El recientemente asumido presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, llevó a cabo su primera reunión del gabinete el jueves, al tiempo que los defensores del Amazonas advirtieron que su gobierno trabaja para entregar grandes partes del bosque tropical al poderoso sector agroindustrial de Brasil. Horas antes de prestar juramento, Bolsonaro transfirió la capacidad de decisión sobre la regulación y creación de reclamaciones de tierras indígenas del Ministerio de Justicia al Ministerio de Agricultura. La decisión afectaría a las agrupaciones indígenas que ocupan el 13% del territorio brasilero. Mientras tanto, Bolsonaro retiró las protecciones a las personas LGBTQ de las atribuciones de su Ministerio de Derechos Humanos, así como prometió acelerar la privatización de industrias públicas, revertir beneficios jubilatorios y aumentar la edad de jubilación, e intenta endurecer los lineamientos para establecer condenas de prisión.

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