por Rubén Armendáriz-CLAE

La selección argentina de fútbol y su estrella Lionel Messi deben jugar el 9 de junio en Jerusalén, tras una imposición de la diplomacia israelí, orientada a dotar de legitimidad a una ciudad que para Naciones Unidas tiene dos banderas (la palestina y la israelí), pero que ha sido usurpada como capital del estado judío.

Simultáneamente crecen las advertencias -en Argentina y en el mundo- para que la selección albiceleste no juegue en Israel y no se preste a la jugada política que quieren llevar a cabo los gobiernos de Mauricio Macri y Benjamín Netanyahu en el marco de los 70 años del Estado de Israel, pese al persistente apartheid de los israelíes para con los palestinos.

Varios jugadores de la selección argentina, y el técnico Jorge Sampaoli, han solicitado a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) que el partido del 9 de junio no se lleve a cabo (o se haga en Haifa o Tel Aviv) y menos aún la obligatoria visita al Muro de los Lamentos. La respuesta fue que existía un acuerdo intergubernamental (entre Mauricio Macri y Benjamín Netanyahu) que “de ninguna manera podía quebrantarse”.

Los futbolistas y su técnico (trabajadores al servicio de la AFA en este caso) exigieron a los funcionarios que se garantice la ausencia de políticos israelíes. “Es difícil ir a jugar un partido amistoso a un país que acaba de matar a 130 personas, entre ellos 10 pibes”.

La visita de la selección argentina de fútbol a Jerusalén (Al Quds para los palestinos) está atravesada por una extorsión política a los jugadores y al técnico. Tras un partido amistoso se divisan sobreprecios en compras de embarcaciones, negociados vinculados a la venta de armas y alianzas estratégicas cuyo antecedente son los atentados terroristas sangrientos en Buenos Aires de 1992 y 1994, denuncia el analista Jorge Elbaum.

Para los millones de fanáticos argentinos, ya pasó la despedida contra Haití y sólo resta la escala en Jerusalén, apenas a 90 kilómetros de la Franja de Gaza, en la que Israel acorrala y asesina a los palestinos, como el pasado 30 de marzo cuando sus tropas dispararon contra decenas de miles de participantes de la “Marcha del Retorno”, mataron a más de 60 personas y dejaron cerca de 2.800 heridos.

Los hechos generaron una campaña de repudio internacional a la presencia argentina en Israel, porque “significa lavarle la cara a un Estado que ejerce el terrorismo”, a juicio de la presidenta de la federación de entidades argentino-palestinas, Tilda Rabi.

El futbolista palestino Mohammed Khalil, jugador del Al-Salah FC, que recibió disparos en ambas rodillas de un francotirador israelí mientras protestaba durante la “Marcha del Retorno”, señaló en carta a Messi que “El fútbol y la Selección no pueden ser utilizados para continuar silenciando y censurando a todo un pueblo que quiere ser libre”.

El diputado del parlamento unicameral israelí (Kneset), Yousef Jabareen, envió semanas atrás una carta al embajador argentino en Israel solicitando que la selección de fútbol no juegue en Jerusalén. “Jerusalén fue ocupada en violación de la ley internacional, según lo establecido en numerosas resoluciones de la ONU (…) Celebrar el partido otorga legitimidad y apoyo a las continuas violaciones de los derechos humanos del gobierno israelí, incluido el robo de tierras”, señaló el parlamentario.

La razón por la que se juegue en Jerusalén es por una presión del gobierno a la AFA. Llevar a Leo Messi y al resto del equipo a una ciudad donde existe un conflicto internacional, solo se entiende por algún negociado del gobierno, que expone a un peligro innecesario al equipo Si el pueblo israelí quiere ver a la selección argentina lo lógico sería que jueguen en el estadio Ramat Gav de Tel Aviv, que puede albergar diez mil personas más que el de Jerusalén, dijo Claudio Morresi, ex Secretario de Deportes:

Negocios

El temor (o ya convencinmeinto) es que éste será un paso previo para seguir los pasos de Trump y mudar la embajada argentina a Jerusalem, ganándose un conflicto ajeno a la realidad latinoamericana (que ya constó dos graves atentados a la Argentina de los 1990), temor que crece al saber que las mudanza de embajadas de EEUU y Guatemala fueron financiadas por Sheldon Adelson, uno de los máximos beneficiados con el pago a los “fondos buitres” efectivizado por Macri en abril de 2016.

Adelson, además, ha sido sindicado en 2015 como uno de los oscuros financistas del (suicidado fiscal de la causa del atentado contra la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, DAIA) Alberto Nisman, con depósitos por 280.000 dólares, realizado en Colonia, Uruguay entre 2009 y 2013, señala la investigación de Elbaum.

En 2016, Paul Singer y Adelson –entre otros titulares de fondos buitres—fueron beneficiados en 5.000 millones de dólares, poco después que la Asamblea de las Naciones Unidas había votado en contra de los fondos buitres y su usura.

El fútbol mueve toda la industria empresarial, colocándola como la 12ª economía del mundo. Solo 30 países tienen un producto interno bruto (PIB) equiparable al valor generado por el fútbol.

Por el lado de la oferta, son muchos los actores que intervienen, como los clubes y federaciones, pero principalmente el sector empresarial vinculado a la producción de artículos deportivos, alimentación, turismo, medios de comunicación, publicidad, consultorías, casas de apuestas y hasta fondos buitre. Todo esto responde a la demanda y genera interminables nuevas necesidades para el aficionado/consumidor.

El acuerdo suscripto por Mauricio Macri y Benjamín Netanyahu supera con creces el partido de fútbol, ya que incluye alianzas geopolíticas y negociaciones militares, temas de seguridad y de maquinaria bélica. A mediados de mayo llegaron dos de las cuatro lanchas de patrullaje fluvial adquiridas para tareas de guardacostas en el control del narcotráfico, tipo Shaldag MK II, equipadas con armamento de guerra (cañones de 25mm y 20 mm) más adecuado a conflictos militares que a control del narcotráfico.

La empresa naviera Israel Shipyards con la que la ministra argentina de Seguridad Patricia Bullrich negoció en noviembre de 2016 fue acusada este año por malversación de fondos y actividades de corrupción por la venta a Nigeria de embarcaciones similares a las compradas por Bullrich. La Federación Naval Argentina consideró que por el valor pagado a los astilleros israelíes (50 millones de dólares) se podrían producir a nivel local “20 lanchas de la misma estructura y tecnología”.

Decenas de millones de dólares fueron invertidos para “reforzar el control fronterizo”, según Industria Aeroespacial Israelí (IAI) en puestos como los de La Quiaca, Salvador Mazza, Aguas Blancas y Puerto Iguazú.

Fútbol, geopolítica y divisas

El desquicio deportivo, administrativo y político de la conducción de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) de las últimas décadas, puso a su selección de fútbol al borde de naufragar en el camino al mundial de Rusia. Negocios, sobornos por los derechos televisivos, operaciones periodísticas, imposiciones de técnicos, fraudes electorales, intervención gubernamental embozada y no tanto, deudas a entrenadores, debacle logística…, constituyen los escalones de la alfombra que condujo a Moscú.

Los negociados salieron a la luz a partir del conocido “FIFA-Gate”, el proceso por soborno, fraude y lavado de dinero realizado por la productoras deportivas de televisión por cable para corromper a las dirigencias nacionales e internacionales del fútbol y garantizarse los derechos de comercialización de los juegos de la FIFA en América.

La empresa organizadora del encuentro, Comtec Group Limited,  se dedica a generar acciones de gran visibilidad internacional, tendientes a mejorar la imagen de Israel y su gobierno, como lo fue el recorrido de las tres primeras etapas del ”Giro de Italia” de este año a través de territorio ocupado palestino, atravesando incluso aldeas beduinas a las que Israel les niega el suministro de servicios básicos, como electricidad, agua, sanidad, escuelas y carreteras, lo que fue considerado por el Comité Olímpico local como una “puñalada en la espalda” a su pueblo.

El fundador de Comtec, Danny Benaim, dice la agencia Reuteres, contactó de modo directo con Jorge Messi, padre de Lionel y multiacusado por evasión al fisco español, para facilitar las negociaciones que llevaron adelante el presidente de la AFA Daniel Tapia y el operador macrista y presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici, por encima del deseo del técnico Jorge Sampaoli, y de los principales jugadores, que preferían permanecer en Barcelona donde acampan a la espera del debut sin tener que trasladarse.

El investigador Carlos Villalba destapó el conjunto de condiciones impuestas a la Argentina y a los “valores” que obtuvo a cambio, aunque algo puede ponerse en claro: la delegación, encabezada por Messi, tendrá que ir al Muro de los Lamentos (en territorio ocupado por Israel desde 1967), se debe permitir que la gente pueda acercarse a presenciar un entrenamiento “para poder concretar algún evento con chicos y que todos puedan ver a Messi de cerca”, mientras que éste, Sergio Agüero y Ángel Di María tienen que jugar 60 minutos “al menos”.

La AFA, por su parte, recibe jugosos beneficios: once millones de dólares en total, incluyendo traslados a Moscú, seguros, alojamiento, etc., tres millones limpios por el partido a disputarse en el Teddy Kollek Stadium, 80 habitaciones en un hotel de primer nivel, un lugar de entrenamiento privado, dos chárters, uno para la utilería y otro para la delegación, que los trasladarán desde Barcelona y luego los llevarán a Moscú.

Con escasos recursos, la campaña de BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) un movimiento global y pacífico de sectores de la sociedad civil palestina, basado en el movimiento antiapartheid que movilizó al mundo en contra del apartheid en Sudáfrica, intenta instalar sus denuncias, con gráficos creativos y reclamando a los argentinos que “No sean más cómplices de la limpieza étnica, la ocupación ilegal y el apartheid en Palestina”.

Otra campaña insta a quemar camisetas de la selección argentina de fútbol y los afiches de Messi. Para los jugadores y el técnico es un esfuerzo mayúsculo, a apenas horas de su estreno en Mundial, perder dos días de entrenamientos o descanso, arriegarse a que algún futbolista se lesione… para satisfacer los negocios personales, institucionales o políticos de la dirigencia. Pero son trabajadores atados por contrato…y por presiones de toda índole.

* Periodista y politólogo uruguayo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)