Víctor tiene 29 años y es de Zaragoza. Cuando vivía en España era fotógrafo de bodas y, aunque encargos no le faltaban, su vida no acababa de arrancar: “Trabajaba mucho y aún así tenía que seguir viviendo con mis padres”. Ahora vive en Berlín y pronto empezará a trabajar como guía turístico. De momento, está ilusionado con sus perspectivas laborales: “Mi idea es currar de lo que sea y, cuando sepa suficiente alemán, montarme un negocio como fotógrafo de bodas”. Víctor es una de las muchas personas que acuden cada miércoles a la Oficina Precaria de Berlín para pedir consejo.

La Oficina Precaria Berlín se formó hace tres años como un grupo de trabajo del 15M y en ella un equipo de voluntarios ofrecen asesoría y orientación en castellano de forma gratuita. El local que utilizan, que pertenece a un proyecto de viviendas solidarias en el barrio de Lichtenberg, se presta de forma altruista a distintos colectivos para diversos fines. Cada miércoles acuden a ella una media de entre ocho y diez personas para realizar algún tipo de consulta. A éstas se suman entre diez y quince consultas a la semana a través de su página web, donde además se puede encontrar información sobre vivienda, ayudas sociales, temas laborales y burocracia en Alemania.

La Oficina Precaria Berlín (Imagen de Úrsula Mateo)

Las personas que se acercan a esta oficina para pedir asesoramiento suelen tener entre 25 y 45 años y en muchos casos todavía hablan poco alemán. La gran mayoría tienen estudios universitarios y se encuentran en situación de precariedad laboral. Dependiendo del tiempo que lleven en Alemania, estas personas presentan necesidades distintas: “La gente nueva que acaba de llegar necesita orientación sobre la Anmeldung (empadronamiento), el seguro médico, cómo buscar trabajo, cómo buscar vivienda. Los que llevan más tiempo tienen problemas de otro tipo, problemas más complejos: una separación, un despido improcedente, necesitan conocer sus derechos”, explica Concha Álvarez, que lleva más de dos décadas en Berlín y trabaja como voluntaria en la Oficina Precaria. “Normalmente en ese tipo de problemas nosotros no podemos ayudar, pero sí que podemos reorientar a la gente y derivarla a otro sitio, a otra asesoría o a algún abogado”.

La importacia de crear redes

En Berlín existen diversas asesorías y sindicatos con los que los miembros de la Oficina Precaria mantienen contacto. Entre estas organizaciones se encuentran otros grupos de inmigrantes, como el Grupo de Acción Sindical (GAS), un grupo de trabajo del 15M especializado en conflictos laborales, o BASTA, una asesoría que presta un servicio similar al de la Oficina Precaria pero en italiano. También cuentan con el apoyo de organizaciones alemanas, por ejemplo la Arbeiterwohlfahrt (AWO), una asociación dedicada a ayudar a personas en situación vulnerable, o la Deutsche Gewerkschaftsbund (DGB), la confederación alemana de sindicatos. Esta red de contactos resulta crucial ya que, por un lado, proporcionan a los voluntarios talleres de formación y charlas informativas. Por otro lado, también son una referencia a la que acudir en casos complicados:“A veces recomendamos a la gente que vaya a alguno de estos grupos porque sabemos que están más especializados, que tienen más información y les pueden atender mejor”, aclara Concha. “Aquí hay compañeras que llevan mucho tiempo y saben mucho de muchas cosas, pero hay casos que son muy complicados. A veces la legislación tiene muchos vericuetos y hay que acudir a alguien experto”.

De expatriado a expatriado

Darío Guijo lleva dos años y medio en Berlín y hace poco que colabora como asesor voluntario. En España, Darío formaba parte de Juventud sin Futuro y estaba en contacto con la Oficina Precaria de Madrid. “La diferencia es que allí la Oficina Precaria está centrada solo en la precariedad laboral. Al principio era una asesoría laboral y con el tiempo empezaron a hacer acciones de denuncia”. Sin embargo, en un país extranjero como Alemania, la Oficina Precaria cobra una nueva importancia: “Yo he vivido en varios países y sé que no es fácil orientarse”, explica Darío sobre su propia experiencia. “Al menos en tu país tienes unas redes de soporte y de acompañamiento: los amigos, la familia. Aquí no los tienes. Aunque llevo poco tiempo de voluntario, ya he visto a personas que están en una situación bastante lamentable. El mercado laboral en Berlín está muy mal, la gente no siempre logra aprender alemán lo suficientemente rápido y aquí el sistema es bastante estricto: en seguida te empiezan a llegar cartas con sumas de dinero o con problemas que no entiendes”.

Concha y Darío (Imagen de Úrsula Mateo)

Como explica Concha, para algunas de las personas que acuden a la Oficina Precaria, el hecho de poder hablar de sus dificultades en su propio idioma ya resulta de gran ayuda: “Hay personas que llegan aquí desorientadas y se van muy contentas porque han encontrado a alguien que les ha escuchado y que les ha orientado en un momento de duda o que les ha aclarado algo que no entendían”.

Tanto Concha como Darío saben bien lo que supone emigrar y esto se ve reflejado en el modo en el que ejercen el voluntariado. Darío lo expresa con elocuencia: “Obviamente hago esto de manera voluntaria, pero me parece que es mi obligación como ciudadano. No puedes simplemente vivir tu vida y, porque a ti las cosas te vayan más o menos bien, olvidarte de los demás. Para mí tiene sentido estar aquí, para otros trabajar con refugiados, para otra gente tiene sentido dar clases a inmigrantes y todas estas cosas que hacen que podamos vivir en un mundo mejor”.

Además de Víctor, muchas personas se han acercado este miércoles a pesar del frío. Gente con pequeñas dudas o con problemas complejos. Gente de distintas edades, algunos acompañados de sus niños. Concha y Darío animan a acercarse a todo aquel que lo pueda necesitar: “Que no duden en venir. A veces la gente tiene miedo a preguntar. Es mucho mejor hablar de las cosas porque a veces se solucionan de manera mucho más fácil de lo que uno piensa”. Quienes acudan a la Oficina Precaria encontrarán a un grupo de personas dispuestas a escucharles y a apoyarles. Un grupo de expatriados ayudando a sus semejantes.

La Oficina Precaria se encuentra en Magdalenenstraße, 19, 10365, y está abierta los miércoles de 17:00 a 20:00. Las consultas online se pueden realizar a través de su página web oficinaprecariaberlin.org/consultanos

(Imagen de Úrsula Mateo)