“Privado, y a espaldas de los ciudadanos, es el modo en que se deciden las cosas en el gobierno que encabeza la Presidencia de la Nación desde el 10 de diciembre”, según el autor de esta columna en la que refiere hechos que avalan la idea.

Por Gonzalo Carbajal

Mi abuelo Ernesto era recurrente cuando le preguntaba algo, miraba a la biblioteca y me mandaba a consultar el diccionario de la Real Academia Española. No olvidaré nunca el olor de aquel mamotreto de papel de seda, pero hoy escribo conectado a Internet y su sucedáneo electrónico me entrega lo siguiente:

1. adj. Que se ejecuta a vista de pocos, familiar y domésticamente, sin formalidad ni ceremonia alguna.

2. adj. Particular y personal de cada individuo.

3. adj. Que no es de propiedad pública o estatal, sino que pertenece a particulares.

4. adj. Can. Muy contento, lleno de gozo. Estar privado.

5. m. Hombre que tiene privanza.

Estas son las primeras cinco acepciones del término “Privado” que viene del latín privātus y con el que el gobierno de Macri insinúa tener algo especial.

Es que privados son los barrios de las periferias de las metrópolis, lugares donde habitan porciones mayoritarias de sus adherentes, también responsables de provocar y agravar las inundaciones en muchas barriadas linderas.

Privado, y a espaldas de los ciudadanos, es el modo en que se deciden las cosas en el gobierno que encabeza la Presidencia de la Nación desde el 10 de diciembre. Prueba de ello es su insistencia en eludir las Audiencias Públicas obligatorias para establecer aumentos de tarifas de los servicios públicos.

Así también es la propiedad de los activos que los seguidores del PRO defienden con pasión. De esa manera – aseguran- el capital (privado también) invierte y maximiza sus beneficios, lo que a la postre derramará en riqueza para todos y todas (riqueza privada también). Para el Estado hay reservado un lugar, será el canchero que cortará el pasto para que los privados jueguen su partido.

Como contrapartida, por ejemplo, tenemos los espacios públicos a los que en cuanto se puede los vuelven menos públicos y los encierran detrás de corralitos o rejas. Así pasaron a ser las plazas de la Ciudad de Buenos Aires desde que Macri asumió la Jefatura de Gobierno.

Privada es la escena de los feriados nacionales. Para participar de ellos hay que tener pulserita, ser VIP. Así sucedió el 25 de mayo con la Plaza de Mayo cercada por vallas, el 20 de junio en el Monumento a la Bandera de Rosario y en la Plaza Independencia de San Miguel de Tucumán el 9 de julio (además privada de naranjas).

Privado para los argentinos es el acceso a las costas del Lago Escondido. Así lo mantiene el magnate Joseph Lewis en su estancia de la Patagonia, contra la voluntad de la Justicia. Justamente allí pasó Mauricio Macri sus vacaciones el verano pasado. Teniendo amigos con lagos privados, ¿por qué privarse de un descanso privado?

Privada es también la comunicación que el macrismo quiere imponer para nuestra sociedad, y por eso los cambios a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual tienden a facilitar los negocios de los privados en detrimento de los servicios públicos. Así es que la calidad de las transmisiones de la Televisión Digital Abierta (TDA) decae, al tiempo en que el espectro radioeléctrico en el que deberían circular los canales de TV abiertos libres y gratuitos es concesionado a empresas privadas paraservicios privados y cerrados de telecomunicaciones.

¿De qué otra manera, si no es porque bajo su mirada la Radio y la TV Privada es mejor que la TV Pública, se podría entender la falta de interés en sostener el importante rating que tenían los medios públicos hasta diciembre del año pasado? No se sabe aún qué opinan los periodistas que dejaron sus trabajos en emisoras privadas para pasar a Radio Nacional, pero la audiencia que los sigue no ha parado de caer y en la actualidad está en la tercera parte de lo que supo ser.

Privados son los canales de televisión que recibieron por unas pocas monedas los principales partidos de fútbol del torneo que acaba de finalizar. Y privados serán quienes gestionen el fútbol a partir del retiro del Estado y la eliminación del Fútbol para Todos.

Privado es el contenido de una comunicación que viaja por un sistema telefónico. Y ahora será igual de privado el contenido de los canales de la TV por cable ya que Macri con su DNU 267/2015 lo transformó en lo mismo. El problema ahora es que los privados que nos dan contenidos privados no tienen las obligaciones que antes tenían como limitar la inversión extranjera o no pasar de 24 licencias en todo el país. Esas y otras más, justamente para defender al público.

 Mauricio Macri reunido con Satya Nadellla, Ceo de Microsoft.
 

Cuando en enero Macri se reunió con la número dos de Facebook, Sheryl Sandberg para acordar el uso de Facebook at Work en el Estado, algunos se escandalizaron. Es que si se lleva a cabo los datos del Estado pasarán a estar en “la nube”, en un almacenamiento privado.

También en los comienzos de este año el Ministerio de Educación desmanteló el Plan Nacional de Inclusión Digital Educativa, que articulaba con el plan Conectar Igualdad para proveer netbooks y contenidos educativos a los alumnos de escuelas públicas y fue el creador del Huayra, el sistema Linux que competía en los dispositivos con el tradicional Windows. Ya en marzoalgunos medios habían denunciado que se venía el reemplazo del sistema público por el privado. Los primeros días de agosto nos enteramos que el ENACOM firmó un convenio con Microsoft, esta empresa privada “pondrá a disposición contenido educativo a todo el país a través de programas de capacitación y herramientas informáticas”.

Privados son los datos de los ciudadanos que la ANSES cederá a la Secretaría de Comunicación Pública -y cualquier otro organismo del Estado- si no prosperan las denuncias que procuran que la Justicia lo impida.

Y privada de libertad injustamente está Milagro Sala desde el 16 de enero de este año.

Es que el gobierno está constituído por CEOs que vienen de las empresas privadas. Su preocupación principal es el mundo privado, para que prosperen los negocios del capital privado. Y la cabeza es una persona que estuvo procesada por ordenar escuchas a conversaciones privadas.

Algo importante debe pasar con esa palabra. Por algo la canciller Susana Malcorra cuando le preguntaron sobre la empresa offshore que le descubrieron a Macri en los Panamá Papers lo calificó como “un asunto privado”.

Quizá tenga que ver con la última acepción que me entrega el diccionario, dice ahí que “privado” también puede ser “Plasta grande de suciedad o excremento echada en el suelo o en la calle”.

El artículo original se puede leer aquí