El 22 de diciembre se realizó la primera acción del Foro por la Democracia y la libertad de lxs presxs políticxs. Fue una Jornada Nacional por la libertad de lxs presxs políticxs consistente en encuentros interreligiosos que tuvieron lugar frente a las cárceles de Ezeiza y de Marcos Paz, en la provincia de Buenos Aires.

Bajo la consigna “Una Navidad sin presxs políticxs”, se reunieron en una tarima ante el penal de Ezeiza representantes de los cultos judío, evangélico, católico, musulmán y de los pueblos originarios, para hablar ante una multitud conformada por miembros de organismos de derechos humanos como Los 12 de la Santa Cruz, APDH La Matanza, H.I.J.O.S. La Matanza, Asoc Ex Detenidos Desaperecidos Mansión Sere y Zona Oeste ,. entidades políticas como Unidos y organizados de Esteban Echeverría, Resistiendo con Aguante de la misma localidad, el Instituto Patria, M.I.L.E.S., M.P.A., el Partido Piquetero, el Partido Comunista, Pueblo Peronista; organizaciones gremiales como ATE Capital, CTA, Sitraju, organizaciones sociales como Tupac Amaru, Federación Tierra y Vivienda, el Comité por la libertad de Milagro Sala, el MTD Aníbal Verón; religiosas como Curas en la opción por los pobres.

Lo que se escuchó fueron discursos de sectores de diferentes religiones para los cuales la fe religiosa es inescindible de compromisos y acciones de índole política, y la justicia es un valor supremo: en primer lugar se dirigió al público Fabio Inalef, de la comunidad mapuche Kallfü Mapu, en Neuquén, para pedir la liberación de Facundo Jones Huala: “lo que se conoce hoy sucede hace mucho tiempo en nuestros territorios usurpados”, advirtió; la pastora de la comunidad pentecostal Dimensión de Fe Gabriela Guerreros describió a María como una joven que no tenía donde parir, y a Jesús como un niño que nació siendo refugiado, de adulto desafió al imperio, y sería preso político, torturado y mártir. Al finalizar hizo que el público cantara con ella “Juntos venceremos”.

Jorge Elbaum, del Llamamiento argentino judío, denunció que la causa del memorándum cuyos querellantes son la DAIA y la AMIA, y que ha llevado a la cárcel a algunos de los presos, responde a los intereses de la derecha, que nos involucra en conflictos exteriores.

Imagen de Carlos Brigo

Entre los curas católicos en la opción por los pobres hablaron Domingo Bresci y Carlos Gómez, este último de Ensenada. Bresci denunció la criminalización de la protesta social y la judicialización de la política y declaró su solidaridad con los presos y perseguidos; el padre Carlos Gómez hizo una defensa del intendente de Ensenada Mario Secco, a punto de ser detenido: “¿Quién tiene que ir preso: el que tira balas o el que muestra los cartuchos que dejaron los que las tiran?”. El imam Moshen Alí, de la Casa de difusión del Islam de 3 de febrero, se presentó como “parte del pueblo argentino, que no quiere ser cordero, no quiere ser cipayo…es como David, como Jesús, que echó a los mercaderes del templo, como Moisés, como Juan Bautista, como Mahoma”. Recordó el mandato coránico de “ser enemigo del tirano y amigo del oprimido”. Hablaron también la compañera de Luis D’Elia, Alicia Sánchez, la ex mujer de Esteche Silvia Valdez y la esposa de Khalil Andrea Abuin. Los discursos alternaron con canciones de Victor Heredia y de Teresa Parodi. La consigna más cantada fue «Libertad, libertad/ a los presos por luchar”.

Todos los presentes se dirigieron en caravana al penal de Marcos Paz, donde hay otro grupo de presos. También en una tarima levantada frente a este segundo penal el padre Francisco Olveira nombró a lxs 18 presxs políticxs del país para que a cada nombre  el público respondiera con un “Presente”. El pastor Aníbal Suárez, vecino de Luis d‘Elía, se dirigió al dirigente social: “Dios está con vos, Luis… Te requeremos… Sos un león…” Y se reiteraron las intervenciones de familiares de los presos.

Coco Garfagnini, referente nacional de la Tupac Amaru, cerró la ceremonia transmitiendo un saludo de Milagro Sala y evocando una frase de Perón: “Hay momentos en la vida de los pueblos en que el honor de la sociedad se refugia en las cárceles…”