Estados Unidos e Irán confirmaron que hubo un intercambio de correspondencia entre el nuevo Presidente iraní y el Presidente Barack Obama. El ministro de Asuntos Exteriores iraní sostuvo que Obama inició el acercamiento para felicitar a Rouhani por su victoria en las elecciones de junio. En una entrevista inusual con la cadena estadounidense de noticias NBC News, Rouhani sostuvo que pensaba que la carta de Obama era “positiva y constructiva”. También prometió que Irán jamás intentará fabricar armas nucleares y dijo estar comprometido con el logro de una solución diplomática.

El Presidente iraní Hassan Rouhani declaró: “Hemos dicho varias veces que de ninguna manera intentaremos fabricar armas de destrucción masiva, como armas nucleares, ni ahora ni nunca. Este gobierno tiene total control y autoridad sobre su programa nuclear. Tenemos suficiente flexibilidad política para resolver este problema. Nosotros no seremos la fuente del problema”.

Líder supremo iraní: “Nadie debería tener armas nucleares”

El líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, sugirió en un discurso televisivo que apoya el nuevo relacionamiento con Estados Unidos, al sostener que la diplomacia iraní debería ser “flexible”. Jamenei también afirmó que Irán no quiere fabricar armas nucleares porque considera que ningún Estado debería tenerlas.

El ayatolá Alí Jamenei declaró: “No queremos armas nucleares, no debido a la presión de Estados Unidos o de otros, sino debido a que creemos que nadie debería tener armas nucleares. Cuando afirmamos que nadie debería tener armas nucleares eso significa: ni ellos, ni nosotros”.

El Presidente iraní Hassan Rouhani y el Presidente Obama hablarán ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York la semana próxima, pero no hay reuniones programadas entre ambos.

Irán libera a prisioneros políticos antes de Asamblea General de la ONU

Antes de la visita de Rouhani a la ONU, el gobierno iraní liberó a varios prisioneros políticos, entre ellos a la destacada abogada de derechos humanos Nasrin Sotoudeh. La abogada cumplía una condena de seis años tras haber representado a otros activistas políticos y haber realizado campaña en contra de la ejecución de prisioneros menores. Ha realizado largas huelgas de hambre durante su tiempo en prisión. Al menos otras siete prisioneras políticas fueron liberadas.