Después de escuchar la radio de la BBC, ver las noticias en directo de diferentes canales de televisión y de leer varios informes de las principales fuentes informativas independientes durante las últimas 15 horas, creo que la responsabilidad de estos monstruosos ataques sangrientos contra personas inocentes recaerá sobre los gobernantes de este país y de otras naciones europeas, especialmente de las llamadas grandes democracias europeas, por su falta de inteligencia y por mantener al pueblo de estos países totalmente desinformado.

No sólo los asesinos con cuchillos de 22 pulgadas saltaron desde una camioneta en plena noche y comenzaron a apuñalar inocentes transeúntes, sino también las multitudes que estaban en los bares y restaurantes de la zona se vieron obligados a irse a acostar mientras la policía, con rifles automáticos, irrumpió en los lugares de esparcimiento y los trató como si fueran criminales. Mientras tanto, a quienes estaban en el Puente de Londres se les pedía, en medio del pánico, que levantaran las manos y se marchan de la zona como inocentes ovejas.

Vivo en Londres y debo volver a trabajar el lunes cerca de donde ocurrieron estos acontecimientos. Estoy seguro que lo primero que veré al entrar al Metro serán los grandes titulares de horror en los periódicos y que, al regresar a casa, habrán más noticias macabras en el Evening Standard respecto de los eventos fatales que ocurrieron el sábado en la noche. ¡Qué tranquilizador !! ¿Se supone que los londinenses, los parisinos y los berlineses van a trabajar y pasean por sus ciudades como si nada hubiera pasado? Los mensajes difundidos por los medios de comunicación en mayo, de Hollande / Macron o Merkel después de los ataques terroristas, están diseñados para que la población sienta que ya no hay más peligro y que los que están en el poder, junto con sus carísimas fuerzas de seguridad y de inteligencia omnipresente, se ocuparán de nosotros. Si eso fuera cierto, no habría habido más incidentes terroristas en el Reino Unido, Francia o Alemania. Hay muchas preguntas que quedan por responder y nadie está preparado para contestarlas porque nosotros, los simples ciudadanos de estas grandes ciudades, somos simplemente ovejas estúpidas que no merecemos explicaciones, o al menos eso es lo que los poderosos piensan que somos. Exhorto a la gente a no ser tan crédula cuando mira, escucha o lee las noticias, sino que se pregunte: ¿Cuáles son las verdaderas razones políticas, económicas y sociales que hay detrás de estos terribles acontecimientos y qué podemos hacer para detenerlos de una vez por todas?