Pressenza ha difundido ampliamente el nuevo libro del autor argentino Guillermo Sullings, “Encrucijada y Futuro del Ser Humano: Los Pasos hacia la Nación Humana Universal”. Hace poco, Pressenza en Hungría tradujo el libro al inglés y pronto será distribuido por toda Europa. Entrevistamos al autor para que nuestros lectores angloparlantes se hagan una idea. El libro puede descargarse gratuitamente aquí (en inglés).

Pressenza: ¡Felicitaciones por la publicación de tu nuevo libro en inglés! Creemos que es un aporte importante a la búsqueda de un mundo sin violencia ni discriminación. ¿Podrías explicarles a nuestros lectores angloparlantes de dónde viene este libro? Porque, realmente, ¡el libro lo abarca todo! Para ti, ¿qué es la Nación Humana Universal?

Guillermo Sullings:  La necesidad de escribir este libro surgió en mí el año 2010 pero comencé a escribir los primeros borradores el 2014 luego de haber pasado mucho tiempo leyendo e investigando intermitentemente, y finalmente terminé el libro el 2016. Creo que el sueño de un mundo mejor siempre ha vivido en las profundidades del corazón de los seres humanos, y por lo tanto las raíces de esa aspiración se pueden encontrar a través de toda la historia. En mi caso, más allá de que comparto ese sueño con una gran parte de la humanidad, mi origen de Humanismo Universalista tuvo mucho que ver. Aunque mi formación profesional está relacionada con la economía, he participado ya por muchos años en el Movimiento Humanista que fundó Silo, lo que me ha llevado a interesarme en hacer actividades y aprender de diversos ámbitos ligados a temas sociales, políticos, filosóficos y a diferentes aspectos de la organización humana. Y también en todo este tiempo le he dedicado un lugar importante a la búsqueda interior y a la espiritualidad. Creo que la combinación de todas estas experiencias me ha ayudado a observar los fenómenos sociales desde un punto de vista más integral. Así me surgió la idea de una propuesta holística, aunque este libro es sólo el primer bosquejo.

La Nación Humana Universal no es otra cosa que el mundo ideal al que la mayoría aspira; un mundo sin violencia ni guerras, ni discriminación, justo y equitativo. No es el proyecto de una sola persona ni de una sola organización, es un proyecto de la humanidad entera. El asunto es que esta humanidad debe superar muchos obstáculos para llegar a esa meta. En este libro intento esbozar los caminos que debemos tomar y los pasos que tenemos que realizar.

PZ: Cuando escribiste este libro ¿pensaste que se iba a publicar en un momento en que la economía más grande del mundo está liderada por Donald Trump? Para los analistas profesionales, los asuntos como la elección de Trump en Estados Unidos, el Brexit en el Reino Unido o el voto por el “No” a la paz en Colombia son totalmente inexplicables. ¿Cómo analizas tú esto, considerando que la participación democrática es un tema central en tu libro?

 

GS: Hace tiempo estamos viendo el avance de la xenofobia en algunos países. También se terminó el ciclo de varios gobiernos progresistas en América Latina, por lo que ahora se desarrolla la derecha neoliberal. Hemos escrito mucho acerca de eso. Lo que pasó no nos sorprendió en absoluto. En mi libro también hablo de los fracasos de algunas políticas de reforma, creo que el actual empoderamiento de la ultraderecha es consecuencia de la ausencia de un modelo. Pero el ciclo actual también va a terminar, así que tenemos que tener un proyecto disponible que realmente nos lleve a realizar transformaciones profundas y duraderas.

En este sentido, aunque aparentemente iría en contra de la corriente, el proyecto de la Nación Humana Universal podría renovar las esperanzas de muchas personas que sienten que la humanidad ha fracasado y podría darle una dirección a los que están desencantados de los líderes poderosos. En el contexto de una sobrecogedora falta de sentido, para mí no es inexplicable que haya gente que vote por Trump, que apoye el Brexit o que vote por el “No” a la paz. Lo que tenemos que hacer es informar apropiadamente, aumentar la conciencia social y la capacidad de actuar, y contraatacar las mentiras de aquellos que manipulan el poder, porque obviamente habrá muchos anti humanistas entre los que votan a favor de las leyes xenofóbicas o neoliberales. Pero también hay muchas personas que están confundidas y que, cansadas de la corrupción, el desempleo, la burocracia y los políticos tradicionales, han buscado una alternativa en líderes con un discurso simple y directo. ¡Qué enorme error! Pero estos errores deben ser corregidos con información, con conciencia, con propuestas simples y directas para que cuando haya que elegir demos una referencia clara. Necesitamos mucha más participación democrática, una democracia real, pero también hay que aclarar muchas cosas para neutralizar el poder de los medios de comunicación.

PZ: Lo que tú propones es un cambio revolucionario de los paradigmas más importantes en los que se basa el sistema actual del mundo. ¿Cuáles son estos paradigmas hoy en día, y cuáles debieran ser idealmente, en tu opinión?

GS: Recién hablamos de democracia real. Uno de los paradigmas actuales de la democracia representativa es que “las personas no toman decisiones ni gobiernan por sí misma, sino que sólo a través de sus representantes”; esto significa que la soberanía popular está delegada y que se establece un poder gubernamental como un dominador absoluto. El pueblo debiera tener el poder de soberanía, no las personas en el gobierno. La gente no debería delegar su poder, deberían mantenerlo y ejercerlo constantemente. Una cosa es quién administra, y otra cosa distinta es quien tiene el poder de darle una dirección a esa administración. Todos debiéramos poder hacerlo, a través de mecanismos de democracia de participación directa.

Otro paradigma es creer que las armas son un mal necesario. Las armas son un mal, y punto. Las armas se usan para matar personas; muy pocas veces se usan para defenderse, casi siempre para atacar. Deberíamos prohibir las armas, que no se permita las armas para las personas civiles y que los países reduzcan rápidamente sus arsenales, comenzando por las armas nucleares. En la mayoría de los países se prohíben las drogas porque son dañinas para la salud, y en realidad pueden ser muy dañinas, pero ¿las armas no se prohíben porque “no son dañinas”? Éste es otro de los paradigmas que tenemos que realizar.

En el ámbito de la economía existen muchos paradigmas que sostienen un sistema intrínsecamente injusto y que nos está llevando a la catástrofe. Los dueños de las empresas no deberían ser los únicos que reciben las ganancias, el personal que trabaja en la empresa también debería recibir. No puede ser que el sector financiero se ha manejado por especuladores. Las ganancias deben ser reinvertidas en la producción, no destinarlas a especulación financiera. Para lograr todas estas cosas el Estado tiene que intervenir a través de un sistema mixto de economía. El paradigma liberal de que todos tienen permitido hacer lo que quieran con su propiedad privada es un concepto falaz, porque si todos hicieran lo que quisieran en una sociedad el resultado sería un caos en el que ni siquiera sería posible la propiedad privada. Para disfrutar de las ventajas de vivir en una sociedad organizada tenemos que aceptar que haya ciertas reglas, y si todos nos sometemos a esas reglas el beneficio también debe ser para todos, no sólo para una minoría. Bueno, éstos son sólo algunos ejemplos, y se podrían escribir muchos libros sobre estos temas.

PZ:  Tú hiciste la propuesta de 120 pasos para avanzar hacia la Nación Humana Universal, en los ámbitos de relaciones internacionales, desarme armamentístico, inmigración, economía, derechos humanos, medio ambiente, medios de comunicación y valores culturales, pero dejaste abierta la puerta para que otras personas contribuyan con propuestas para los otros ámbitos. En otras palabras, no son solamente 120 pasos para alcanzar el mundo que deseas. Si hubieras tenido tiempo de seguir escribiendo el libro, ¿cuáles temas hubieras incluido, y por qué?

GS:  Claro, antes dije que este libro es un comienzo, un bosquejo que intenta apuntar a una dirección e indicar algunos pasos. Yo pude resumir en 120 pasos. Pero aún hay mucho que tenemos que desarrollar, en cada uno de los ámbitos se podrían escribir varios libros, y eso se puede lograr con la contribución del gran número de personas que también creen en el proyecto de la Nación Humana Universal. En este sentido, además de que los temas que traté se pueden seguir desarrollando hay ámbitos de los que no hablé, por ejemplo, la salud y la educación, que son áreas que yo no podría abarcar y que debieran ser abordadas por especialistas que coincidan con este proyecto. Siento que lo que quería incluir en el libro está ahí. Me hubiera gustado desarrollar la relación entre la búsqueda espiritual y la sociedad, pero creo que no era apropiado incorporarlo. De todos modos, si en algún momento puedo escribir sobre eso será en un libro distinto.

PZ: Gracias por tu tiempo, Guillermo, y gracias por escribir tu libro y por permitir que circule libremente por las redes sociales. Sé que a fines de marzo vas a estar en los Estados Unidos para presentar tu libro en Nueva York, ¿tienes planes de viajar a Europa?

GS: En realidad, en marzo voy a presentar el libro en Colombia, y desde ahí viajo a Nueva York. Acerca de Europa, por el momento tengo planeado ir a España en junio, y a medida que las traducciones a otros idiomas avancen seguramente viajaré a Europa de nuevo antes de fin de año.

Traducido del inglés por Emilio Stanton