Para muchos, la proporción es sinónimo de belleza. También refleja cierto equilibrio y armonía en un conjunto.

Por el contrario, las “desproporciones” reflejan, a veces, cierta contradicción, fricción, desequilibrio, inestabilidad final y caídas. En los casos más extremos, como el que trata esta nota, las desproporciones toman el carácter de “monstruosas”. Monstruosas no por las implicancias estéticas. Monstruosas porque reflejan situaciones indignantes e incomprensibles. Monstruosas porque reflejan indiferencia, muerte, violencia y sufrimiento humano.

El caso que tratamos es el gasto que el sistema actual destina a las guerras en comparación con lo que los países destinan a la educación, a la salud o al bienestar de sus pueblos. Cuando hablamos de “sistema” nos referimos a la actual organización política-económica-social que detenta el poder en cada país y al poder financiero mundial, verdadero “poder detrás del poder” en todo el planeta.

Unas pocas comparaciones al azar que reflejan las “monstruosidades” que afirmamos:

  • El gasto mundial anual en armamentos es de 1,6 Billones de dólares (1.600.000.000.000 millones). Es cinco veces mayor que los recursos que se destinan a Educación y Salud juntas. i

  • Un misil Tomahawk cuesta 1,5 Millones de dólares. En un solo día, en el conflicto en Siria, un portaaviones de los Estados Unidos dispara aproximadamente 50 misiles. Total: 75 Millones de dólares en un solo día, solo en misiles, solo en uno de los conflictos mundiales. Con esta cifra se podrían construir: 400 escuelas, 20 hospitales, 30 universidades.

  • Estados Unidos, Rusia, Francia, Inglaterra, Arabia Saudita y otros países involucrados, destinan más de 6.000 Millones de dólares por mes a los actuales ataques en Siria. 72.000 Millones por año. Un estudio de la UNICEF destinado a solucionar la situación de los 500 millones de niños más pobres del mundo. Entregarles una mínima asistencia sanitaria, agua potable y condiciones higiénicas básicas, alimentación y educación elemental costaría 80.000 millones de dólares.

  • El presupuesto bélico anual de Estados Unidos es de 670.000 Millones de dólares (42% del total mundial). Es 7 veces mayor que el presupuesto que destina a la salud. Proporciones similares se repiten aún en países muy pobres de África y Asia.

Podríamos seguir ad-infinitum con comparaciones de este tipo. Podríamos trasladarlas a otros campos de la sociedad humana y la “monstruosidad” se mantendría. Por ejemplo: los recursos de los países para “salvar” a los grandes bancos supera en decenas de veces lo que dichos países necesitan para resolver sus problemas de educación, salud y vivienda. Los casos de Lehman Brothers, Citgroup y AIG en Estados Unidos (año 2008), RBS en Inglaterra, Bankia en España (año 2012), son solo unos pocos ejemplos.

Hay una pregunta para completar esta película absurda. ¿Cuál es el origen de estos recursos económicos que se destinan a guerras, armamentos y a salvar a los grandes bancos? Son del pueblo, de los impuestos que la gente paga y que directa o indirectamente se derivan a la guerra o a “salvar-multiplicar” las ganancias del sistema financiero mundial.

Entonces, el absurdo llega a su punto más alto. Los pueblos no quieren la guerra. Las guerras responden a intereses económicos y políticos de unos pocos. Todos lo saben. Los pueblos quieren la Paz. Los pueblos quieren educación, salud, vivienda, conocimiento. Los pueblos aspiran a un futuro con bienestar y amistad. Los pueblos no participan de ese “monstruo invisible” que es el poder financiero y económico mundial. Sin embargo, los pueblos observan atónitos como su trabajo y recursos se utilizan para alimentar al monstruo de la guerra y para salvar a los grandes bancos.

Impuestos-Industria bélica-armamentismo-poder financiero mundial-complicidad política-aumento de la pobreza-hambrunas-migraciones masivas-nuevas guerras y conflictos. Esto constituye un “circuito cerrado” que se realimenta y crece.

Hasta aquí unos pocos ejemplos de las monstruosas desproporciones y de lo absurdo de la situación. Son ejemplos de un sistema social violento e inhumano que domina el planeta. Algunos pocos se rebelan, muchos otros asisten indiferentes.

Algunos preguntarán: ¿qué podemos hacer nosotros hoy? ¿Qué podemos hacer como simples ciudadanos anónimos y silenciosos?

Resumo unas pocas propuestas. No son nuevas, pero profundas y verdaderas. Muchas personas en todo el mundo ya lo están haciendo.

  • Exigir a los gobernantes desmantelar los arsenales nucleares.

  • Exigir el retiro de tropas de los territorios ocupados.

  • Exigir en cada país la drástica reducción de los presupuestos bélicos y que las Fuerzas Armadas se conviertan en “Fuerzas para la Paz…y no para la guerra”.

  • Exigir a los gobiernos el aumento y priorización de los presupuestos destinados a salud y educación pública para todos los habitantes.

  • No apoyar ni votar a los partidos o políticos que apoyan el armamentismo, las guerras, la xenofobia o la discriminación étnica o cultural en cualquiera de sus formas.

  • No apoyar a los políticos que priorizan las relaciones con el sistema financiero o a las corporaciones económicas mundiales por encima de la salud, la educación y el bienestar de su pueblo.

  • Apoyar decididamente las propuestas que trabajan por la Paz y la No-violencia en cada país y en el mundo.

  • Ser individualmente coherentes con estas propuestas sociales y actuar cotidianamente en nuestro medio más cercano trasmitiendo a otros la Paz, la solidaridad y la no-violencia a la que aspiramos.

Tenemos que intentarlo. Independientemente del éxito inmediato de estas propuestas. Importa hacer crecer este mensaje en el tiempo, hasta que se convierta en un “clamor” y un “fuerte pedido” de miles de millones en cada región del planeta.

Como dijo al final de su mensaje mundial por la Paz un gran Maestro de nuestro tiempo:

Estas son las urgencias del momento…..

Esta es la causa de las mujeres y hombres valientes” ii

i Fuentes de datos: SIPRI. http://www.sipri.org. Organización Mundial de Salud: http://www.who.int/gho/es.

ii Silo. Campaña por el Desarme Nuclear Mundial (2006) y Mensaje por la Paz y la No-violencia (Berlín, 2009). Se pueden ver estos mensajes completos en: https://www.youtube.com/watch?v=m-sonB6xiTs, Y en http://www.silo.net/es/conferences/index/2.