Belén. Terminó ayer, con gran éxito, la exposición científica de Sunshine4Palestine, una pequeña ONG que, como su nombre indica, tiene a Palestina en el corazón y lo ha demostrado desde el 2014, poco después de su creación, con el desarrollo de un proyecto para suministrar electricidad a un hospital de Shujahya, un distrito al este de Gaza que fue masacrado por los bombardeos israelíes en el terrible agosto de ese año.

Sunshine está compuesto principalmente por jóvenes profesores e investigadores de Física de algunas universidades de Viena y Roma, y desarrolla sus proyectos en el campo científico tocando temas particularmente sensibles en Palestina, como el agua, la electricidad y la educación ambiental.

Este año Sunshine regresó a Cisjordania para continuar el proyecto de divulgación científica «science4people» iniciado en febrero de 2017 con la Universidad de Belén, un proyecto que involucró a un grupo de estudiantes palestinos que lo siguieron con entusiasmo durante todo el año, coordinados a distancia por los físicos de Sunshine4Palestine.

El objetivo del proyecto science4people es demostrar que la Física, aquella ciencia considerada usualmente como prerrogativa exclusiva de los científicos, está bajo nuestros ojos y bajo nuestros pies y basta con tener la mirada adecuada para entrar en contacto y comprender sus fundamentos. La física se convierte así, a nivel del primer enfoque, en «ciencia para todos» y su conocimiento puede dar beneficios inesperados a una población como la palestina que, tras las restricciones debidas a las décadas de ocupación (por no hablar del asedio a Gaza), puede beneficiarse en la vida cotidiana del conocimiento de técnicas que ayudan a superar la falta de servicios básicos y a promover la sostenibilidad ambiental.

Como afirma la presidenta de la asociación, Barbara Capone, investigadora física de Roma Tre (Universidad de Roma III), «nuestro proyecto de divulgación científica se basa en una narrativa apoyada en experimentos que hacen que la ciencia sea fácilmente comprensible y, por tanto, utilizable. Nos preocupamos por la sostenibilidad medioambiental y demostramos su importancia con experimentos en los que, entre otras cosas, también intentamos utilizar materiales reciclados.

De hecho, la teoría va acompañada de una serie de experimentos que fascinan tanto a niños como a adultos, como lo ha demostrado la primera exposición en los salones del Peace Center (Centro de la Paz), el mayor y más importante centro cultural de Belén puesto a disposición por la ciudad, que están increíblemente llenos mientras que Chiara Cardelli, Francesca Nerattini y la propia Barbara Capone demuestran cómo se puede construir una lámpara solar con materiales súper económicos o cómo se puede obtener una batería eléctrica utilizando materiales domésticos.

Pero los profesores e investigadores de Sunshine de las Universidades de Viena y Roma no trabajaron solos, sino en colaboración con las estudiantes de la Universidad de Belén, que a lo largo del año hicieron un gran trabajo de difusión del conocimiento entre los jóvenes de las escuelas palestinas. El núcleo histórico, el que se formó en los seminarios de 2017, ha crecido, implicando a otros estudiantes, en particular mujeres, que en esta «Feria de la Ciencia» apoyada también por la EPS, la Sociedad Europea de Física, ha demostrado que incluso bajo la ocupación con las dificultades de movimiento y, a menudo, de encontrar los materiales necesarios, es posible implementar lo que de alguna manera es la síntesis del pensamiento del creador del proyecto, compartido por todo Sunshine, y que es «la ciencia puede ayudarnos a resolver los problemas de la vida cotidiana donde las condiciones parecen prohibitivas».

Otra prueba del interés, y por lo tanto de la validez, del proyecto de difusión científica llegó ayer, cuando el equipo se trasladó al centro Phoenix3 dentro del campo de refugiados de Dheisheh. Es aquí donde opera la asociación Amal, que en árabe significa «esperanza» y cuyo nombre representa por sí solo un programa deseado.

Mariangela, una voluntaria italiana de la asociación, junto con otros voluntarios participaron en el taller que vio a 25 chicos del campamento, entre 10 y 14 años, construir su propia lámpara solar con la ayuda de estudiantes palestinos e investigadores europeos, trabajando con el máximo cuidado y con la alegría de llevar a casa el fruto de esta nueva adquisición.

El sueño de todos los integrantes de Sunshine es poder realizar también en Gaza el proyecto science4people sabiendo que la aplicación práctica de la «ciencia para todos», donde la electricidad se suministra con gotero, el agua potable es un espejismo y el reciclaje una necesidad urgente, demostraría su plena utilidad. Pero Gaza es casi inalcanzable, por lo que el proyecto, por ahora, sólo continúa en Cisjordania con las estudiantes que han trabajado y están trabajando para ponerlo en práctica. Alumnos de extracción social y cultura religiosa diferente, cristianos y musulmanes, como es aquí absolutamente normal, pero algo difícil hacer entender a los europeos con prejuicios debidos a la ignorancia y a la mala información.

Entrevistamos a algunos de estos estudiantes. Randa Obayyat, que acaba de graduarse, es nuestra primera entrevistada. Nos cuenta que lo que de inmediato le fascinó de este proyecto fue la idea de transferir las bases del conocimiento científico a los niños de una manera interactiva y fácil de entender. Randa es miembro de varias asociaciones de voluntarios que se ocupan de niños y adolescentes y espera obtener una beca para cursar una maestría en el extranjero y volver a trabajar, con mayores habilidades, con niños muy pequeños, porque esa parece ser su misión.

Serina Al Massu es un poco más joven que Randa, tiene veinte años y está inscrita en Biología. Nació en Beit Jala, un pueblo cercano a Belén con un alto componente cristiano, de hecho, Serina lleva una pequeña cruz dorada alrededor de su cuello y no lleva el ijab. También trabaja con asociaciones de voluntarios y, del mismo modo, le ha sorprendido la idea de que la ciencia se puede difundir desde abajo. Trabaja como voluntaria en el Museo Palestino de Historia Natural, cuyo animador, creador y director es el profesor Mazim Qumzieh, incansable tanto en su resistencia a la ocupación israelí como en su trabajo como científico.

Otra de las principales columnas del grupo es Ahzar Al Hamamreh, una niña de piel muy clara y ojos celestes como muchas mujeres de su pueblo, Husan, a pocos kilómetros de Belén. Una característica que, nos dice riendo, le ha ganado a Husan la reputación de tener las mujeres más hermosas de Palestina. Es una Ahzar muy tranquila y superactiva y su sueño es dedicarse a las niñas palestinas desarrollando para ellas y con ellas un plan educativo en la línea de la filosofía de Sunshine. A las chicas, lo dice claramente, afirmando en esto una elección de género.

Fátima Tous, de 22 años, estudiante de ingeniería informática, entrevistada después de Ahzar, nos dice que su sueño es muy simple: encontrar un buen trabajo al final de sus estudios y seguir viviendo en Palestina, esperando que Palestina sea pronto libre. También es voluntaria y le ha fascinado la idea de difundir la ciencia entre los jóvenes, así como dice Afnan Hroub, del cuarto año de matemáticas, interesada en todas las formas de la ciencia y apasionada por la idea de transmitir este interés a los jóvenes.

Nos detenemos en las entrevistas porque el resumen ya se puede hacer y es – más allá de cualquier duda razonable – una declaración exitosa de la filosofía detrás del proyecto concebido por Sunshine4Palestine a través de la implementación interactiva con los niños. Realmente no sólo con los niños, porque, como lo ha demostrado la experiencia del Centro de Paz, incluso las familias y los adultos que se acercaron intrigados, mostraron interés en interactuar directamente durante los experimentos.

La ciencia para todos se puede hacer, esta es la conclusión que expresan en el coro Barbara Capone, Chiara Cardelli y Francesca Nerattini. Cerrada la semana de viaje a «Tierra Santa», conscientes de que en el aeropuerto de Tel Aviv tendrán que guardar silencio sobre la verdadera razón de su estancia en Palestina para no arriesgarse a la prohibición de retorno por la arbitrariedad y la torpeza de los controles israelíes, cada uno se prepara a tomar el avión para volver a su puesto de trabajo trayendo consigo mucho cansancio por este tour de force, pero también mucho calor por el éxito científico y humano de esta experiencia de divulgación científica … bajo ocupación.

Traducido del italiano por María Cristina Sánchez