Hablamos con Pía Figueroa Edwards, activista chilena por la paz y la no-violencia. Le preguntamos sobre el humanismo como la dirección correcta a tomar, sobre sus actividades socio-políticas, sobre su estrategia. Una gran mujer, fuerte y dinámica. Con muchos objetivos para su futuro próximo en relación a la no-violencia.

Milena Rampoldi: ¿Cómo reconociste que el humanismo y el pacifismo son la dirección correcta a tomar en la vida?

Pia Figueroa: Vivíamos los años sesenta. Los de Vietnam, los Beatles, el Che Guevara. Eran tiempos en que no existía la indiferencia porque el compromiso acechaba en todas las esquinas. Lo que nos movía estaba en el alma social o en la propia interioridad. Era una cultura que clamaba libertad. En esa atmósfera de colores fosforescentes quedaba estrecho el modo de vivir en que fuimos formados.

Mi enseñanza no es para los triunfadores, sino para aquellos que llevan el fracaso en su corazón”, decía Silo en una tarjetita distribuida puerta a puerta. Reconocí de inmediato ese sentimiento. Nada de lo que el sistema ofrecía me confortaba, estaba ardiendo de necesidad por un mundo nuevo, el fracaso de las expectativas me dejaba en situación de búsqueda y las opciones que tenía a mano iban desde la droga al terrorismo armado, pasando por un viaje a Katmandú, el psicoanálisis o la teología de la liberación.

En esos sesenta convulsionados y radicales, mientras novedosas pantallas de televisión transmitían los pasos ingrávidos del primer ser humano que pisaba la Luna, un hombre simple vestido con overol blanco, desde los pies del Monte Aconcagua daba su primera arenga pública ante algunos cientos de seguidores que concurrieron a escucharlo pese al viento y la nieve, desafiando los nidos de ametralladoras con que custodiaban los gendarmes del gobierno argentino de Onganía.

Fue la arenga conocida como “La Curación del Sufrimiento” que Silo dio el 4 de mayo de 1969, proponiendo una vía no-violenta para la transformación del mundo y la superación de nuestra propia violencia interna. Entre los asistentes, se encontraba el chileno Antonio Carvallo, impulsor de los primeros grupos en mi ciudad y mediante quien me resultó fácil incorporarme.

Así comenzó la aventura del Humanismo, un camino de profundas transformaciones personales y sociales que fui recorriendo durante las décadas sucesivas, llegando hasta los confines de la mente y también a los lugares más lejanos en nuestro planeta.

MR: ¿Cuáles son los principios más importantes de tu actividad socio-política?

PF: “Trata a los demás como quieres que te traten a tí”. Es por el ejercicio de la no-violencia y la no-discriminación que nos estamos orientando hacia la futura Nación Humana Universal.

Tal como Silo dijo en la Cumbre de los Premios Nobel de la Paz: “Como todos hemos captado, se ha instalado en nuestras sociedades la temática ecológica y la defensa medioambiental. Aunque algunos gobiernos y ciertos sectores interesados nieguen el peligro que entraña la desatención al ecosistema, todos se están viendo obligados a tomar medidas progresivas por la presión de las poblaciones cada día más preocupadas por el deterioro de nuestra casa común. Hasta nuestros niños son cada día más sensibles a los peligros del caso. En los centros de enseñanza más elementales y a través delos medios informativos, se pone cuidado en el tema de la prevención del deterioro y nadie puede escapar a estas preocupaciones.

Pero en cuanto a la preocupación por el tema de la violencia llevamos un notable retraso. Quiero decir que no está instalada todavía a nivel general y global la defensa de la vida humana y de los más elementales derechos humanos. Aún se hace apología de la violencia cuando se trata de argumentar la defensa e incluso la “defensa preventiva” contra posibles agresiones. Y no parece experimentarse horror por la destrucción masiva de poblaciones indefensas. Únicamente cuando la violencia nos roza en nuestra vida civil a través de hechos delictivos de sangre nos alarmamos, pero no dejamos de glorificar los malos ejemplos que envenenan a nuestras sociedades y a los niños ya desde la más tierna infancia.

Es claro que aún no está instalada la idea ni la sensibilidad capaz de provocar un repudio profundo y un asco moral que nos aleje de las monstruosidades de la violencia en sus diferentes rangos.

Por nuestra parte, haremos todos los esfuerzos necesarios para instalar en el medio social la vigencia de los temas de la Paz y la No Violencia y es claro que el tiempo llegará, para que se susciten reacciones individuales y también masivas. Ese será el momento de un cambio radical en nuestro mundo”.

MR: ¿Qué es para ti, personalmente, el humanismo y el pacifismo?

PF: Es aprender a dar el salto cualitativo que nuestra especie está necesitando, a fin de poder vivir en condiciones en las que todo ser humano tenga posibilidades de desarrollarse sin tener que experimentar dolor o sufrimiento. Implica una audacia extraordinaria. ¿Hay algo más importante, más fascinante que ésto?

MR: Por favor cuéntanos lo más interesante de tus libros.

PF: Más bien me gustaría comentarte lo que la gente ha hecho con mi último libro, “Silo, el Maestro de nuestro tiempo”: lo han traducido al Inglés, Francés, Italiano y Portugués, incluso algunos de los relatos han sido traducidos al Húngaro, Checo y Griego. Además de circularlo como e-pub y en otros formatos digitales, ha sido impreso en estos distintos idiomas y por supuesto en la versión original en Español. La gente ha organizado presentaciones públicas del libro en universidades, librerías, salas, ferias del libro, teatros, galerías de arte, etc, transformándolo en una verdadera experiencia de inspiración y alegría. Lo he presentado ya en 36 ocasiones, ninguna de ellas igual a la otra – ya que responden a la cultura del lugar y a las necesidades de quienes organizan cada evento – y todavía tengo que ir a México a fines de año y a Grecia en el próximo, para encontrarme con estas personas extraordinarias que están leyendo sobre Silo y buscando compartir su mensaje y sus propuestas.

MR: ¿Por qué es tan importante escribir para cambiar el mundo?

PF: Bueno, en realidad, no escribo sólo libros o estudios de investigación. Mi principal actividad es escribir y editar para Pressenza, agencia de prensa internacional centrada en la no-violencia, el desarme, el humanismo, la no-discriminación y los derechos humanos, tal como hacen muchos otros voluntarios alrededor del mundo. Diariamente estamos dando opinión respecto de lo que sucede, proponiendo una manera diferente de mirar los hechos, buscando actitudes inclusivas y de reconciliación, proponiendo una alternativa no-violenta frente a los actuales conflictos y las distintas formas de discriminación. Estamos entrevistando a tanta gente que comparte esta nueva sensibilidad y construye nuevos modos de organización, movimientos sociales y expresiones culturales nuevas, propuestas políticas y económicas alternativas, con quienes estamos formando una amplia red de relaciones ya que compartimos las aspiraciones por un nuevo horizonte humanizado.

Tengo certeza de que si el punto de vista humanista se difundiera más, se construiría otro futuro, dado que asumiríamos que es posible organizar una sociedad de modo diferente y de que somos una enorme mayoría de gente los que clamamos por equidad, desarme, reciprocidad y transparencia.

MR: ¿Cuáles son las 4 cosas más importantes que le gustaría transmitir a la nueva generación?

PF: Creo que habría que atender mucho a los jóvenes, ellos son el futuro que viene. Ellos empiezan con lo nuevo, eso es seguro. Porque las generaciones no se suceden mansamente, se suceden siempre con choque y dialéctica generacional. Los valores que han instalado los mayores no les interesan. Las generaciones no se suceden tranquilamente. Ya se está viendo y no es nada de difícil entenderlo. Lo que pasa es que ellos no tienen las mismas valoraciones.

¡No te sorprendas que esta vez puede ser al revés! No vaya a ser que los otros, los mayores, resulten ahora ser superficiales y sean los jóvenes quienes logren profundidad. Está apareciendo la gente joven. Son otra cosa, son algo extraordinario. Están satisfaciendo nuestras expectativas. Los otros, los mayores de cuarenta años, ya han tenido su oportunidad, ¿y qué han hecho sino instalarse cómodamente? No parecen haber cambiado sustancialmente nada. No han hecho otra cosa sino haber encontrado su lugarcito confortable en el sistema. Los más jóvenes buscan referencias, no en los medios de difusión masiva ni entre los de cuello y corbata. Basta ponerse en sintonía con los muchachos y lo percibirás. Aquí en Chile, en España, Grecia, Hong Kong, Estambul, Sao Paulo o en Nueva York.

Los jóvenes están apareciendo en la escena pública de todas las latitudes, son un fenómeno mundial, muy activos, muy desordenados, pero con nuevos impulsos, creativos, rebeldes. Ahí están moviéndose. Está apareciendo esa nueva franja generacional. Los jóvenes no quieren participar de nada que les resulte contradictorio, no quieren ser cómplices de las asquerosidades que ven. ¡Qué menos con las presiones que tienen!

Estamos advirtiendo la presencia de una generación nueva que ya está en marcha sobre el escenario histórico y que sin duda está produciendo sus manifestaciones. La fraternidad y la justicia han vuelto a encontrar espacio en el corazón de los jóvenes. Esto está ya sucediendo y sólo tenemos que aprender de ellos, apoyarlos, ayudarlos si podemos hacerlo. Simplemente me gustaría poderles transmitir esperanza, alegría, mi apoyo y mi agradecimiento.

MR: ¿Qué ha logrado usted con su trabajo y cuáles son sus objetivos para el futuro inmediato?

PF: Tal vez un poco de coherencia… Trato de sentir lo que pienso que es correcto y de hacer lo que creo que es importante, de modo que no hay contradicción entre lo que pienso, siento y hago. ¡Y eso es ya tanto! En cuanto al futuro inmediato, siento que estoy lanzada en esta dirección y que seguiré avanzando, dando difusión a las propuestas para un mundo en el que prime la paz y la no-violencia.

Entrevista de Milena Rampoldi – ProMosaik e.V.