El ex primer ministro italiano afronta a principios de septiembre el veredicto de la Cámara, que debe decidir si le revocan el escaño al haber sido condenado a cuatro años por evasión.

El partido del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), aseguró este sábado que la expulsión de su líder del Senado, tras su reciente condena por fraude fiscal, sería algo «impensable» y «constitucionalmente inaceptable». El secretario político de la formación, Angelino Alfano, hizo estas afirmaciones al término de un encuentro de la cúpula directiva del PDL en la mansión de Arcore, donde todos los pesos pesados cerraron filas una vez más en torno a Il Cavaliere a la hora de definir la estrategia a seguir ante los escollos legales y parlamentarios que éste deberá afrontar a partir de septiembre y que podrían forzar su salida de la política.

Alfano señaló que el PDL se encuentra «unido, compacto y decidido al lado de su presidente Silvio Berlusconi, al que están ligados por vínculos de afecto y de ideas políticas comunes». Subrayó que debe garantizarse «el derecho a la plena representación política e institucional a los millones de personas que votaron por Silvio Berlusconi», así como «el respeto de los compromisos adquiridos por el Ejecutivo» en materia económica, como por ejemplo la abolición del impuesto sobra la primera vivienda.

Sobre estos asuntos, añadió, la formación conservadora se dirigirá «con palabras claras» a las máximas instituciones de la República de Italia, al primer ministro Enrico Letta y a los partidos que integran el Ejecutivo de coalición. Este Gobierno, del que forma parte el propio PDL como segunda fuerza junto con el Partido Democrático (PD) de Letta, parece encontrarse de nuevo en la cuerda floja, ante la incertidumbre por una posible retirada del apoyo de Berlusconi.

En el encuentro de la dirección del PDL estaba previsto que se definiera la línea de actuación del partido de cara al 9 de septiembre, cuando la Junta para las Elecciones del Senado abordará la posibilidad de retirar a Berlusconi su escaño basándose en la llamada ley Severino. Esta norma, que entró en vigor en enero, prohíbe la presencia en el Parlamento de personas con condenas de cárcel definitivas superiores a dos años y prevé, además, que con una sanción de este tipo no se pueda optar a un escaño durante un tiempo no inferior a seis años.

Durante los últimos días han sido numerosas las filtraciones y las hipótesis que han circulado y que han barajado tanto analistas, como medios de comunicación y líderes políticos sobre el camino que seguirá Il Cavaliere.

En el PDL, según esas hipótesis, existirían dos posturas: la del ala más radical, que aboga por romper la experiencia del Gobierno de coalición si el Senado no rechaza la expulsión de Berlusconi, y una línea más moderada, que busca un acuerdo con el PD para ampliar los tiempos de deliberación de la Junta, con la evaluación de la constitucionalidad de la ley Severino. Sin embargo, tras la declaración de hoy de Alfano se interpreta que ha ganado la línea dura, aunque la situación puede variar mucho en los próximos días.