Las protestas prodemocráticas se intensificaron en Hong Kong, donde se ha lanzado una campaña de desobediencia civil, en abierto desafío a la limitada reforma electoral aprobada en agosto por el Parlamento chino.

La tensión sigue muy alta en las calles de Hong Kong adyacentes a la sede del gobierno local, donde miles de personas siguen congregadas en protesta contra la reforma electoral, bajo la estrecha vigilancia de cientos de agentes de policía. Más de mil manifestantes rodearon hoy (28.09.2014) oficinas del Gobierno y bloquearon calles en Hong Kong para protestar contra la decisión del régimen comunista chino de restringir las libertades electorales en la antigua colonia británica. Previamente, la policía había bloqueado las calles que dan acceso a la ruta que sigue la manifestación por la democracia para impedir que los hongkoneses se unieran a las protestas. Las fuerzas del orden conminaron a cientos de manifestantes que se encuentran dentro del cerco policial a que abandonaran «la concentración ilegal».

«Muchos amigos míos no pueden llegar adentro para unirse a la protesta. Los que estamos dentro del cordón policial tenemos la responsabilidad de seguir hasta el final», explica Jerry Yu, un manifestante de 33 años. El movimiento de protesta denominado Occupy Central había proclamado en la noche del sábado el comienzo de una «era de desobediencia civil» en la región administrativa especial china. Asimismo, el movimiento anunció que comenzaría inmediatamente a llevar a la práctica su amenaza de ocupar el distrito financiero de Hong Kong, que se llama Central.

«Ocupación ilegal» del distrito Central

Occupy Central decidió adelantar sus planes de ocupación para capitalizar el auge del movimiento de protesta estudiantil. Más de 60.000 estudiantes habían asediado la semana pasada varios edificios gubernamentales en Hong Kong. La policía informó que durante tres días de protestas había detenido a 78 manifestantes. El sábado habían resultado heridos 29 estudiantes y policías durante los peores enfrentamientos registrados desde que comenzó la ola de protestas.

El jefe ejecutivo de Hon Kong, Cy Leung, compareció de urgencia en rueda de prensa para anunciar una nueva ronda de consultas políticas, con el fin de intentar frenar la tensión de los últimos días, aunque reconoció que habrá que cumplir la reforma electoral aprobada en agosto por las autoridades de Pekín. Leung urgió a los habitantes del territorio a no participar en protestas «ilegales», y advirtió de que su gobierno está «decidido» a poner fin a la «ocupación ilegal» del distrito Central de la ciudad, y que la policía va a «manejar la situación de forma apropiada y de acuerdo con la ley».

Las protestas se desataron después de que el régimen comunista en Pekín diera a conocer una reforma electoral que prevé elecciones directas en 2017, pero sin la libre designación de candidatos. Tras la devolución de la antigua colonia británica a China, Hong Kong tiene un régimen político autónomo basado en el principio de «un país, dos sistemas».

MS (dpa/efe)