Primero fueron pequeños grupos de cazadores nómades, luego agroalfareros y metalurgistas los que habitaron las terrazas fluviales de este valle cordillerano labrado por glaciares y el río Maipo. Me refiero a la comuna de San José de Maipo que alimentó generosamente a la corona española de oro, plata y cobre y actualmente abastece de agua a los que habitamos la cuenca de Santiago. Fundada hace 226 años por don Ambrosio OHiggins por su carácter minero, hoy celebra su aniversario.

Una década antes que el pueblito llegara al bicentenario, visitábamos las termas al pie del volcán San José. Era un lugar casi místico por la fe que ponía la gente del lugar en las propiedades curativas de las aguas calientes, en la noche la Vía Láctea se desplegaba ante nuestros ojos y entre baño y baño salíamos a buscar piedras y fósiles, esa fue la razón que elegí este lugar para mi tesis de geóloga.

Pocos lo recuerdan, pero a finales de los años 80, un gigantesco aluvión en un tributario del río Maipo, el río Colorado, arrasó con las instalaciones de la central hidroeléctrica en construcción Alfalfal y se llevó con él a 30 personas. Túneles a 20 metros del lecho del río quedaron inundados de barro por la poderosa ola que se formó y que arrastró un bloque de roca de miles de toneladas que aún debe estar en medio del río, respecto a eso me dijo el profesor que hizo el estudio del desastre y fue mi profesor guía- es un fenómeno recurrente en este valle- lo corroboré en mi trabajo de tesis. Remociones en masa de grandes magnitudes han ocurrido durante toda la historia geológica del valle, derrumbes gigantescos que han represado lagunas como la Laguna Negra por ejemplo. La naturaleza siempre busca su equilibrio.

Pero nada de esto conoce la gente que repleta la plaza de San José de Maipo y aplaude a los familiares en el desfile aniversario pero un grupo de mujeres me llama la atención, ellas saben, sus pancartas aluden a la violencia que le infringen al valle (cinco centrales hidroelécticas, gaseoducto, minería no metálica, extracción de áridos) como si fuera la violencia que se inflige al cuerpo femenino. Son de la Coordinadora Ciudadana No Alto Maipo, muy mermada – me dice la vocera Marcela Mella – porque la empresa impulsora del proyecto hidroeléctrico Alto Maipo nos ha dividido, ha fracturado el tejido social del valle, ha despejando de opositores el camino con dinero pero nosotros pelearemos hasta el final, no queremos que la generadora entube el río. Son 70 km de túneles que romperán para siempre la ecología del valle solo para darle energía a las mineras del norte. ¿Y qué dice de todo esto la empresa de agua potable Aguas Andinas del proyecto? pregunto. Porque de esa agua bebemos los siete millones de santiaguinos. La vocera me contesta que entre los años 2007 y 2011 Aguas Andinas se opuso terminantemente al proyecto Alto Maipo en su condición de concesionaria de agua potable de la ciudad de Santiago, pero el año 2011 firma un contrato millonario con la empresa hidroeléctica AES GENER, acuerdo aceptado por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (la entidad reguladora) que autoriza el uso de las aguas del embalse El Yeso y Laguna Encañado para generar electricidad.

El acuerdo fue secreto y con mucho esfuerzo la Coordinadora se enteró de su contenido. En el año 2013 hizo una presentación a la Contraloria, dado el fin único de la empresa de agua potable, respuesta que esperan para llevar el contrato a tribunales y dejarlo sin efecto. Importantes lobistas asesoran a las empresas.

David contra Goliat. ¡Que la Madre Tierra las ampare!

Las fotos son de Dalia Chiu S.