La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, anunció la destrucción de 20.000 armas, que ascenderá a 292.366 el número de armas destruidas en la última década. “Este gobierno ha destruido más armas que ningún otro gobierno en la historia”, afirmó la presidenta, que también informó que en esta década bajaron drásticamente los permisos para portación de armas en manos de la sociedad civil.

La Presidenta inauguró hoy el Banco de Materiales Controlados (Banmac), que permitirá almacenar armas, municiones o pirotecnia secuestrada o decomisada para su destrucción. Al acto asistieron el ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Julio Alak; y el secretario de Justicia, Julián Alvarez, entre otros funcionarios.

En medio de un acto multitudinario en el partido de San Martín, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró el Banco de Materiales Controlados (BANMAC), el depósito de armas, municiones y pirotecnia, más grande del país. Allí, se refirió al proyecto de ley para reemplazar el Registro Nacional de Armas (RENAR) por una Agencia Nacional de Elementos Controlados.

La decisión de centralizar todas las armas en un solo lugar marca un salto histórico en la historia nacional, en lo que tiene que ver con armas de fuego. “No van a estar en las comisarías, ni en los juzgados”, aseguró la Presidenta.

Un proyecto para crear una Agencia Nacional de Elementos Controlados

Sobre el proyecto de reemplazo del RENAR por la Agencia Nacional, Cristina resaltó la importancia de “que sea una política de Estado”. “Hay un proyecto de ley presentado por el diputado (Eduardo) Wado de Pedro que implica un cambio de organismo para el sistema de control de armas en el país”, explicó a Infojus Noticias Matías Molle, director del RENAR, que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. “Nosotros creemos que la nueva agencia tiene que tener entre sus funciones la prevención de la violencia armada. No solo registrar, controlar, fiscalizar, sino tratar de reducir el circulante de armas. Y trabajar en cambios culturales, también. Porque el desarme implica todo un cambio cultural en la sociedad y creo que la nueva agencia va a tener entre sus objetivos este fin”, agregó Molle.

Durante la inauguración del BANMAC, la presidenta estuvo en el centro del escenario acompañada por la ministra de Seguridad de la Nación, Cecilia Rodríguez, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, el secretario de esta cartera, Julián Álvarez y el gobernador bonaerense, Daniel Scioli. Más atrás estaban el ministro Florencio Randazzo e intendentes de varias localidades del conurbano como Lucas Ghi, de Morón, Patricio Mussi, de Berazategui, Hugo Curto, de Tres de febrero y Fernando Espinoza de La Matanza. También estuvieron el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, la diputada, Juliana Di Tullio, el candidato a jefe de gobierno porteño, Mariano Recalde, y el secretario de la presidencia, Eduardo “Wado” De Pedro.

En las primeras filas estuvieron la diputada Diana Conti, la subsecretaria de Acceso a la Justicia, Florencia Carignano, Ernesto Kreplak, el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda, y Esteban De gracia, subsecretario de Coordinación y Control de Gestión Registral.

La presidenta resaltó que el BANMAC es “el único banco en todo el país para lograr políticas de desarme”. Y que para poder logarlo fue necesario “la decisión de hacerlo, los recursos y la realización en sí”. Y resaltó la distinción que en 2013 la Argentina recibió de parte de Naciones Unidas por su trabajo en la materia.

Los peligros que supone en una casa la tenencia de un arma, ya sea en el marco de un accidente doméstico o en una pelea entre vecinos, o entre los mismos integrantes de la familia, fueron algunos de los ejemplos que la presidenta usó para mostrar la importancia del desarme. Hizo también referencia a la “reducción de portación”, que en los últimos años bajó drásticamente.

Antes de que empiece el acto, la Presidenta había recorrido junto a Álvarez, Alak, Scioli, Randazzo y Molle, el galpón de 2000 metros cuadrados, que equivale al almacenamiento provisorio de 100 mil armas, en el que se guardaran las que son para destruir y las que están involucradas en procesos judiciales y policiales. Mientras ellos se desplazaban por el interior del lugar, las cámaras tomaban el recorrido y lo reproducían por las pantallas gigantes. Decenas de enormes de cajones de maderas repletos de armas, escopetas. Miles que fueron entregadas en el Plan de Desarme Voluntario, y otras tantas que fueron decomisadas en operativos, allanamientos e investigaciones judiciales. Todas centralizadas en un solo lugar y con todas las normas de seguridad de última generación, dando respuesta a una problemática de años. La inversión en el lugar fue de 17 millones de pesos.

El mediodía soleado, permitió que los miles de manifestantes disfrutaran de la presentación, que tuvo uno de sus picos máximos cuando apareció la Presidenta en el escenario al ritmo de Día Perfecto, de Estelares. “Ahí está, ahí llegó se decían unas a otras las mujeres que esperaban la llegada de la jefa de Estado desde las primeras horas de la mañana. Habían llegado de todo el conurbano para verla.

Un país integrado

Desde el escenario la presidenta habló en video conferencia con Santiago del Estero, donde se inauguraba un nuevo laboratorio forense. El número 18 del país. Ahí estaba la gobernadora Claudia Ledesma Abdala, junto al subsecretario de Política Criminal, Luciano Hazan, y otros funcionarios provinciales y nacionales. Fernández de Kirchner resaltó la «celeridad” y el “avance cualitativo” que este laboratorio presentará para “esclarecer un hecho delictivo”. También habló con una becaria del Conicet y resaltó la inversión que se hizo en estos más de diez años en recursos humanos.

Más tarde fue el turno de la comunicación con San Miguel, donde estaba el secretario de Seguridad, Sergio Berni, en la sede de gendarmería en Campo de Mayo. Berni, que estaba acompañado de dos jueces federales, anunció la presentación de dos hornos biolíticos para la zona norte del país. Estos hornos, fabricados en el país con piezas nacionales, permitirán quemar toda la droga que sea decomisada. “La lucha contra el narcotráfico no se hace desde el atril sino desde el territorio”, aseguró Berni, que destacó la importancia de dotar a los representantes de la justicia de todos los elementos para combatir la problemática. “No le queda ninguna pizquita a nadie”, ironizó la presidenta. Y recalcó que en juzgados como el de Orán, Salta, uno de los puntos más marcados por el narcotráfico, sólo trabajan 22 personas, mientras que “acá vemos juzgados con 200 contratos”, comparó.

Sobre el final la Presidenta aseguró “hemos hecho más de lo que hemos dicho” y se preguntó qué gobierno podía decir lo mismo.

Después se comunicó con Baradero, donde estaba la ministra Deborah Giorgi en la inauguración de la nueva línea de la ampliación de la línea de producción de fiambres y embutidos de la firma brasileña BR Foods.

Fuente: Infojus Noticias