Ante la decisión de retransmitir la programación completa de Radio Nacional Buenos Aires para todo el país, el referente latinoamericano de los medios comunitarios argumenta su oposición ante la “hipocresía” de la medida.

Radio Nacional comenzará a retransmitir la programación completa de Buenos Aires en todas las emisoras que la radio pública tiene en el país. Se anunció que la modalidad busca “federalizar” la radio.

Cada una de las 49 emisoras que conforman el sistema conocido como Radio Nacional, a lo largo y ancho del país, tiene una señal en AM y otra en FM. La  propuesta de “federalización” es que en las FM se retransmita la programación completa de Buenos Aires y en las AM lo local. Hay que decir que el 70% de la audiencia de Radio Nacional del país la sintoniza por FM. La frecuencia de AM llega más lejos y particularmente a las zonas rurales menos pobladas. En las ciudades, más densamente pobladas, se opta por escuchar con mejor calidad de audio a través de la FM.

La conducción de Radio Nacional promete integrar a emisoras de otras provincias para incluir en la programación que saldrá en cadena desde de Buenos Aires. Sin embargo se aclara que desde las provincias se integrarán contenidos de turismo, fiestas populares y partidos de fútbol de interior. Los contenidos periodísticos y programas políticos serán exclusividad de LRA1 Nacional Buenos Aires.

La idea de cadena radial con una emisión desde Buenos Aires y una retransmisión en emisoras de todo el país es el formato de las radios privadas y de los grupos mediáticos monopólicos.

Según Néstor Busso, ex presidente del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual, integrante del Foro Argentino de Radios Comunitarias (Farco), y vice presidente de la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (Aler), la transmisión en cadena choca con el espíritu de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual todavía vigente. Aquí el diálogo que mantuvimos con uno de los fundadores de la Coalición por una Comunicación Democrática.

-¿Qué opina de esta decisión del gobierno de Mauricio Macri con relación a Radio Nacional y su retransmisión en cadena para todo el país?

– Es una hipocresía más como en tantas otras medidas de gobierno, contrario a lo que se manifiesta. Eliminar contenidos locales en todo el territorio nacional para emitir desde Buenos Aires es unitarismo y no federalismo.

– ¿Esta iniciativa choca con la Ley de Servicios de Comunicación Audio Visual?

– No viola la ley explícitamente pero si viola su espíritu. Justamente la ley busca favorecer la producción local para permitir que los vecinos tengan en cada localidad medios de expresión y lugares de donde informarse de lo local.

Los medios de comunicación no son sólo ventanas para ver el mundo sino también espejos donde reflejarse, donde mirarse. Los medios locales son lugares de construcción de identidad.

Al eliminar voces locales se elimina diversidad y pluralidad. El Estado debe garantizar esa diversidad y pluralidad en cada rincón del país.

– Es una forma muy distinta de interpretar a un medio público de carácter nacional…

– No entienden lo que es un medio público y el sentido de la comunicación local, es gente que piensa la comunicación como una cuestión comercial. Lo dice expresamente el ministro Oscar Aguad.

– Justamente Aguad dijo hace unos días que la mejor Ley de Medios es la que no existe.

– Define toda una mentalidad. La ausencia del Estado en materia de comunicación. Para ellos la información es una mercancía entonces no tiene que haber presencia del Estado. Los medios tienen que competir. Para nosotros la comunicación es un derecho humano y por lo tanto el Estado tiene la obligación de garantizar ese derecho en todo el territorio nacional.

Son dos visiones contrapuestas, ausencia del Estado para facilitar negocios y presencia del Estado para garantizar derechos.

– Esto que explica se evidenció con el decreto 267 que firmó Mauricio Macri a poco de asumir.

– Es que ese decreto 267 destruyó las cuestiones fundamentales de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Modificó los límites a la concentración. Lo denunciamos ante el Comisión Interamericana de Derechos Humanos y decidieron dar seguimiento a la situación de libertad de expresión en Argentina. Hace poco estuvo el relator de Libertad de Expresión por lo que el país está en observación.

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