La información escueta es que un jugador de fútbol, Leonel Messi, convirtió tres goles en el 5-1 de Barcelona a Sevilla. La consecuencia, es que se convirtió en el máximo anotador de la historia de la Liga española, con 253 goles, a los 27 años. Superó así, por dos tantos, la cifra alcanzada por el vasco Telmo Zarra, quien ostentó durante 59 años esa marca

En pleno tiempo de juego -iban 77 minutos de 90- sus compañeros hicieron una pausa para levantarlo y lanzarlo al aire en medio de vítores, celebrando como en una estudiantina. Messi se abrazó con cada uno y fue hasta una cámara de televisión, se llevó el dedo pulgar a la boca y le dedicó su logro a su hijo Thiago. Con ese gol y esos gestos, ha entrado humildemente en el Olimpo del fútbol. La prensa deportiva del mundo lo considera el mejor jugador del momento y otros muchos, el mejor de la historia, aunque algunos piensan que aún no alcanza el nivel de Diego Maradona. El tiempo lo dirá.

Leonel Messi ha convertido todos esos goles en el mismo club y, por ende, en la misma Liga. Lo ha hecho en una época -la actual- en que se anotan pocos goles y los resultados son ajustados; en la década del 30, el 40 y el 50 las delanteras tenían tal preeminencia sobre las defensas que las goleadas eran frecuentes. La edad del astro hace impredecibles sus logros futuros.

El tanto que consolidó el registro máximo fue una asistencia de Neymar Juniors, quien le devolvió una pelota que le había pasado Messi, cuando el brasileño estaba en posición de tirar al arco (la portería, como dicen en España). Leonel lo hizo y segundos después era abrazado por su amigo. Recordemos que en el Campeonato Mundial 2014, realizado en Brasil, cuando el equipo local estaba fuera de competencia le preguntaron a Neymar quien le gustaría que ganara y él respondió: “Argentina. En ese equipo juega mi compañero y amigo Leonel Messi”. Son gestos. De grandes personas, jugadores de fútbol, deportistas que están por encima de los chauvinismos.

El éxito no ha podido envenenar al jugador y al ser humano Leonel Messi. Es un chico que gusta de jugar al fútbol y lo hace en un nivel superlativo; pero no ha perdido la humildad y busca divertirse con sus compañeros y así como ha hecho goles les ha facilitado a otros que lo hagan. Quienes le admiramos y queremos hacemos votos para que mantenga sus cualidades personales tanto como las futbolísticas.

El primer gol que hizo Messi en esa Liga donde ahora es rey por mérito propio y por la ayuda de sus compañeros, fue al equipo de Albacete (2005) y también por asistencia de otro brasileño, Ronhaldino, su protector entonces. Ambos casos son significativos de que buena parte del encanto del fútbol es el trabajo en equipo, la solidaridad y la amistad entre los hombres que lo practican.

Rescatamos las palabras de Messi sobre su gesta: “Cuando marqué ese gol, el primero en la Liga, no imaginaba superar ningún récord y menos aún al gran Telmo Zarra. Hoy lo pude cumplir gracias al apoyo de muchísimas personas que me han ayudado durante estos años. El récord es para todos ellos. Gracias por haber estado siempre conmigo. También para quienes me apoyaron y ya no están con nosotros. Los sigo teniendo muy presentes. ¡Gracias a todos!”.

Lo dicho: Leo es un grande.