El martes 4 se realizaron las elecciones de medio término en los Estados Unidos de Norteamérica para renovar los 435 escaños de la Cámara de Representantes, un tercio de las 100 bancas del Senado y 36 gobernadores. La abstención fue significativa, como es habitual en una democracia formal y devaluada y el tema crucial de esta elección -la composición del Senado- resultó una catástrofe anunciada para el gobierno de Barack Obama. Ahora no tiene mayoría en ninguna de las ramas del Congreso.

En gran medida esta elección refleja la precariedad decisoria de los presidentes de los EE.UU, que son designados por los factores de poder real (léase Capital Financiero, Complejo industrial militar, Grandes Corporaciones) antes que por una ciudadanía que no se molesta en concurrir a votar.

El descalabro de Obama ha sido creciente y las encuestas previas revelaban un alarmante 40 por ciento de adhesión con lo que estaba cantado el decaimiento de su figura política. Paralelamente, la señora Hilary Clinton posaba con gobernadores que gambetearon a Obama para colocarse en un lugarcito con futuro. El libreto del espectáculo de la democracia del bi partidismo -en rigor, un único partido a la hora de las decisiones importantes para los intereses que los catapultan- prevé ahora -es probable- la presidencia de una mujer; algo tan impensable el siglo pasado como el advenimiento de un afro descendiente al Ejecutivo. Es probable porque quedaría muy bien y es una tendencia que va para moda.

Nada importante va a cambiar excepto que se revisarán los pocos beneficios populares (seguro de salud… la reforma sanitaria, la promesa de una regularización de los inmigrantes y alguna cosa más) que aportó Barack, además del servicio publicitario a una imagen de modernidad en la democracia formal. No podrá aprobar ni un proyecto que no sea de origen o aceptación republicana y, a lo sumo, podrá vetar alguna ley. O sea: que bien puede darse por finalizado su “mandato”.

Al parecer, ya todos piensan en 2016. “La batalla para suceder a Obama ha empezado e incluye a pesos pesados del Senado -los republicanos Rand Paul, de Kentucky, o Marco Rubio, de Florida son figuras emergentes- y a la favorita, la demócrata Hillary Clinton” afirma hoy el diario El País. Otros analistas coinciden y esto da certezas sobre el comportamiento de los republicanos (más a la derecha desde el Tee Party) en el Congreso: van a tratar de sumar voluntades para un triunfo en las presidenciales. Que lo logren o no es otro tema.

Lo más preocupante, desde nuestra óptica, es la abstención. El rechazo de los ciudadanos a hacerse cargo de su compromiso cívico es un dato a analizar con cuidado. Por lo pronto, consignamos que hemos buscado por horas y hace apenas  unos minutos (30’) encontramos un blog que relata dificultades similares pero brinda la siguiente información: “Pues ahí lo tienen: de 206 millones de posibles votantes, sólo 145 habían sido registrados como tales, pero de ese número, únicamente hicieron uso su derecho no más de 60 millones. Los porcentajes iban desde el 45% en Michigan al 24% en Florida” *

Las cifras -no definitivas- de la participación reflejan que la responsabilidad de lo que ocurre al interior de los Estados Unidos, no es  sólo maldad de los poderes fácticos, sino de una ciudadanía desmovilizada y atónita (sin tono, pasmada) que no cree en sí misma y tiene miedo. Hay que pensar que desde la Ley antiterrorista y las Guerras preventivas, los ciudadanos estadounidenses se han quedado sin derechos civiles y están sometidos al espionaje legal por parte del Estado a través de 16 agencias. Ciudadanos rigurosamente vigilados en tiempo real.

Hay muchas hipótesis rondando la estatua de la libertad pero es mejor esperar los hechos. Porque no es la primera vez que un Imperio tiene dificultades internas y estos conflictos suelen ser los factores que provocan su derrumbe.

El aumento de la conciencia popular y las acciones concretas de parte de la población -“Ocupemos Wall Street” es un ejemplo- puede ser el comienzo del camino que recorra el pueblo de los Estados Unidos para dar vuelta esta situación y lograr una democracia real. Mientras  eso no ocurra los pocos ciudadanos que se animan a votar, lo hacen en vano.

https://tenacarlos.wordpress.com/2014/11/06/otro-ganador-en-las-elecciones-u-s-a-la-abstencion-de-mas-del-60-del-electorado/

http://luisammann.com/2014/11/05/ee-uu-no-votar-en-vano/