Por Equipo Otramérica / Varias fuentes

El Presidente del Ecuador, Rafael Correa, calificó como una traición la iniciativa que apoyan diputados y diputadas de la Alianza País por despenalizar el aborto en su país. Anunció que si se llegaba a aprobar, renunciaría a la primera magistratura del país. Se impuso su posición.

Como una traición y “una puñalada al proceso revolucionario” y “al Presidente de la República” calificó el mandatario del Ecuador, Rafael Correa, la iniciativa que apoyan al interior de la gobernante Alianza País por despenalizar el aborto en el país del centro del mundo. Incluso anunció que si se llegaba a aprobar, renunciaría a la primera magistratura del país.

El movimiento que promueve un grupo de diputados y diputadas dentro de Alianza País, para modificar el Código Integral Penal, y que se debate en la Asamblea Nacional en segunda instancia para despenalizar el aborto, “es simplemente una traición”, señaló Correa en una entrevista que ofreció a un canal de televisión.

Durante la entrevista, dijo que “si siguen las traiciones y deslealtades yo presentaré mi renuncia al cargo (…) estoy dando una exclusiva (…) y la historia sabrá juzgar”, expresó el mandatario en la entrevista.“Jamás aprobaré la despenalización del aborto más allá de lo que consta en las actuales leyes”, enfatizó.

La diputada Paola Pabón, quien defendió los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, y con ello eliminar las penas para las mujeres que optaran por la interrupción del embarazo respondió: «Aquí no están los traidores, compañero Presidente, los que defendieron el Yasuní, Ley de Comunicación, 30-S. Con el inmenso cariño que te tenemos, te decimos que esta vez te estás equivocando”, pero acto seguido agregó que por “la unidad de esta bancada, por la unidad de mis 100 compañeros asambleístas, retiro mi moción para que este bloque no tenga la posibilidad de evidenciar una ruptura«, en una intervención que hizo en el hemiciclo de la Asamblea Nacional el jueves 10 de octubre pasado.

Correa expresó que por sus principios defendería la vida. Visiblemente molesto, señaló que estaba harto, y que a él le ha “costado mucho más trabajo enfrentar las traiciones de los supuestos amigos que los aciertos e los enemigos”, y de que “se llenen la boca hablando de democracia. Toman decisiones y luego hacen todo lo contrario”, opinó el Presidente del Ecuador.

Ese jueves por la noche, los parlamentarios votaron el tema del aborto, y 80 de los cien apoyaron la postura oficialista y los otros veinte apoyabaron la despenalización en caso de violación, con lo cual se mantuvo la línea de Alianza País, defendida por el primer mandatario.

Por su parte, la segunda vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Marcela Aguiñaga -ex ministra del medio ambiente de Correa-, la decisión de su alianza se sustenta en el artículo 45 de la Constitución, que establece que el Estado tiene la obligación de proteger la vida desde la concepción, y agregó que si se hace parte de una militancia, lo que debe pesar es la posición orgánica, y que si los principios entran en conflicto con esa postura se debe “hacer un paso al costado», advirtió.

Si bien pesó la presión del Presidente a la hora de legislar, y la mayoría optó por la unidad de la alianza gobernante, generó una tensión que deja divisar las trizaduras que se dan en casos de derechos, también llamados valóricos. El también oficialista diputado Virgilio Hernández, expresó que es necesario que la sociedad considere despenalizar el aborto en caso de violación y que el debate no se debe abandonar. Y se preguntó «¿Qué pensará la sociedad frente a que se penalice a las mujeres que han sido violadas y que si después deciden abortar se van presas?».

Hernández planteó que es necesario que la sociedad genere y profundice los debates al respecto, para que se puedan dar los cambios que se requieren con el paso del tiempo

 

Antecedentes de la ley y violaciones

La ley en Ecuador no sanciona el aborto solo en dos casos: Cuando se ha violado una mujer con discapacidad mental, y cuando corre peligro la vida de la madre con el embarazo.

La misma norma establece que la mujer que cause su aborto o permita que otro se lo cause será sancionada con cárcel en penas de entre seis meses y dos años. Ahora se plantea que las penas pueden llegar a cinco años.

Según datos publicados por el medio Anred en una nota relacionada con el tema, el 60% de las mujeres ecuatorianas ha sido violentada sexualmente (6 de 10), y se registran 14 violaciones cada día registradas (la cifra sería mayor), y las mujeres de menos ingresos son las más afectadas.

No hay datos oficiales certeros de cuántas de las mujeres violadas quedan embarazadas, pero se habla de un 16%. Y la tasa de embarazo de niñas y adolescentes en Ecuador es de las más altas de la región, y en lugar de disminuir ha aumentado un 74% en los últimos 10 años, según registros oficiales del Censo del 2010.