones de trabajadores reciben ‘salarios de hambre’ y la mitad de todos los trabajadores mayores no tienen ahorros para jubilarse. No deberíamos tener la tasa más alta de pobreza infantil entre los países más importantes del mundo. No deberíamos tener un sistema impositivo regresivo en el que las grandes empresas rentables como Amazon no paguen el impuesto federal sobre la renta.

En política exterior, Sanders dice que tiene la intención de centrarse en «la democracia, los derechos humanos, la diplomacia y la paz mundial», la lucha contra el cambio climático, el militarismo, el autoritarismo y la desigualdad de ingresos en el mundo.

En su carrera política, Sanders se opuso a la guerra de Vietnam, organizó una delegación para visitar a los sandinistas en Nicaragua, estuvo presente en la posesión de mando de Nelson Mandela en Sudáfrica y visitó Cuba. El año pasado, propuso una ley para poner fin al apoyo de Estados Unidos a la guerra en Yemen.

Carrera presidencial

Esta será la segunda carrera presidencial de Sanders, que se define como socialista demócrata. En 2016, quedó segundo en las primarias por detrás de Hillary Clinton, en ese momento con una «candidatura de protesta» considerada «radical» y «extrema», como dice en el vídeo publicado hoy.

Desde entonces, ha ganado más y más popularidad, ayudando a romper el tabú que existía en el país de criticar al neoliberalismo y capitalismo. El senador defiende agendas progresistas como la construcción de viviendas asequibles, la promoción de la igualdad salarial entre hombres y mujeres, el aumento del salario mínimo, la garantía de una educación superior pública y gratuita, la reforma de la justicia penal, el fin de la «guerra contra el narcotráfico», la generación de empleo en el sector de las energías renovables y eficientes, la implementación de «Medicare para todos», políticas más inclusivas para los inmigrantes y un mayor control de la posesión y tenencia de armas.

El panorama político para las próximas elecciones en Estados Unidos será diferente al que enfrentará Sanders en 2016. Esta vez hay candidatos más progresistas, más jóvenes que el senador de 77 años, pero ninguno con la base electoral que él ya ha establecido.

El senador no dio detalles sobre dónde comenzará la campaña ni los nombres que deberían formar parte de su equipo.

 

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