El presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, insiste en la necesidad del diálogo entre todos los sectores políticos para solucionar los principales problemas del país, en virtud de los Acuerdos de Paz próximos a cumplir 25 años.

Sánchez Cerén, uno de los firmantes de aquel pacto, impulsa un proceso de entendimiento para construir una nueva generación de acuerdos, garantes del bienestar de la población salvadoreña.

El 16 de enero de 1992, representantes del gobierno, encabezados por el presidente Alfredo Cristiani (1989-1994), y del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), por su líder histórico Schafik Handal, suscribieron en el Palacio de Chapultepec, México los históricos Acuerdos.

Con ese compromiso, devenido paradigma en el mundo para la solución de conflictos por la vía del diálogo y las negociaciones, ambas partes pusieron fin a 12 de años de guerra.

El documento final de los acuerdos abarca la modificación de la Fuerza Armada, creación de la Policía Nacional Civil, reformas al sistema judicial y la defensa de los Derechos Humanos, al sistema electoral y adopción de medidas en el campo económico y social.

Durante su discurso en la ceremonia en México, Schafik Handal, miembro de la Comandancia General del FMLN y jefe de su Comisión Negociadora, destacó que la firma del pacto marcó la culminación de una etapa decisiva en la larga y heroica lucha del pueblo salvadoreño.

‘Lo principal de este logro es el fin de la hegemonía militar sobre la nación civil, el final de una larguísima época durante la cual fueron ahogados los ideales liberales de los próceres de nuestra independencia, en beneficio de una minoría opulenta, apoyada en la fuerza, que llegó a volverse insensible al clamor del pueblo laborioso y pobre’, subrayó. El acuerdo contribuyó al desmontaje de las estructuras del sistema de dictaduras militares y propició el proceso de fortalecimiento institucional y democrático de El Salvador, aseguró el secretario general del FMLN, Medardo González.

No obstante, el dirigente político considera que los Acuerdos ‘no fueron suficientes para hacer justicia a los descalzos, a los hambrientos y a los pobres del país’.

En su opinión no hubo transformación económica ni una mejor distribución de las riquezas lo cual era el fin último que el FMLN perseguía en aquellos años de guerra y aún persigue.

El FMLN convertido en partido tras este acuerdo y hoy principal fuerza política en el país, con dos períodos consecutivos en el Ejecutivo, trabaja por transformar la realidad, erradicar las causas que llevaron al enfrentamiento bélico y romper el modelo neoliberal que solo trajo mayor pobreza a la población.

Para este año Naciones Unidas, que jugó un importante papel en ese proceso, impulsa varias campañas, talleres y un concierto en el contexto de la celebración

La ONU tiene una relación histórica con el país y su proceso de paz, ya que facilitó las negociaciones y actuó como garante de los Acuerdos y actualmente continúa apoyando el diálogo entre todos los sectores de la sociedad.

Las 24 agencias, fondos y programas de la ONU que trabajan en el país, con sede o sin sede física en El Salvador, prestan cooperación técnica y financiera para soluciones concretas, técnicas y viables a los grandes problemas nacionales.

Esa cooperación se da en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y con énfasis en las personas más pobres y marginalizadas de la sociedad.

arc/otf

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