El pasado sábado, 1 de octubre, tuvo lugar en la Plaza de Callao de Madrid una concentración para reivindicar condiciones dignas para mayores, enfermos, personas con capacidades diversas y personal que los atiende. Estaba convocada por la reción creada Unión de Plataformas en Defensa de los Servicios Sociales y la Diversidad, de la que forman parte plataformas diversas, asociaciones en defensa de los de los mayores y organizaciones defensoras de las pensiones públicas.

Debajo del comunicado, que reproducimos literalmente, pueden verse numerosas imágenes del acto.

Fotos: Ariel Brocchieri

«Desde al UNION de Plataformas en Defensa de los servicios Sociales y la Diversidad, lanzamos un grito este día, siendo un día próximo a la celebración del día por las PERSONAS CON DIS-CAPACIDAD.

Para nosotros no puede ser un grito de celebración, y sí un grito de denuncia, de clamor por la situación tan alarmante que padecen los colectivos, trabajadores, usuarios y familiares. Pero también es un grito de esperanza, porque sabemos que tenemos La Unión, la fuerza y el arrojo suficiente como para revertir esta situación y transformarla. Porque hasta que las personas con diversidad funcional no cuenten con los recursos necesarios para llevar una vida completa y con autonomía para poder ejercer sus derechos fundamentales, NO HAY NADA QUE CELEBRAR.

Hoy no hay nada que celebrar, el jueves hizo 5 años de la aprobación del RD. Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y su Inclusión Social, y a 2 días del mal llamado Día de la Discapacidad. No hay nada que celebrar. Años de recortes y privatizaciones, años de abandono, de ser consideradas usuarias y trabajadoras de segunda, de ser vendidos por los sindicatos mayoritarios (CCOO; UGT) nos han traído esta situación.
Hasta que no logremos una igualdad real en la diversidad, desterrando del ámbito de lo social a sus supuestos defensores, que determinan que personas son válidas o productivas para el sistema. Hasta que no cambiemos este modelo de negocio caritativo, asistencial y mercantilista, que no permite a las personas una vida autónoma junto a sus familiares, seres queridos y bajo la plena inclusión social NO HAY NADA QUE CELEBRAR.

Hasta que la situación en la que viven miles de usuarios en las Residencias y Centros de Día de Mayores no tengan una ratio de personal suficiente que pueda dar una atención de calidad que garantice su dignidad en los últimos días de su vida, NO HAY NADA QUE CELEBRAR.

Hasta que el personal de geriatría deje de sufrir el estrés y el dolor físico al que está abocado, sin poder dar una calidad atencional digna a nuestros mayores, NO HAY NADA QUE CELEBRAR.

Hasta que el colectivo de salud mental y su ámbito, no tenga el derecho a consensuar sus propios tratamientos y paren las torturas y los abusos en los centros, por medio del aislamiento y /o las contenciones mecánicas. Hasta que no consigamos modificar la percepción que tiene la sociedad de este colectivo, acabando con la discriminación, la estigmatización, los prejuicios y la discriminación, apostando por otro sistema, ya que éste ha dado muestras de su ineficacia, NO HAY NADA QUE CELEBRAR

Los partidos, las instituciones, llevan años incumpliendo la ley, despojando a trabajadoras y usuarios de sus derechos y obviando el sufrimiento personal.

Por eso no hay nada que celebrar. Tampoco podemos olvidarnos de los Ayuntamientos, cómplices necesarios de esta situación.

Hasta que la segregación desaparezca…Hasta que la educación pública y por tanto inclusiva no esté dotada de medios, los docentes no sean preparados y remunerados adecuadamente, hasta que la norma sea lo anormal. NO HAY NADA QUE CELEBRAR.

Hasta que se cumplan y sean dignos los ratios, en los centros de atención a todos los colectivos. Hasta que las compañeras profesionales no tengan una remuneración digna y unas condiciones de trabajo y de medios adecuados, donde se permita prestar los servicios de manera adecuada y eficiente y puedan conciliar vida laboral y familiar, NO HAY NADA QUE CELEBRAR.

Hasta que a los tutelados les sean devueltos sus legítimos derechos sociales y ciudadanos que son y se fiscalice de manera adecuada a las fundaciones que ejercen esas tutelas, para prevenir  robos, apropiaciones indebidas y abusos. No hay nada que celebrar.

Hasta que las empresas que subrogan los Servicios de Ayuda a domicilio no cumplan con los convenios colectivos en sus distintos ámbitos. Mientras sigan mercadeando y negando las horas de desplazamiento entre domicilios, de la red de atención a personas sin hogar, hasta que no derribemos la desprofesionalización, hasta que no dejen de hacer negocios con las necesidades de las personas. Hasta que desaparezcan la voluntariedad y las mala condiciones laborales, que son el pan nuestro de cada día. No hay nada que celebrar.

Nuestras reivindicaciones

Por una sociedad inclusiva con Educación Pública de calidad y con medios.
Porque la ayuda a domicilio sea justamente remunerada y gestionada.
Porque el copago farmacéutico mata.
Porque los jóvenes pensionistas tenemos derecho a vivir no a sobrevivir.
Por la dignidad de nuestros mayores y los medios para ello.
Porque las trabajadoras del sector no pueden seguir siendo maltratadas, humilladas y precarizadas por un sistema de mercado.
Por la dignidad de trato en Residencias, Centros de día, Centros especializados de empleo, etc.
Por las personas con diversidad auditiva o visual que el incumplimiento de las leyes les otorga el grado de ciudadanos de segunda. Y observan como conglomerados empresariales dicen ser sus representantes.
Por los intérpretes de signos, tan necesaria y vital su labor, como precaria su situación y su proyecto de vida debido al comportamiento de las empresas que contratan estos servicios por parte de la administración.
Por aquellos que están encamados y/o atados contra su voluntad.
Por aquellos que perdieron la vida y la voz esperando el cobro (reconocido) de sus prestaciones y nunca les llego.
Por unos transportes dignos, accesibles y por tanto inclusivos.»