El presidente de Ecuador, Rafael Correa, informó este sábado que la Ley de Cultura ya está lista y será enviada la próxima semana a la Asamblea Nacional, para el inicio de su debate y posterior votación para su aprobación.

«Ya está lista la ley, en los próximos días la enviaremos; como siempre esperamos el apoyo de nuestros compañeros asambleístas», señaló el mandatario en el ‘Enlace Ciudadano’ 491 transmitido desde Puéllaro, en la provincia de Pichincha.

Indicó que esta nueva legislación “dará un importante impulso al sector” y señaló que el país debe convertirse –como decía el gran Benjamín Carrión (escritor, 1897-1979)- no en una potencia militar, ni económica aunque se tengan las bases productivas suficientes para que todos vivan en dignidad para eliminar la pobreza, “pero sí en una potencia deportiva, en una potencia cultural, esos bienes superiores que enaltecen al ser humano”.

Expuso que dicha Ley de Cultura es la única que está pendiente a cumplir del mandato popular establecido en la Constitución de 2008 y ratificado por el pueblo ecuatoriano en las urnas.

Explicó que el sector cultural “es un caos” ya que existen varias cabezas, un ministerio de Cultura, Casas de la Cultura, departamentos de Cultura de los municipios, fundaciones con orquestas sinfónicas –es bastante caótica- hay muchas leyes sueltas por ahí”, por lo que la nueva ley permitirá organizar el sector “para ser mucho más eficiente, para que no se desperdicien recursos, etcétera”.

En particular, el Jefe de Estado mencionó la autonomía en la Casa de la Cultura nacional, ubicada en Quito, que es parte del patrimonio histórico del país, será el núcleo de Pichincha, al tiempo que serán conservados los núcleos provinciales de esa institución.

“¿Por qué?, también porque había demasiado centralismo, no nos engañemos. Más del 50% del presupuesto de la Casa de la Cultura -que es entregado casi en su totalidad por el gobierno- quedaba para el núcleo nacional en Pichincha; casi nada  llegaba a los núcleos provinciales”, acotó.

Apuntó que este sector puede tener implicaciones en la parte económica con la industria cultural, que es muy importante en otros países del mundo, donde esta supera el 10 % del Producto Interno Bruto (PIB).

“Entonces, un adecuado impulso cultural, no solo que la cultura es un fin en sí mismo, sino que incluso puede tener importantes repercusiones a nivel económico, incremento de la actividad económica, de empleo, productividad”, indicó.

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