Comunicado de prensa – Foro Internacional Democracia y Cooperación –

Los miembros del Movimiento Global de Derechos Humanos, provenientes de más de 50 países, que participamos en la Conferencia de la SCO Viena+20: «Los Derechos Humanos en Crisis” en Viena (Austria) los días 25 y 26 de junio de 2013, nos reunimos para valorar los avances, identificar los desafíos y fortalecer el compromiso que representa la Declaración y Plan de Acción Viena+20.

Uno de los principales objetivos de la Conferencia será evaluar el desarrollo y realización de los derechos humanos en todas partes del mundo en los últimos 20 años, analizando el estatus actual de los derechos humanos en el mundo y fortaleciendo el movimiento global de derechos humanos con la finalidad estratégica de poder enfrentar los desafíos en la materia.

Entre los principales debates, reflexiones y denuncias que se vienen desarrollando a lo largo del primer día de la Conferencia de la SCO:  Viena+20: «Los Derechos Humanos en Crisis”, podemos mencionar las siguientes:

  • Resulta imperante un nuevo modelo y estructura de ayuda al desarrollo en el que los derechos humanos estén en el centro de este modelo y procesos, teniendo en cuenta que los derechos humanos representan obligaciones no sólo éticas-políticas para los Estados, sino también jurídicas en el marco del sistema de protección internacional de los derechos humanos. Es necesario recordar a los actores internacionales el Principio de Primacía de los derechos humanos. 
  • La agenda de desarrollo Post 2015 debe ser definida de manera central por la SCO y los movimientos sociales y en el centro deberán estar los derechos humanos como eje central. Para ello es indispensable recordar a todos que los movimientos sociales somos actores claves en los procesos de construcción de políticas públicas con enfoque de derechos humanos y para la erradicación de las desigualdades. En este marco, se debe denunciar, además, la peligrosa influencia de actores no estatales – como las Corporaciones Transnacionales y las agencias financieras multilaterales – en la agenda del desarrollo, reafirmando la necesidad y urgencia de que se abra un proceso de debate desde la SCO en torno a este tema, destacando los aspectos centrales que deben situarse en el centro de la agenda del desarrollo y especialmente el papel de de cada actor social para promover, respetar, proteger y asegurar la realización de todos los derechos humanos para todos y todas.
  • Denunciar la xenofobia, el racismo y la criminalización (estigmatización, detención, deportación, etc.) de las personas migrantes y refugiadas por su condición de migrantes provenientes de países del Sur. Es necesario asegurar que las organizaciones y redes sociales de migrantes participen en los mecanismos de monitoreo y supervisión de los derechos humanos y las temáticas sociales que obligan a los Estados a asegurar la perspectiva de derechos humanos en la gestión y planificación de las políticas públicas relacionadas con la migración que las implican. Reconociendo la feminización de la migración.
  • Denunciar el rol del mercado y el de los poderes fácticos que lo instrumentan en su beneficio, por su papel en las violaciones de los derechos de las/los trabajadores migrantes y refugiados. En particular, denunciar la impunidad que existe a nivel global en relación a las violaciones de derechos humanos de personas migrantes, ya sea por las grandes corporaciones que los explotan, por lo Estados que los criminalizan, o por las grandes mafias que se erigen en torno a la trata y el tráfico de personas, especialmente de mujeres y niñas
  • Es necesario subrayar que los derechos humanos de las personas migrantes y los refugiados deben ser promovidos y defendidos desde una perspectiva que evidencie la interseccionalidad de la diversidad de las categorías de desigualdad y discriminación que las afectan.
  • Las organizaciones participantes de la Conferencia de las SCO “VIENA+20 los Derechos Humanos en Crisis” evidenciamos nuestro interés y compromiso de promover un proceso amplio de reflexión para valorar la pertinencia de convocar una III Conferencia de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos para el año 2018. Para ello debemos definir primero los objetivos, justificación, formas y actores que intervendrían en la misma, teniendo muy presente asegurar que ésta se inscriba en el objetivo estratégico de asegurar la supervisión y fortalecimiento del sistema de protección de los derechos humanos. En esta discusión, es decir qué tipo de conferencia queremos, los movimientos sociales y la SCO deberán tener un rol fundamental. Amos debemos evaluar el tipo de llamamiento que queremos realizar, buscando siempre que el proceso y movilización respectivas sea del carácter más amplio posible, de modo que no sólo incluya a las Naciones Unidas y los Estados, sino que asigne un papel fundamental al movimiento social amplio de derechos humanos, activistas y personas defensoras de los mismos. Una dinámica en que, además, se tenga presente que el proceso de materialización de la Conferencia deberá ir acompañado de otros mecanismos y espacios de participación, denuncia e incidencia política en materia de derechos humanos
  • Todos los pueblos indígenas tienen el derecho a la libre determinación y a la consulta previa, libre e informada en torno a los temas que les afectan y que son claves en su agenda política y de desarrollo. Los pueblos indígenas a nivel global ven vulnerados sus derechos de manera sistemática en todo a su derecho a la tierra y territorio, identidad, etc.
  • Es relevante no sólo focalizarnos en los recursos naturales que debemos cuidar y proteger sino también en proteger a las personas que cuidan estos recursos. Un claro ejemplo es la desprotección de las comunidades de pescadores del sur global. Es necesario llamar la atención del rol de estas comunidades que alimentan a las personas del mundo, pero que ven vulnerados sus derechos (derecho a la vivienda, educación, salud, agua, etc.). Es necesario formular y promover políticas públicas que protejan los derechos de los productores a pequeña escala.
  • Evidenciar la importancia que tiene la agricultura campesina para asegurar la alimentación de las personas en todas partes del mundo. La soberanía alimentaria es el eje central de la agenda política del movimiento campesino desde un enfoque de derechos, en el que se pueda asegurar alimentos a todo/as las personas, permitiendo que los actores sociales decidan libremente estos procesos.
  • Es necesario un Convenio de derechos que reconozca los derechos de campesinos y campesinas a nivel de Naciones Unidas. La criminalización de los movimientos sociales de campesino/as y la mercantilización de los recursos naturales y la agricultura denota, que aunque existe un desarrollo normativo que tiene como finalidad proteger los derechos de campesino/as, en un gran número de países no se ha asegurado el real reconocimiento y realización de sus derechos. En este sentido, los estados deben de promover políticas públicas que aseguren los derechos de lo/a campesino/as y la protección de los recursos naturales y no estar al servicio de los intereses económicos contrarios a los derechos humanos.
  • Todos los derechos humanos requieren de recursos legales para asegurar su cumplimiento y no vulneración. Resulta fundamental fortalecer el derecho al acceso a la justicia, a un recurso efectivo, al debido proceso y a la reparación integral a las personas afectadas por vulneraciones de derechos humanos, desde la integralidad de los sistema internacional, regional y nacionales de protección de derechos humanos. Demandamos a los Estados dar cumplimiento a estos derechos y fortalecer los sistemas judiciales y no judiciales de derechos humanos a nivel nacional, regional e internacional. Especialmente, luchando contra la impunidad y la necesaria investigación y sanción de violaciones de derechos humanos por parte de actores privados también.
  • Es necesario contar con mecanismos de quejas y denuncias individuales contra los Estados en el marco de la protección de los derechos humanos y la lucha contra la impunidadEn este sentido, ya contamos con tribunales de derechos humanos a nivel regional en Europa y América Latina, así cómo mecanismos temáticos de supervisión de derechos humanos, no obstante, sigue siendo una demanda del movimiento de derechos humanos contar con un tribunal internacional de derechos humanos.
  • Se pone en valor el trabajo y legitimidad del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, en un primer momento en la lucha contra la impunidad y el fortalecimiento del sistema democrático en el marco de las dictaduras y conflictos armados durante las décadas del 80 y 90 en América Latina. Posteriormente, el sistema interamericano ha incorporado problemáticas claves de los nuevos actores sociales, promoviendo el desarrollo de una “nueva” agenda de los derechos humanos y las necesarias políticas públicas con enfoque de derechos. Esta nueva agenda incorpora la denuncia de la violaciones sistemáticas de los derechos económicos y sociales; derechos humanos de las mujeres y lucha contra la violencia estructural que afecta a la mujeres y niñas; defensa de la tierra, territorio y recursos naturales, entre otros temas.

GT DEL FIDC “VIENA+20”:

  • COMITÉ DE AMÉRICA Y LATINA EL CARIBE PARA LA DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LA MUJER – CLADEM
  • PLATAFORMA INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS DEMOCRACIA Y DESARROLLO – PIDHDD
  • INSTITUTO DE ESTUDIOS POLÍTICOS PARA AMÉRICA LATINA ÁFRICA Y ASIA – IEPALA

Ver informe de seguimiento en la web Democracia y Cooperación…