Los «derechos de información» también llegan al sur de Italia, a la Casa del Popolo en la Piazza Dante de Nápoles, un lugar donde el mutualismo y las prácticas de solidaridad social se viven desde la base, como recuerda el propio nombre.

En este marco de activismo, el libro en italiano de Pressenza es la ocasión para hablar de los temas que nos son tan importantes, y en particular el de la creación de redes entre los que se ocupan de la información y los que se dedican a diario al cambio, a nivel social, político y cultural.

Gianmarco Pisa, colaborador por la paz y columnista de Pressenza, abre el debate enmarcando la iniciativa en la celebración de los Cuatro Días en Nápoles (27-30 de septiembre de 1943), evocados estos días por una serie de acontecimientos en la ciudad. Por lo tanto, como ahora, se trata de resistir a la violencia en todas sus formas y de poner en marcha una liberación: no se trata de una ocupación militar clara y brutal como la nazi-fascista, sino de una necesidad urgente de defender los derechos que son constantemente cuestionados.

A continuación, intervino Domenico Musella, del equipo editorial italiano, presentando la historia, el trabajo y el espíritu de Pressenza. En todo lo que se publica, tratamos de poner en práctica una proporción entre la denuncia de las injusticias, la reducción progresiva de los derechos, la violencia y la inhumanidad del sistema; y el realce de todas las experiencias positivas de solidaridad, autoasistencia y autoorganización que fomentan la esperanza. El hilo conductor es la necesidad de unir y hacer un frente común entre todos aquellos que se comprometen cotidianamente en la construcción de otro mundo, partiendo de contextos y experiencias diferentes.

También con vistas al «trabajo en red», una revista asociada de Pressenza, ildialogo.org, a través de su director Giovanni Sarubbi, participa en el debate. Rastreando la historia de la revista, ahora en línea pero inicialmente en papel desde 1996, denuncia la degeneración de los medios de comunicación, dominados por la publicidad y ahora inclinados a lo que él llama la pornografía del dolor. Ante el analfabetismo masivo que está volviendo a la actualidad y la constante manipulación de las palabras por parte de los medios de comunicación, la urgencia del periodismo independiente es crear un lenguaje diferente y llamar las cosas por su nombre.

Anna Polo, de la redacción italiana de Pressenza, está vinculada al tema de la proporción entre denuncia y esperanza, recordando las muchas luces que iluminan la oscuridad de este momento lleno de violencia e injusticia y la importancia de fomentar la confianza en el cambio, único antídoto contra el desánimo y la impotencia que siempre acechan. Entre los ejemplos citados, aparte del resultado inmediato obtenido, cabe citar una rápida sinopsis de estas «luces»: la oleada de activismo y entusiasmo suscitado, sobre todo entre los jóvenes, por las nominaciones de Bernie Sanders en los Estados Unidos y Jeremy Corbyn en el Reino Unido; el continuo compromiso de defensores de los derechos humanos como Amnistía Internacional y otros; el movimiento de desarme nuclear, que desempeñó un papel decisivo en el histórico proceso de desarme nuclear que desempeñó un papel decisivo en el acuerdo histórico alcanzado en las Naciones Unidas para el Tratado de prohibición de las armas atómicas; la acción valiente y solidaria de quienes ayudan y defienden a los migrantes, en nombre de la justicia, que debe prevalecer sobre las leyes injustas.

Las intervenciones del público confirman lo importante que es resistir, incluso en la vida cotidiana, la ola racista y violenta que se propaga en la opinión pública, y ayudar a dar una dirección diferente a los acontecimientos.

Galería de fotos del encuentro comisariado, por Alberto Francesco Sanci