El pasado lunes 27 Emanuel Ginobili anunció su retiro del basquet. Se le reconocen una gran trayectoria y muchos buenos recuerdos deportivos, pero también un conflicto serio con una comunidad mapuche cuyas tierras compró en 2004, sin el consentimiento indígena. Ante esta acusación algunos periodistas argumentan que “otros le manejan las finanzas”, que “él ni se entera…”. Catorce años parece tiempo suficiente para enterarse, pero si todavía no lo hizo puede “enterarse” ahora y hacerse cargo. Esta nota de Luciana Mignoli detalla los principales pormenores del caso.

 

Por Luciana Mignoli/ANRed

El astro del básquet que se retiró del deporte y por quien todos escriben loas, es el mismo que quiere desalojar de su territorio ancestral a una comunidad mapuche. ¿Por qué personas que luchan por los derechos humanos celebran a un hombre que persigue a pobladores originarios?

Emanuel Ginóbili compró en 2004 un predio donde habita –al menos desde 1902– la comunidad mapuche Paichil Antriao, en Villa La Angostura, Neuquén. Un territorio ancestral que consta en documentación histórica del Estado.

En 2007, el basquetbolista inició un juicio contra los integrantes de la comunidad. “Cuando fue a construir algo, estaba ocupada. En vez de hacerle juicio al vendedor, hizo lo que hizo todo el mundo en Villa La Angostura que desconoce la existencia de la comunidad”, aseguró Juan Manuel Salgado, abogado del observatorio de Derechos Humanos de Pueblos Indígenas (Fuente 8300 Web).

Ya hubo intentos de desalojos, persecución constante y desmonte de plantas nativas. También destruyeron intencionamente la ruka (casa comunitaria). Son varios los empresarios que compraron amplios predios en la zona para distintos desarrollos inmobiliarios. En el caso de Ginóbili, pretende desarrollar un campo de golf.

La comunidad mapuche llevó a cabo una acción que definió como “resguardo ambiental y territorial”, para impedir tareas de desmonte. El predio que reclama Ginóbili se conecta con un desarrollo inmobiliario privado. En dicho espacio se autorizó la apertura de un camino de 2800 metros, que en 700 m de obras recientes ya derribó unos 150 arrayanes y coihues milenarios, arrasando con la biodiversidad protegida. El objetivo fundamental, resulta avanzar con los loteos de un desarrollo inmobiliario de lujo en tierras que pertenecen a la comunidad y de las cuales fueron desalojados ilegalmente mediante engaños e ilícitos varios. (Fuente Nuestras Voces).

Hace años, Ernesto Antriao, lonko de la comunidad que falleció en 2016, denunciaba que venían sufriendo agresiones de todo tipo: “nos han ido a meter alambre, a cercar por la fuerza … y uno de los peñi fue amenazado con meterle bala”. Precisó que el empresario inmobiliario Franco Ferrari le dijo a la comunidad “o arreglamos esto por las buenas o con bala”, ante la persistente oposición a los alambradores Ovando que trabajan para el emprendimiento de Ginóbilli. (Fuente Barilochense.com)

James Anaya, relator especial de Naciones Unidas, en la comunidad Paichil Antriao. Foto: Confederación Mapuche de Neuquén

En abril de 2011, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) aceptó una medida cautelar presentada por el Observatorio de Derechos Humanos de Pueblos Indígenas (ODHPI) y ordenó al Estado argentino a tomar “medidas urgentes” para “garantizar la vida y la integridad personal de la comunidad” mapuche. (Fuente Perfil)

Sin ir más lejos, en junio de este año la comunidad denunció que por la madrugada “un grupo de matones contratados por el Fideicomiso, Ginóbili y la Provincia -ya que las fuerzas públicas fueron parte de la operación- llevaron adelante un violento desalojo a familias mapuce que estaban en la zona de resguardo. Portaban garrotes y armas de fuego y lo comadaban dos personas totalmente desconocidas por la comunidad Paicil Antriao, los sacaron a la fuerzas a los peñis y lamgen y destrozaron la totalidad de la ruka del resguardo”. (Fuente Diario 7 Lagos)

Vale mencionar que continúa vigente la Ley 26.160 de Emergencia Territorial Indígena -promulgada en 2006 y prorrogada en 2017- que suspende los desalojos por conflictos por la tierra donde estén involucrados pueblos originarios hasta tanto no se realice un relevamiento territorial con la participación estatal e indígena. No obstante, continúan los desalojos a comunidades indígenas en distintos puntos del país.

El historiador Alexis Papazian, integrante de la Red de Investigadorxs en Genocidio y Política Indígena, informó que “lo que está en disputa son 87 hectáreas en total. Lo interesante es que cuando el Ejército argentino llegó allí –bajo la presidencia de Julio Argentino Roca- ya encontró en la zona rukas y siembra mapuche. La familia Paicil y la familia Antriao ya eran reconocidas y censadas en aquella época. Y estoy hablando de la década de 1880”.

Pero casi un siglo y medio después, la Comunidad Paichil Antriao no es reconocida, tiene que resistir a la violencia y al desalojo y ven cómo los medios y la sociedad siguen glorificando a Emanuel Ginóbili.

Así que:

– Si querés justicia por Santiago Maldonado,
– Si querés justicia por Rafael Nahuel,
– Si te importan todas las personas originarias asesinadas y todas las causas indígenas,
– Si te considerás alguien que lucha por los derechos humanos,

…entonces, pensá dos veces antes de vanagloriar a Emanuel Ginóbili.

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