Por Alfonso Javier Yépez Calderón

En una entrega del programa radial La Muralla, que sale a través de la radio América Profunda por internet, al cual me siento agradecido de ser el conductor, compartimos con Verta Catari, compañera boliviana, quien nos transmitió su experiencia cultural, y la estupenda propuesta boliviana de “Salir de la pobreza a través de la promoción cultural”.

En un inicio, planteamos el debate en relación a la postura del presidente Evo Morales con su pueblo, donde la mayoría de los bolivianos se sienten agradecidos por las políticas sociales y económicas, que ha venido impulsado su gobierno para beneficiar la calidad de vida de los indígenas.

Mientras transcurría el debate, se fue descubriendo como el Estado Plurinacional de Bolivia, hoy viene impulsando una política nacional denominada “Bolivia Digna”, donde determina a la Cultura como generadora de identidad. Esta identidad se refleja en los espacios de memoria, en los centros históricos y en territorios naturales, que, manifestados a partir de una Ley de Patrimonio Cultural, se promueve la conservación, restauración y puesta en valor de los bienes culturales para el disfrute de la comunidad boliviana.

Este uso del término patrimonio cultural como elemento de bienestar, se ha convertido en multiplicador de la economía local y de proyección de la imagen internacional boliviana; y desde allí se hacer notar a las distintas colectividades organizadas con sus danzas folklóricas, que se reflejan por todo el mundo, ejemplo el Tinku, la Morenada y los caporales.

Observándose así, una mezcla interesante de lo cultural con lo económico, algo que me pareció fabuloso por las pocas experiencias en América Latina, donde se une el valor histórico y cultural de un pueblo, que estimule sacar de la pobreza a gente a través del arte, la danza y su lucha histórica de resistencia ante políticas neoliberales y europeas que los marginaron durante siglos desde la llegada de Colón a nuestra tierra.

Así, se puede entender los conceptos de desarrollo integral de una nación, y no de una dependencia de un recurso natural o la explotación económica industrial. Bolivia es un ejemplo de desarrollo social, impulsada por una democracia sólida, nada que envidiar a cualquier país europeo o hasta el mismo Estados Unidos.

Además, no solo desde Bolivia se plantea salir de la pobreza a través de la cultura, sino combatir contra el racismo y la discriminación, de las que han sido sujeto las distintas etnias durante muchos años.

Los resultados del Ministerio de Cultura y Turismo boliviano han sido dignos de observar y detallar, en su ejecución con el objetivo de generar desarrollo en las comunidades, su impacto de motivar y recordar cuáles son sus raíces, sus valores y su historia.

Bolivia, se plantea promover una nueva Constitución para el año 2019, con un debate muy profundo y característico en base a su cultura. Se convertirá prontamente en promotora de la famosa revolución cultural que añora la izquierda latinoamericana.

Con el lema Revolución Cultural Mi identidad.