Por Alex Rodrigues/Traducción de Pressenza

El ayuntamiento de Tamboril, ciudad con poco más de 25 mil habitantes del interior cearense administrada por el MDB (Movimiento Democrático Brasileño), calficó como “atentado” el ataque a un campamento de trabajadores rurales sin-tierra montado en alrededores del área urbana del municipio. El ataque que derivó en incendio, se produjo en la noche del martes (30), sin que se registraran víctimas.

Era alrededor de las 19:30 horas cuando integrantes de las 33 familias que viven en el campamento Comuna Comuna Irmã Dorothy fueron sorprendidos por un incendio que afirman haber sido intencional y criminal. Además de las 33 familias que viven en el lugar, otras 120 familias aproximadamente, participan activamente del movimiento. El grupo reivindica que el área de 92 hectáreas de la Estancia Cacimbinha –que ocupan hace cuatro años–, sea destinada al programa de reforma agraria.

Según Mariana de Silva Santana, una de las coordinadoras del campamento y presidente del Consejo Municipal de los Derechos de la Mujer, al correr para tratar de apagar el fuego con palas y otros medios improvisados, los vecinos vieron al menos a dos hombres dejando el lugar en moto, gritando insultos contra los sin-tierra.

En comunicado del ayuntamiento se afirma que el “acto irresponsable, cruel y criminal” fue provocado por individuos aún no identificados, cuya acción criminal “generó pánico y podría haber tenido proporciones catastróficas”. La lucha de los sin-tierra para apagar el fuego –que con el viento se extendía por la vegetación seca–, comenzó alrededor de las 20:00 horas y se prolongó hasta comienzos de la madrugada del 31.

Alrededor del medio-día (horario de Brasilia), Mariana aún temía que, con el viento y el calor, el fuego recomenzara. Según ella, entre las 96 personas que viven en el lugar ocupado en chozas improvisadas con maderas, cartones y todo tipo de material inflamable, 43 son niños. Se registró una denuncia, pero Agencia Brasil aún no consiguió contactar con la comisaría local.

“El Ayuntamiento de Tamboril comprende la situación como un atentado que hiere la dignidad, el derecho democrático de manifestación y sobre todo, la vida. Un atentado que debe ser investigado y castigado”, afirma el Ejecutivo municipal, en comunicado en que repudia “toda y cualquier actitud de odio y violencia que ponga en riesgo la vida de la población” y  “se compromete a acompañar a las autoridades policiales, en la investigación del caso hasta el castigo de los involucrados”.

Según el MST, este es el segundo ataque a campamentos conectados al movimiento, registrado en los últimos cuatro días. En consonancia con el MST, el último sábado (27), un hombre incendió chozas del Campamento Sebastião Billar, en Dois Irmãos do Buriti (MS), y huyó en un coche aún no identificado. A pesar de que las llamas se propagaron rápidamente, nadie resultó herido.

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