El gobierno de Barack Obama impuso un nuevo conjunto de sanciones a Rusia por el apoyo que brinda a los rebeldes separatistas en Ucrania. Al anunciar las medidas en Washington, el Presidente Obama dijo que las mismas apuntan a la economía de Rusia, pero negó acusaciones respecto a una nueva Guerra Fría.

Obama sostuvo: “Si Rusia continúa su línea actual, el costo para Rusia continuará aumentando. Hoy se trata de un recordatorio de que Estados Unidos habla en serio al afirmar que vamos a reunir a la comunidad internacional para defender los derechos y la libertad de las personas de todo el mundo. Hoy, sobre la base de las medidas que anunciamos hace dos semanas, Estados Unidos impone nuevas sanciones a sectores clave de la economía, la energía, las armas y las finanzas rusas. No se trata de otra Guerra Fría. Se trata de un asunto muy específico vinculado a la negativa de Rusia de reconocer que Ucrania puede trazar su propio camino”.

Las nuevas sanciones continúan evitando afectar a importantes emprendimientos rusos en el sector del petróleo y el gas, los cuales implican vínculos con las gigantes petroleras ExxonMobil y BP. La Unión Europea aprobó también sus más severas sanciones contra Rusia, al prohibir las importaciones y exportaciones de armas. El plan de la UE establece una excepción para Francia, al permitirle completar un acuerdo por 1.700 millones de dólares relativo a dos ambiciosos buques de guerra. Las sanciones se dan a continuación del derribo este mes del vuelo 17 de Malaysia Airlines, que provocó la muerte de la totalidad de los 298 pasajeros que se encontraban a bordo. Los gobiernos de Ucrania y de Estados Unidos afirman que el avión fue derribado por los separatistas con misiles proporcionados por Rusia, afirmación que tanto Rusia como los rebeldes han negado. Investigadores internacionales siguen sin poder llegar al lugar en que se estrelló la aeronave debido a intensos combates entre el gobierno de Ucrania y los rebeldes. El gobierno ucraniano afirma que ha tomado control de una localidad clave en la periferia de Donetsk, bajo control rebelde, con una violencia que ha causado la muerte de diecinueve personas en las pasadas 24 horas.