Las principales ciudades europeas se preparan con fuertes medidas de seguridad, ante la amenaza de posibles ataques terroristas en la víspera de año nuevo.

Los atentados en Francia, ocurridos el pasado 13 de noviembre, reactivaron las alarmas en el “viejo continente”; por ejemplo, en Austria, en particular en Viena, su capital, la policía elevó el nivel de vigilancia luego de que los servicios de inteligencia de “un país amigo”, advirtiera sobre posibles atentados con explosivos o armas de fuego en sitios donde pudieran reunirse una gran cantidad de personas.

Autoridades de Ginebra se mantienen el máximo nivel de seguridad, pues persisten amenazas terroristas relacionadas a los ataques en París, mismas que son consideradas por el departamento de seguridad como reales.

En tanto, el gobierno francés anunció una reforma constitucional que le permitiría adaptarse a las necesidades actuales de la “guerra contra el terrorismo”. La ley fue aprobada por el Consejo de Ministros y se encuentra a la espera de ser votada en la Asamblea Nacional y en el Senado.

El gobierno de Bélgica también ha extremado sus precauciones y ha dispuesto que se active el nivel de alerta antiterrorista 3.

Italia aumentó la alerta antiterrorista y ha reforzado las medidas de seguridad, incluso en el Vaticano.

El Banco Central Europeo advirtió que de registrarse otros episodios terroristas en Europa, se afectará la confianza e incrementarán la aversión al riesgo en activos, lo que podría repercutir en la recuperación económica de la zona.

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