Ante el proyecto de ley que el Ministerio del Interior español está preparando, el Partido Humanista de España ha lanzado su opinión, denunciando la política cruel que está llevando adelante el Partido Popular en el poder, en el comunicado que transcribimos a continuación.

«Empezaron con los derechos sociales, con la reforma laboral. Y nos dijeron: ustedes no tienen derecho a tener una mínima seguridad en el empleo, y no tienen derecho a rechistar  frente al poder empresarial, no tienen derecho tampoco a cobrar tantas prestaciones si son despedidos. Y si les bajamos el sueldo a la mitad o despedimos a unos miles de trabajadores no intenten hacer huelga porque eso también lo vamos a quitar.

Luego siguieron con la salud,  y dijeron:  ustedes no tienen derecho a  una sanidad pública y gratuita porque no tienen todos los requisitos y tendrán que pagarla de nuevo, no tienen derecho a  consumir tantos medicamentos si no los pagan dos veces, no tienen derecho a opinar y mucho menos a decidir  sobre lo que nosotros hacemos con los hospitales y centros de salud que se levantaron con el esfuerzo de generaciones y podemos privatizarlos y ponerlos en manos de quien queramos, no tienen derechos porque les falta este papel, o porque están desempleados, o porque su enfermedad es muy rara.

Y a continuación con la educación, y nos explicaron: ustedes no tienen derecho estudiar en la universidad si no pueden pagarlo, ni derecho a  becas de libros o de comedor, ni a escuelas públicas con suficientes recursos, y como no tienen derecho a ayudas, si las necesitan mejor no estudien.

Después la seguridad social, que ya ni es segura ni es social, porque ustedes dijeron:  no tienen derecho a  que se mantenga el poder adquisitivo de sus pensiones y cobrarán menos cada año y por supuesto que no tienen derecho a que el Estado garantice su nivel de protección actual.

Y también siguieron con la justicia y nos avisaron: no tienen derecho a  una justicia gratuita, si quieren defender sus derechos tienen que pagar, y tampoco se crean que son ustedes dueños de su cuerpo porque  no tienen derecho a decidir sobre su embarazo, y si se atreven a interrumpirlo sin consentimiento se atendrán a las consecuencias.

Y ahora según la Ley que prepara el Ministerio del Interior nos dicen: “Ustedes tampoco tienen derecho a  protestar, si les han desahuciado los bancos no se les ocurra  venir a molestar a los próceres de la patria que han defendido a los bancos de tantos ataques injustos,  si ya no pueden estudiar no se les ocurra acercarse a merodear a las sedes de las instituciones que sancionan estas leyes,  si no tienen asistencia sanitaria  no convoquen manifestaciones ni algaradas callejeras que perturben nuestra tranquilidad, si no tienen trabajo o no se resignan a ser  nuestros esclavos ni pueden pagar la vivienda, la luz, la calefacción, el agua  y si no se  conforman y se quedan calladitos, entonces es que sobran y mejor márchense de este país”

Y por si alguien quiere venir sin su permiso, en las vallas que guardan las fronteras de Ceuta y Melilla han instalado cuchillas.

Esto sí que es violencia y no el “vandalismo” en las calles

¿Y si damos la vuelta a la situación?. Si la pena es de 30.000 euros por manifestarse sin permiso o de hasta 600.000 euros si se hace un escrache, ¿cuál sería la pena por violar derechos sociales básicos, como el derecho a la salud, a la educación, a la vivienda. ¿Cuál sería la pena por vulnerar la libertad de expresión o de manifestación? ¿Cuál por violar los derechos humanos y atentar contra el futuro de todas y todos?. ¿Cómo se verá esta situación en una sociedad donde la prioridad sea la protección de las personas y donde el progreso y el bienestar de todos esté por encima de los intereses de unos cuantos?

El Partido Humanista  denuncia la política cruel y anti-humanista que está ejecutando este Gobierno en contra de la gran mayoría de la población. Son ustedes los que no tienen derecho  a maltratar, discriminar y violentar, y estas leyes, con toda seguridad, en el futuro serán consideradas  ejemplo de un sistema caduco y antihumano».