Por Marcela Latorre Robles

En el escenario vemos un enrome papel que abarca todo el fondo. Comienza el espectáculo y el sonido, los efectos de luz y el perfecto movimiento de este elemento tan sutil, nos hace sentir el fuego, el agua, la energía y la experimentación. De pronto, en una esquina se abren dos orificios, aparecen caras, pies y manos, transformando ese lugar en el espacio de dos bebés que comienzan la obra.

Así, en cada cuadro, se van abriendo agujeros en el papel y van ocurriendo diferentes situaciones que nos hacen pasar por la risa, la tristeza, la belleza, la inspiración total y por su puesto el delirio.

Este montaje es una catarsis de creatividad, se le da vida a objetos, se cuentan pequeñas historias que tienen un fin en sí mismo y en conjunto, forman un mar de emociones que van surgiendo con cada momento que la Compañía La Llave Maestra, nos entrega.

Las actuaciones son notables, las destrezas de los intérpretes y manipuladores de objetos son pulcras, vivas, llenas de energía.

El público disfruta curioso, intentando adivinar por donde aparecerá el siguiente momento. Nos preguntamos qué se les puede ocurrir ahora, y cada vez aparece algo impensado. La sorpresa, el juego, la magia, son conceptos que atrapan al espectador.

Finalmente, tomando todo el papel que ya está completamente roto, terminan construyendo la última escena, haciéndonos partícipes de una celebración llena de delirio.

Esta compañía es chilena española, tienen varios montajes donde utilizan diferentes elementos que van tomando vida en escena. “Bestiario”, “Delirios de Papel”, “Nómadas” y “L@S Niñ@S del Winnipeg” conforman su trayectoria en el teatro visual, lúdico y de objetos.

Recomendada para niños desde 6 años.

FICHA ARTÍSTICA

Dirección: Álvaro Morales

Elenco: Edurne Rankin García, Roberto Cobian, Elizabeth Dastres, Álvaro Morales

Sonido e Iluminación: Walter González

Música: Gorka Pastor

Diseño e Iluminación: Patxi Larrea y Álvaro Morales.

http://lallavemaestra.com.es/