Desde el corazón de los Andes, soplan los Vientos de los Nuevos Tiempos.
“Se requiere con suma urgencia redefinir desde toda la comunidad educativa el sentido de la educación desde un paradigma humanizador, transformador y liberador en dirección a una sociedad más justa, libre y verdaderamente democrática, donde todas las personas y, no sólo un reducido sector de la población, tengan bienestar, donde prevalezca una cultura de la no violencia activa y la solidaridad, para que los sujetos del aprendizaje se transformen en sujetos participativos, creativos y críticos.”(fragmento del Documento Fundacional del VII Encuentro)

Durante tres días a partir de mesas temáticas, talleres, exposiciones, intercambios y experiencias en la Sala de meditación del Parque de Estudio y Reflexión Punta de Vacas, educadoras y educadores de distintos países de Latinoamérica y Europa nos reunimos bajo el lema “Aprender Sin Límites, un modo de estar en el mundo”.

En este VII Encuentro Internacional “Hacia una Educación Humanizadora” organizado por la Corriente Pedagógica Humanista Universalista (Copehu) las conclusiones fueron:
Nos queda la certeza, a partir de ir escuchando la preocupación de cada compañera y compañero que llegaron hasta este encuentro, que la transformación es posible a través del amor. Este paradigma que estamos construyendo aspira a una espiritualidad y una afectividad como elementos fundamentales en cada espacio educativo. Y nosotrxs desde este paisaje de formación que no nos permite ver, abrirnos y conectarnos con las nuevas generaciones; necesitamos hacer un esfuerzo para flexibilizar la mirada. Es necesario en estos tiempos que corren, aportar a que este nuevo paradigma emerja más aún para mejorar la educación de nuestrxs niñxs y jóvenes. Pero sólo es posible trabajando en conjunto porque solx no se puede hacer nada, siempre es con otrxs.
La mirada y el modo de educar es distinta entre países y regiones, pero hablamos el mismo idioma y es lo que nos une: la certeza de que la educación está en crisis. Y la respuesta del para qué educamos y qué hacer está dentro de cada unx de nosotrxs. Estamos siempre queriendo encontrar métodos, herramientas de qué hacer pero en estos tres días comprendimos que la respuesta está dentro nuestro. No está afuera.

La necesidad de estar con gente con quien compartimos este sentimiento de la búsqueda de ese nuevo paradigma, tiene más peso y más significado porque hay una realidad que construimos y hay mucha gente necesitada en este momento que está esperando este mensaje. Nuestra función es la de habilitar para llegar a esas personas. En estos tres días de intercambio, estudio, reflexión y experiencia crecimos por dentro y por fuera. Nos vamos encontrando con gente que está en la misma sintonía y frecuencia.

“Como tomar un vaso de agua fresca y volver a soñar, volver a creer”, compartió una de las participantes. Nosotrxs queremos nuestro trabajo, somos defensores de la educación pública. Un proceso histórico no se da de un día para el otro, sentimos que es un momento para avanzar. Es el momento porque el humanismo tiene una respuesta para dar. Hay mucho trabajo, uno necesita encontrarse con otrxs que están en lo mismo. Sembramos camino para cultivar la tierra y humanizarla.
Rescatamos de este Encuentro la diversidad personal y cultural, por los múltiples intereses, los modelos, las formas; porque vemos que lo importante es la particularidad de cada quien, aportando su diversidad. Porque resaltar lo humano es lo valioso, más allá de la particular creencia. Aquí hay una evidencia de lo que aspiramos a construir. Esta nueva forma de educar, de conectar, de caminar juntxs.

Estamos viviendo momentos muy complejos donde luchamos con los que promueven la destrucción, gestores del antihumanismo. Tenemos que intencionar en protegernos, cuidarnos, ahí está el secreto. Por eso, el paisaje, el lugar, las montañas, lo que pasa acá, más allá de las actividades, este mirarse, este encontrarse con otrxs, es darse cuenta que no estamos solxs, que hay un otrx con quien caminamos y que sólo es en conjunto la posibilidad de transformación en dirección a una educación humanizadora, transformadora y liberadora.

Un momento donde nuestra convicción es muy clara: sos humano o sos antihumano, así es hoy. ¿En qué vereda quieres pararte? Es el pensar, es el sentir, es el hacer en una dirección evolutiva. Nuestro compromiso es llevar esta experiencia a otrxs y desde nuestro lugar como supervisores, directores, profesores, padres y estudiantes es ser multiplicadores y transformar esos ámbitos donde estamos. Hay mucha gente en esto, no somos pocos los que estamos de este lado, de la coherencia y de las buenas acciones.

Nos sigue sorprendiendo Silo, seguimos aprendiendo de su enseñanza, porque la experiencia de ir hacia nuestro mundo interno nos hizo descubrir que hay mucho más en nosotrxs que no sabíamos que existía. La peregrinación que realizamos por los símbolos del Parque de Estudio y Reflexión Punta de Vacas fue sentir ese alto en el Camino para reflexionar sobre el sentido de nuestra existencia y nuestras acciones. Fue descubrir en sus palabras que todo está dentro nuestro.
Lloramos de alegría por la calidez, los inspiradores intercambios, por la alegría y el afecto compartido porque nos reconocimos, nos encontramos, nos unimos detrás de los sueños. Esto es lo que somos, es lo que simplemente somos… somos humanos que tratamos de humanizar.
En estos encuentros renovamos la fe en nuestra Misión humanizadora, somos constructores de nuevas realidades, eso es maravilloso y tenemos mucho por hacer en este 2019.

Por eso, la palabra es entonces “agradecimiento”. A todxs y cada unx, por permitirnos confluir, integrar y conectar. Agradecer por haber traído sus experiencias, sus preguntas, su esperanza, su disposición que fue compartida para profundizar en nosotrxs mismxs. Por la confianza, por esta dirección compartida que se reaviva cada vez que nos encontramos.
Agradecemos el válido intento. Este espíritu que nos impulsa para Humanizar la Tierra.