Por Paco Vaquero

En la acostumbrada línea de los medios de comunicación de seguir manipulando, le toca ahora al mensaje de la huelga feminista del próximo jueves, mensaje que coloquialmente podríamos expresar: sin nosotras, nanai de la china.  Pues resulta que ahora en más de un debate, se cuestiona que es anticapitalista.

¡Por supuesto! Es una huelga que va contra el sistema que está produciendo el mayor número de víctimas y sufrimiento en la historia de la Humanidad. Un sistema que mata con sus guerras, que roba hogares, destroza familias, expulsa de su tierra a los que allí nacieron, machaca culturas y creencias,  un sistema que camufla con “glamour” sus hipócritas igualdades, que denuncia las injusticias que le conviene, cuando le conviene y de la manera que le conviene. Que aisla y vende compañía, que intimida y vende seguridad, que cosifica y trafica, que contagia y medica según los beneficios bursátiles. Un sistema que funciona a golpe de inversión en bolsa.

Y lo hace en el mundo entero.

Y ahora denuncian este llamado sin precedentes en la historia —y por eso mismo histórico—, que hacen las mujeres a las mujeres (y también a los hombres) de todo el mundo,  porque “es anticapitalista”.

Y claro, aquí “no puede haber ideologías” alegan.. Como si esa afirmación no respondiera a una ideología que se vende como que no es ideología.

Conocemos muy bien semejante hipocresía.

El Nuevo Humanismo es anticapitalista porque su valor central es el ser humano y no el dinero; y feminista porque su principio moral es: Trata a los demás, como quieres que te traten. Y eso incluye a las mujeres.

Los hombres y mujeres humanistas llevamos mucho tiempo diciéndolo: no habrá progreso si no es de todos y para todos: de todas y para todas.

Y eso implica que el esfuerzo hay que dirigirlo en dirección contraria a este sistema antihumanista; hay que dirigirlo hasta situar al Ser Humano, como el valor central; y si las mujeres no están, eso no se ha conseguido.

Así que sí, efectivamente, esta huelga feminista es (entre otras muchas cosas) anticapitalista pero no porque la convoquen colectivos, entre otros, que se definen así. Lo es porque hay mucha justicia en sus reclamos y mucha alma, esperanza y decisión. Todo lo contrario de las personas que quiere crear el sistema: sin alma, sin esperanza, sin convicciones.

En el capitalismo “des-almado” solo encontramos recursos y especulación y sus impulsores se esconden en el lenguaje, en la legalidad, en la “estabilidad”, en el “poco a poco” que los cambios rápidos no son recomendables.

A los medios no hay que creerles ni cuando dicen que dos y dos son cuatro. ¿Para qué dicen algo tan evidente?

Ojalá esta jornada del 8 de marzo de 2018 sea un punto de inflexión. Ojalá sea el chispazo que conecte a todas las culturas en una sola civilización diversa, múltiple, libre y, especialmente, igualitaria.

Que las personas se unan, al sistema le espanta y enfurece especialmente. Y mucho más si compinchamos.

Estoy convencido de que el jueves va a haber mucha Paz, mucha Fuerza y mucha Alegría en las calles de muchas partes del mundo.

Otra razón más para no faltar a la cita.