En lo que va de gobierno de Enrique Peña Nieto se han triplicado el número de niños y adolescentes desaparecidos en México. Entre 2006 y 2012 se habían registrado 1.854 casos, mientras que desde que asumió el líder del PRI la cifra escaló a 4.394 de 2013 a julio de este año.

Esto es lo que revela un informe de la Red por los Derechos de la Infancia (Redim) y si se compara con el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED), muestra que desde 1979 se reportaron poco más de seis mil casos de desapariciones de niños y adolescentes de los 33 mil registrados totales.

Lo que muestran estas estadísticas es que el 70 % de las desapariciones de menores se dieron durante el gobierno de EPN, a lo que las organizaciones de defensa de derechos humanos denuncian como una “epidemia”.

“El Estado de México representa el reino de la impunidad de este país. Claramente muestra cómo el crimen organizado puede capturar al Estado. Puede mostrar cómo la vida de las personas, literalmente, no vale nada”, dijo a Animal Político el director de Redim, Juan Martín Pérez. Un tercio de las desapariciones ocurrieron en el Estado que gobernaba Peña Nieto antes de ser presidente.

Redim desestima que el número mayor de desapariciones se deba a la mayor población del Edomex, ya que en la tasa de desapariciones de menores por cada 100 mil habitantes se impone con diferencia. Los siguientes Estados de la vergüenza son Puebla, Sinaloa y Colima.

La Red advierte que las obras oficiales solo muestran un pequeño porcentaje de la problemática real, ya que el 93.6 % de los delitos cometidos contra menores no se denuncian.

“Hay una ruptura terrible en 2011 en el marco de la lucha contra el narco, cuando se empezaron a fragmentar los grupos criminales rompieron sus códigos de relación: eso significaba no tocar a las familias y eso se rompió. Empezó a haber muchos homicidios de niños que iban con sus padres, para dar la lección de cobrar la vida de los seres queridos”, relata Pérez, quien además lamenta que ya no se respeta el límite de no tocar a los niños, siendo el 5 % de los homicidios totales en México, los que sufren menores de 17 años.

Seis de cada diez desapariciones se tratan de niñas y adolescentes mujeres y esto se explica por el aumento exponencial de la trata de personas con fines de explotación sexual, que se ha convertido en una nueva vertiente del negocio de los narcos.

Otro factor para la desprotección de menores tiene que ver con la migración ilegal, en la que se suman muchos menores que viajan solos esperando reencontrarse con sus padres en Estados Unidos. Este fenómeno se ha disparado en los últimos tres años y el gobierno mexicano lejos de generar políticas públicas al respecto se dedica a deportar a los menores a sus países de origen en Centroamérica. Escapar al destino de deportación vuelve más vulnerables, si cabe, a los menores que migran sin compañía de familiares mayores de edad.

Para el Director de Redim se deben cambiar los paradigmas de respuesta del Estado mexicano y debe dejar de considerar extraviado a los menores y activar inmediatamente las alertas de desaparición para agilizar los protocolos para su búsqueda. “Lo importante es entender que es un tema grave que requiere respuesta institucional articulada, es un delito vivo, latente, son niños que mientras tanto pueden estar siendo víctimas de otros delitos”, concluye Pérez.

Con información de Animal Político.