“La educación para la paz y los derechos humanos tiene un papel prepoderante en la construcción de la paz en Colombia”

En el marco de las celebraciones de la “Semana por la Paz” en el país, entrevistamos a Javier Surasky, del CEPEI Colombia, centro de activistas e investigadoras/es que trabajan sobre el tema del desarrollo sostenible y le han dado seguimiento al proceso de debate y definición de la Agenda de Desarrollo 2030, la cual establece el derecho a la paz como un eje transversal para la realización de los nuevos objetivos mundiales

7 de septiembre de 2016

Por Mariano Quiroga, de la Agencia Pressenza

En su 29ª edición, se celebra del 5 al 11 de septiembre en Colombia la “Semana por la Paz”, una gran movilización nacional en que organizaciones, movimientos sociales y la ciudadanía del país impulsan actividades de sensibilización, debate e incidencia en defensa del proceso de paz entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En este marco, recordamos que el derecho a la paz ha sido consagrado en diversos instrumentos jurídicos y declaraciones regionales e internacionales de derechos humanos, como por ejemplo la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030 que, en su Objetivo 16, establece para los países el compromiso de “promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible”, lo que convierte el derecho a la paz como un tema transversal a la realización de todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Para comentar estos acuerdos internacionales y la importancia del proceso de paz en Colombia, invitamos a una entrevista Javier Surasky, abogado, magister en Relaciones Internacionales y miembro del CEPEI Colombia, centro de activistas e investigadoras/es que trabajan sobre el tema del desarrollo sostenible y tienen su sede en Bogotá. Además, CEPEI Colombia forma parte en la Campaña Together 2030, coalición mundial de organizaciones sociales, que ha incidido para que el proceso de diseño y definición de los Objetivos de Desarrollo Sostenible fuera inclusivo, transparente y participativo.

Surasky comenta que la divulgación del Acuerdo Final de paz entre el gobierno colombiano y las FARC es una oportunidad para empezar la construcción de la paz en el país, donde los conflictos llevan más de 30 años, siendo el lugar con más personas desplazadas en el mundo. “A partir de la aprobación del proceso de paz, deberemos trabajar para hacer que la paz sea algo palpable en la vida cotidiana. Pues, la paz no es solo la ausencia de enfrentamiento, es también aprender a convivir con el enemigo”, afirma.

Destacó, en este sentido, que la educación para la paz y los derechos humanos, tanto en lo que toca a la educación formal, como a la informal, tiene un papel preponderante en la construcción de una sociedad pacífica en Colombia. “Por un lado, el conflicto armado atenta contra la educación, pues impide que las personas puedan estar en clase en lugares de conflicto, o en el caso de los desplazados. Por otro lado, la ausencia de conflicto abre la posibilidad de trabajar con valores, como la paz y los derechos humanos, desde las escuelas y edades más tempranas, de manera que la escuela se convierta en un espacio de integración entre quienes estuvieron en una y otra parte del conflicto”.