La luz de la Estatua De La Libertad se apagó este martes, luego de que el presidente Donald Trump firmara la segunda versión de su orden ejecutiva, la “prohibición musulmana 2.0”, que prohíbe la entrada de los refugiados y de las personas de los seis países con mayoría musulmana. El apagón resultó ser también un presagio: en el día siguiente, Día Internacional de la Mujer, se organizó la marcha “Un Día sin Mujeres”. La señorita libertad, que por más de 130 años ha proclamado a todo el mundo “Denme a sus hombres cansados, a sus pobres, a sus masas hacinadas que añoran respirar libremente”, ese día desapareció del horizonte de Nueva York, al menos por unas horas.

El Día Internacional de la Mujer se ha celebrado el 8 de marzo por más de un siglo, pero este año las movilizaciones tuvieron un carácter especialmente urgente porque el hombre que alguna vez fue grabado alardeando de haber cometido delitos sexuales hoy es el presidente de los Estados Unidos (“Yo ni siquiera espero. Cuando eres una estrella, te dejan hacerlo… Agarrarlas por la v****a. Puedes hacer lo que quieras”, fue lo que le dijo Trump al ex-anfitrión de la NBC Billy Bush en una grabación de “Access Hollywood” que se publicó en octubre. El escándalo provoco que despidieran Billy Bush, en tanto Trump fue elegido presidente unas semanas después).

El día después de la inauguración del gobierno de Trump, más de 4 millones de personas protestaron en todo el país. Posiblemente fue la manifestación política más masiva de la historia de los Estados Unidos. Sólo contando las personas de la Marcha de las Mujeres en Washington, ya triplicaban la cantidad personas que hubo en su inauguración, lo que obviamente puso furioso al Presidente.

Dos días después, Trump firmó una orden ejecutiva que impone una “ley mundial de mordaza”. La orden prohíbe que la ayuda de EE.UU. a países extranjeros colabore con cualquier organización no gubernamental que realice abortos o incluso que discuta al respecto. Trump también está presionando al legislativo para que pruebe el proyecto de ley republicano de derogar la Acta Affordable Care Act (Acta de Cuidado Asequible). Si lo logra, se retiraría el financiamiento para Paternidad Responsable, que actualmente le entrega una amplia gama de servicios de salud a más de 2.5 millones de estadounidenses al año. Sólo el 3% de los servicios están relacionados con el aborto, y no se dedica ni un peso del fondo federal a realizar operaciones de aborto.

La marcha de mujeres de este año fue la más grande de la historia reciente. Hubo eventos en más de 50 países. “El 8 de marzo será el comienzo de un nuevo movimiento internacional feminista que organice la resistencia no sólo en contra de Trump y sus políticas misóginas, sino que también en contra de las condiciones que crearon a Trump: las décadas de desigualdad económica, la violencia racial y sexual y las guerras imperialistas en el extranjero”, declararon los organizadores en su sitio web.

Hace sólo unos días, un documento filtrado reveló que el Departamento De Seguridad Nacional está evaluando una proposición de que cuando se arresten refugiados cruzando la frontera con México, se separen a las madres de sus hijos.

En un vídeo para promover la acción a nivel mundial, la gente expresó sus razones para participar:

“El 8 de marzo voy a protestar porque creo que las mujeres deberían poder decidir libremente qué hacer con sus propios cuerpos… El 8 de marzo voy a protestar por un salario igualitario y por la igualdad de oportunidades, porque el trabajo que hacen las mujeres hace posible que se realicen todos los demás trabajos y porque ya es hora de que comencemos a valorar las labores de la mujer… El 8 de marzo voy a protestar porque cuando salgo de casa quiero sentirme libre, no valiente… Las mujeres importamos”.

Al alba del Día Internacional de la Mujer, Donald Trump twitió: “tengo un enorme respeto por las mujeres y por todos los roles que cumplen, que son esenciales para la estructura de nuestra sociedad y para nuestra economía”. Esto lo dijo el hombre al quien al menos 15 mujeres acusaron de agresión y acoso sexual, la mitad de ellas hace muy poco, durante su campaña por la presidencia.

Las mujeres del mundo, junto a los hombres que las apoyan, juzgan a Trump por sus actos y no por sus palabras. Están comprometidas y furiosas, y están organizando una resistencia que abarca distintos temas. Entre los carteles de la manifestación del Día Internacional de la Mujer había uno que mostraba el mensaje “No a la Mordaza, No a la Prohibición Musulmana, No al Muro” (“No Gag, No Ban, No Wall”). Otro de los carteles decía “El lugar de una mujer es la revolución”. Trump está dañando diariamente los pilares que han hecho posible los logros del progreso. La gente ha luchado por más de un siglo por estos logros, han sido encarcelados e incluso asesinados por ellos. Pero la resistencia está creciendo y es la esperanza en tiempos de oscuridad.

Traducido del inglés por Emilio Stanton

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