Este lunes el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia informaba de la muerte de Vitali Churkin, político y diplomático ruso que desde 2006 era el representante permanente de Rusia ante la ONU.

Vitali Churkin, cuya causa de la muerte no ha sido especificada, protagonizó duros enfrentamientos con la antigua embajadora de EEUU, Samantha Powers, por la guerra de Siria.

«Su muerte es una pérdida irreparable no solamente para la diplomacia, sino para todo el país», se lamentaba el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Riabkov.

Lo llamativo del caso es que desde 2015 ha habido varias muertes de diplomáticos rusos. Tal vez quienes financian organizan y promueven el terrorismo han comprendido que una de las mayores potencialidades de Rusa es su estrategia diplomática histórica en favor de la cooperación y de la paz, como relatábamos en un artículo anterior (i).

El primero de los fallecidos fue el fundador de Russia Today RT y asesor especial del presidente Putin, Mikhail Lesin. Murió en noviembre de 2015 en su habitación del hotel. Los Informes dijeron que parecía trastornado durante su última aparición pública. Más tarde se supo que murió de un traumatismo craneal. Muchas preguntas sobre lo sucedido quedaron sin respuesta.

En diciembre del año pasado (2016) el embajador de Rusia en Turquía Andrei Karlov fue asesinado por pistoleros solitarios, unos yihadistas en una Galería de Arte. No había seguridad eficaz, puesto que el asesino simplemente se acercó al diplomático y le disparó varias veces.

El presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, declaró que el asesinato del embajador Karlov tenía como objetivo minar tanto el proceso de paz en Siria como la normalización de las relaciones diplomáticas entre los gobiernos de Ankara y Moscú.

A los pocos días del atentado, el 9 de enero de 2017 encontraron muerto al cónsul ruso en Atenas Andrei Malanin. El diplomático de 55 años fue hallado sin vida en su departamento en el centro de la capital griega por causas que se desconocen.

Pocos meses atrás, en noviembre de 2016, la prensa se hacía eco del posicionamiento de Dimitris Velanis, asesor del primer ministro griego Alexis Tsipras “Grecia nunca se dejará arrastrar en una ‘guerra fría’ contra Rusia”.

El asesor manifestó su “confianza en la política de paz rusa en el escenario internacional y agradecimiento por la política de amistad y cooperación de Putin hacia Grecia”. “Vamos a cooperar con Rusia, no consentimos que nadie prohíba la relación entre Grecia y Rusia”, declaró Velanis.

Apenas el mes pasado, el 26 de enero, el embajador ruso en la India, Alexander Kadakin, falleció  a los 68 años tras una »breve enfermedad», informó la misión diplomática del país euroasiático en Nueva Delhi.

Miembro de la Academia rusa de Ciencias Naturales, Kadikin hablaba inglés, hindi, rumano, urdú y francés, y asumió el cargo en 2009.

Kadikin murió por una enfermedad fulminante en uno de los hospitales de la ciudad, explicó la legación en un comunicado. El texto resalta la trayectoria profesional del diplomático y su trabajo para potenciar las relaciones entre Rusia y la India.

i: EL PODER DE LA PALABRA RUSA