Por un beso y un abrazo apasionado en un techo de Marrakech, dos menores marroquíes corrían el riesgo de hasta tres años de prisión. Gracias a la movilización y defensa legal promovida por la Asociación de Derechos Humanos de Marruecos, el pasado viernes fueron absueltos.

En octubre, las dos niñas, Sanaa de 16 y Hajar de 17, fueron fotografiadas por un voyeur que, dividido entre el placer y la denuncia, había intentado la primera y luego decidió por la segunda haciendo llegar las fotos a sus familias. Estos habían completado el trabajo de denunciar el hecho a la policía.

El artículo 489 del Código penal marroquí castiga «los actos licenciosos y no naturales con una persona del mismo sexo» con una pena de seis meses a tres años de prisión y una multa equivalente a 112 euros. Desde hace tiempo las organizaciones de derechos humanos están pidiendo su abolición.