Un nuevo informe revela la manera en que funcionarios del cumplimiento de la ley estatales y locales de los llamados “centros de fusión” en todo el país controlaron de cerca las actividades cotidianas del movimiento Occupy Wall Street.

Una recopilación de correos electrónicos e informes obtenidos por el grupo Partnership for Civil Justice Fund y proporcionados al New York Times reveló acciones coordinadas a gran escala por parte de funcionarios federales y locales junto con contratistas de seguridad, intereses corporativos y militares para compartir minuciosos detalles sobre las protestas pacíficas y eventos de oratoria de Occupy.

Los centros de fusión han recibido cientos de millones en fondos federales desde su creación después del 11 de septiembre de 2001, pero un informe del subcomité del Senado halló que no han arrojado ninguna información significativa para la lucha contra el terrorismo.