El proyecto persigue exigir que se dé acceso al área en el que cayó el avión y se facilite una investigación internacional.

Las potencias occidentales acusan a Moscú y los separatistas prorrusos de poner trabas a las pesquisas.

Australia ha presentado al Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución para exigir que se dé acceso al área del siniestro del vuelo MH17 de Malasya Airlines en el este de Ucrania y se facilite una investigación internacional, indicaron hoy fuentes diplomáticas.

El movimiento se produce en medio de críticas de las potencias occidentales por las trabas que, a su juicio, las milicias prorrusas y Moscú están poniendo a las pesquisas y a la hora de acceder a la zona donde se encuentran los restos del avión.

El texto ha sido circulado durante el fin de semana a los otros catorce miembros del Consejo, que se pronunciará a priori la próxima semana.

Francia, a través de un mensaje en Twitter de su embajador, Gérard Araud, ya ha expresado su respaldo a la iniciativa, que necesitaría el visto bueno de Rusia para salir adelante.

El viernes, en una reunión de urgencia, Occidente y Rusia ya dejaron claras sus diferencias en torno a la tragedia, con Estados Unidos y sus aliados apuntando a los rebeldes ucranianos como responsables del suceso y con Rusia culpando a las autoridades de Kiev por permitir a aviones civiles sobrevolar una zona de conflicto.

Sin embargo, las dos partes se unieron para aprobar una breve declaración en la que ya se reclamaba una «investigación internacional completa, exhaustiva e independiente» y «acceso inmediato a los investigadores al lugar del siniestro».

El texto fue respaldado por unanimidad, pero al no ser una resolución, no tiene carácter vinculante.

Desde entonces, ha aumentado la tensión entre las dos partes por los supuestos obstáculos que las milicias prorrusas están poniendo a la investigación.

A lo largo del fin de semana, las potencias occidentales y sus representantes ante la ONU denunciaron esas prácticas.

Entre ellos, la embajadora estadounidense, Samantha Power, denunció en las redes sociales que los milicianos prorrusos se llevaron cuerpos de la escena del suceso amenazando con armas a los equipos de emergencias.

Australia, que perdió a 28 nacionales en el siniestro, ya había adelantado su intención de pedir al Consejo de Seguridad una resolución, al considerar que la declaración del viernes es insuficiente.

La ministra australia de Exteriores, Julie Bishop, viaja hoy hacia Estados Unidos para liderar esa demanda y para reunirse en Washington con expertos en seguridad e inteligencia.

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