por Aneli Ruiz García

Quiso la historia que Haití y Cuba cumplieran fecha de soberanía juntas, un primero de enero, con más de siglo y medio de diferencia, coincidencia, que hasta hoy, une a ambos países con similitudes históricas y culturales.

Fue en la Perla de las Antillas donde el General en Jefe de las tropas independentistas, Jean Jacques Dessalines, pronunció el grito de Independencia o Muerte, palabras que retumbaron una y otra vez en la Sierra Maestra cubana, casi a la altura de las montañas de Haití.

‘Recibo con mucho placer la coincidencia histórica de celebrar juntos la independencia de ambas naciones, una en 1804 cuando Dessalines proclamó la República, la otra, 155 años después, en 1959,al triunfo de la Revolución cubana’, señaló en entrevista exclusiva a Prensa Latina Aviol Fleurant, ministro de Planificación y Cooperación Externa de Haití.

Hasta esta tierra antillana llegó el apóstol José Martí en 1892,durante la preparación de la guerra independista que terminó con el dominio colonial español en Cuba.

Y hasta aquí vinieron los médicos cubanos en 1998, tras el paso del huracán George que segó la vida de 230 personas, dejó sin hogar a más de 167 mil y causó pérdidas de más del 80 por ciento en la agricultura.

‘Como responsable de la cooperación cubana, soy un testigo del fruto que produce, y puedo asegurar que es la cooperación técnica más importante que Haití ha recibido de cualquier país’, afirmó Fleurant. Datos del portal digital Cuba Coopera revelan que hasta diciembre de 2017 los médicos cubanos atendieron 28 millones 516 mil 413 casos, de ellos 10 millones 50 mil 952 en el terreno.

Asimismo, apunta el sitio, los profesionales realizaron 607 mil 337 operaciones quirúrgicas, atendieron 175 mil 827 partos y suministraron un millón 649 mil 672 dosis de vacunas.

La brigada médica, que arribó el 4 de diciembre de 1998, cumple 20 años de misión permanente y pone a disposición del país 661 profesionales y técnicos que trabajan en los 10 departamentos, brindando salud gratuita.

‘No solo la atención médica ayuda al pueblo porque aumenta su salud, sino también esa cooperación produce médicos haitianos que vienen de Cuba, después de varios años de estudios y se insertan en el sistema sanitario’, expresó el ministro.

Hasta la fecha, mil 500 jóvenes se graduaron en la mayor de las Antillas, principalmente en las carreras de medicina, y 21 de ellos ejercen hoy junto a los profesionales cubanos.

Son cifras que sustentan el humanismo y el compromiso del líder de la Revolución, Fidel Castro, quien en diciembre de 2010 aseguró que los cubanos estaríamos con el pueblo haitiano en tiempos de intervención, ocupación y epidemias.

La cooperación, tan necesaria para un país fuertemente abatido por fenómenos meteorológicos, insalubridad y desforestación, se ha extendido a otras esferas.

Más de 200 mil haitianos aprendieron a leer y escribir con el método Yo sí puedo, ampliamente avalado internacionalmente y que ha alfabetizado a más de 10 millones de personas.

‘A nivel médico, de agricultura, construcción de presas, Cuba está ayudando a Haití, así como en el ámbito de la cultura, que es muy importante para el país’, subrayó el ministro.

Ni siquiera en los momentos más difíciles, la ayuda solidaria dejó de tocar las tierras de Toussaint Louverture. Tras el paso del huracán Mathew en 2016, que arrebató unas 500 vidas, dejó más de 175 mil desplazados y propició cuantiosos daños a la agricultura, la ayuda cubana se diversificó.

‘La pesca y el medio ambiente, en especial el tema de las actividades relacionadas con la prevención de riesgos de catástrofes naturales y la formación de profesionales capacitados, están igualmente en el centro de esta colaboración’, señaló el embajador cubano, Luis Castillo Campos, durante las celebraciones por el triunfo de la Revolución.

Una de las problemáticas que más golpea al pueblo haitiano es el agua. Estudios recientes revelan que la mitad de su población rural no tiene acceso al agua potable, o debe pagar más de 600 gourdes (unos 10 dólares) por el líquido.

El presidente del país, Juvenel Moise, ha impulsado varios programas en este sentido, uno de los cuales incluye a especialistas cubanos que investigan y proponen soluciones factibles para la conservación del agua.

‘El Jefe de Estado, a propósito de lo que llamamos hoy cambio climático, realiza un trabajo a través del país, una de cuyas prioridades es el agua; y muchísimos especialistas de Cuba han venido y están trabajando en la construcción de presas en varios lugares del territorio’, destacó Fleurant.

La iniciativa prevé la creación de micropresas que permitan abastecer del preciado líquido a la población, la agricultura y para generar energía eléctrica, al tiempo que se exploran otros proyectos con asistencia cubana en el tema de manejo del agua en diversas instalaciones del país.

Los planes tendrán un impacto positivo para el desarrollo económico y social de la nación, concluyó el ministro, quien a su vez citó las palabras del canciller haitiano Jean Renald Clérisme durante su visita a La Habana en abril de 2017.

En aquella oportunidad destacó el agradecimiento del pueblo haitiano a la colaboración cubana que no solo lleva ciencia y técnica, sino que transmiten un cambio en la mentalidad y siembran grandes valores humanos.

Una solidaridad que se renueva al cumplir 20 años y continúa siendo desinteresada, solidaria y animada por la fraternidad que une a los dos países.

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