Por Lowana Veal

BERGEN (IDN) – Noruega es miembro fundador de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), disfrutando de la protección de la Alianza como un Estado nuclear paraguas y, sin embargo, ampliamente reconocido por su asociación con los temas de paz, no sólo por haber sido anfitrión de la primera Conferencia Internacional sobre el Impacto Humanitario de las Armas Nucleares, en Oslo, en marzo de 2013.

«Noruega (también) tomó la iniciativa en el Proceso de Oslo, que culminó con la firma de la Convención sobre Municiones en Racimo en 2008», dijo Hitotsugu Terasaki, director general de asuntos de paz y temas globales de la Soka Gakkai Internacional (SGI).

SGI se unió a tres organizaciones noruegas de paz – ICAN Noruega, No a las Armas Nucleares (NNW) y la Asociación Noruega para la Paz (NPA) – para organizar un evento en Bergen, la segunda ciudad más grande de Noruega con una población de 260.000 habitantes.

El evento del 5 de septiembre consistió en una exposición titulada Todo lo que Atesoramos – Para un Mundo Libre de Armas Nucleares y un simposio titulado «Conversación: Un camino para eliminar las armas nucleares – Perspectivas de los movimientos de paz noruegos y japoneses».

La exposición se instaló por primera vez en cooperación con la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), en agosto de 2012 en Hiroshima, objetivo de los primeros bombardeos atómicos junto con Nagasaki en 1945.

Cinco años antes, la SGI había lanzado el Decenio del Pueblo para la Abolición Nuclear (PDNA), colaborando con diversas ONG comprometidas con el movimiento anti-armas nucleares.

La exhibición ha sido mostrada en 62 ciudades de 15 países – y hay más ciudades y países en los que está planificada. Cada vez que la exposición se muestra en una ciudad diferente, la SGI organiza un evento similar al de Bergen para crear una plataforma de diálogo y expandir la red de base de grupos e individuos en todo el mundo que quieren abolir las armas nucleares.

Kimiaki Kawai, directora de paz y derechos humanos de la SGI, dijo que el objetivo de la exposición, que analiza la cuestión de las armas nucleares desde 12 perspectivas diferentes, es crear vínculos con las áreas de interés de otras personas para aumentar la conciencia global. «Todos nosotros deberíamos estar involucrados.»

Kawai añadió: «En nuestra vida cotidiana, no vemos las armas nucleares y es fácil que la gente pierda interés en la cuestión. Así que una de las cosas que enfatizamos es que, si el dinero gastado en armas nucleares se gastara en salud y otras cuestiones cruciales, la vida sería mejor».

SGI es una organización budista laica con base en Tokio, que tiene una fuerte tradición de trabajo por la paz y de lazos oficiales con las Naciones Unidas. Junto con otros grupos, incluyendo grupos religiosos, la SGI ha estado llamando a acciones en materia de desarme desde 1957, cuando la Declaración para la Abolición de las Armas Nucleares fue emitida por Josei Toda, entonces presidente de Soka Gakkai .

«Ahora más que nunca es muy importante que las organizaciones de la sociedad civil trabajen juntas en este tema para evitar cualquier traba política», dijo Terasaki a IDN.

El evento de Bergen siguió las huellas del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas de Desarme Nuclear (OEWG), que concluyó la tercera serie de sesiones en Ginebra el 19 de agosto, convocada desde febrero, adoptando una recomendación a la Asamblea General de las Naciones Unidas para iniciar las negociaciones sobre un instrumento jurídico que prohíba las armas nucleares, con miras a su eliminación.

En Ginebra, Noruega estuvo entre los países, incluido el Japón, que se abstuvieron de votar a favor de que la Asamblea General de las Naciones Unidas iniciara las negociaciones para prohibir las armas nucleares a partir de 2017. Pero, a diferencia de otros países de la OTAN, no se opuso al informe del OEWG que se presentará a la Asamblea General de la ONU en octubre de 2016.

El informe también incluye una recomendación para que los Estados adopten medidas para reducir y eliminar el riesgo del uso de armas nucleares, aumentar la transparencia sobre las armas nucleares y hacer crecer la conciencia sobre las consecuencias humanitarias de cualquier uso de armas nucleares.

«En diferentes momentos del período de 71 años (desde los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki), el movimiento global (contra las armas nucleares) se ha estancado, mientras que en otras ocasiones ha visto una perspectiva más positiva», dijo Terasaki. «Sin embargo, estamos en los últimos años de tener la oportunidad de escuchar directamente las experiencias de los hibakusha (sobrevivientes de los bombardeos atómicos) que están elevando sus voces para abolir las armas nucleares», agregó.

En «Conversación: Un camino a seguir para eliminar las armas nucleares», Frode Ersfjord, de «No a las armas nucleares», que pasó un tiempo en Japón este verano y visitó Hiroshima, subrayó la necesidad de acciones de base, así como de actividades políticas. Una combinación de buenos organizadores y de la memoria institucional es crucial para atraer a la gente a las calles – a menudo, las demostraciones sobre un tema en particular empiezan siendo pequeñas, pero aumentan en número de personas a medida que pasa el tiempo.

Representantes de tres partidos de la oposición -la Izquierda Socialista, los Verdes y los Rojos- que se unieron a la Conversación dijeron que todos estaban de acuerdo en que la campaña para abolir las armas nucleares debía llevarse a cabo tanto a nivel nacional como internacional.

Entre los participantes activos están Susanne Urban, de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, de Bergen, y el académico por la paz Arne Strand, del Instituto Christian Michelsen.

En una breve entrevista con IDN, Urban observó que la amenaza nuclear está muy cerca. «Estamos muy interrelacionados y conectados: no podemos dañar a otros sin dañarnos a nosotros mismos», dijo. Este punto también se destaca en uno de los paneles de exposición.

Strand señaló que «somos muy buenos en mirar nuevos conflictos y la situación mundial cambiante, pero pasamos por alto la vieja cuestión del desarme nuclear porque hace mucho que estamos acostumbrados a ella. Pero hay cosas que están pasando ahora que deberían preocuparnos, como entre los Estados Unidos y Rusia, y también si los grupos terroristas podrían tener acceso a las armas nucleares».

Fredrik Heldal, director de la Asociación Noruega para la Paz, dijo: «En lugar de concentrarnos en el lado político -los pros y los contras de las prohibiciones, los lobbies y otras cosas similares- debemos convertirlo en una cuestión ética. Una discusión sobre la ética y la moral … resonará más y así será más fácil promover el tema «.

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