Parece que el deliberado plan que tenía Noruega de limitar el foco de su conferencia a “las consecuencias catastróficas de una guerra nuclear”, en un intento por asegurar la asistencia de los estados poseedores de armas nucleares que firmaron el Tratado de No Proliferación (conocidos como P5 ya que son las mismas naciones que tienen participación permanente en el Consejo de Seguridad de NU y ejercen el poder de veto en esa dañada institución) no ha logrado más que el boycot de dicho evento.

El P5 han confabulado ante el resto del mundo, consultándose entre sí y se niega como grupo a asistir, según Rose Goettemoeler, el Subsecretario Interino de EE.UU. para el Control de Armas y Seguridad Nacional, que informó a un grupo de ONGs de EE.UU., comenzando la conversación diciendo:

«Quiero hablarles sobre la decisión de EE.UU. de no asistir a la conferencia, quiero que sepan cuál es la razón fundamental porque no hemos tomado esta decisión a la ligera. Se hizo en consulta con el P5. Todos estuvieron de acuerdo en no asistir «.

Argumentando que centrarse en las consecuencias humanitarias de la guerra nuclear era una buena estrategia para las ONG, Goettemoeller insistió en que sería una «distracción» del enfoque «paso a paso» que prefiere el P5.

Pero el tan estimado «paso a paso», lleva a un mundo libre de armas nucleares en un tiempo infinito y nos ha traído aborrecimiento últimamente. El modesto tratado START para el que Obama hizo un acuerdo con los laboratorios nucleares y los comerciantes de armas por $180 mil millones de dólares, con tres nuevas fábricas de bombas, en Los Alamos, Oak Ridge y Kansas City, así como nuevos aviones, submarinos y misiles, para los próximos diez años, contra la entrega de sus cargas nucleares letales.

El antecedente de esto fue el acuerdo que Clinton hizo en 1992 con los laboratorios de armas cuando estaba tratando de ratificar el Tratado de Prohibición de Pruebas Nucleares, donde prometió $ 6 mil millones al año para las pruebas de laboratorio de bombas nucleares nuevas con tecnología de punta y simuladores computacionales junto con las pruebas “sub-críticas” en el sitio de pruebas de Nevada, donde el plutonio es volado con explosivos de gran potencia, pero no produce una reacción en cadena.

A pesar de la promesa formulada en el Tratado de No Proliferación «, de celebrar negociaciones de buena fe sobre medidas eficaces relativas a la cesación de la carrera de armamentos nucleares lo más pronto posible y al desarme nuclear», el arrogante P5 está moderinazando sus arsenales y dando pequeñísimos pasos inconducentes. Todo el tiempo Estados Unidos apunta a la “mayor amenaza”, a un terrorista nuclear que se hace de una bomba o a Corea del Norte o a Irán.

Además, parecen ser sordos o ciegos en el sentido de que la expansión de la OTAN y de misiles balísticos «ofensivos» están abriendo la posibilidad de que el desarme nuclear real se requieren grandes acuerdos entre los EE.UU. y Rusia, que tiene 19.000 de las 20.000 bombas del planeta.

Mientras Goettemoeller dijo que está esperando que se siga avanzando en la reducción de armas nucleares con Rusia, desoye el reciente llamado de Putin a reforzar sus fuerzas armadas debido a la expansión de la OTAN y los misiles estadounidenses instalados en su frontera, caracterizándolo como un discurso grandilocuente que Putin hizo en una reunión con sus generales. Basta recordar lo que sucedió cuando la Unión Soviética instaló misiles en Cuba: casi comenzó una guerra mundial.

La buena noticia sobre lo de Oslo es que asistirán 130 naciones, entre ellas India y Pakistán, dos países con armas nucleares fuera del régimen del TNP. Quizás Asia liderará el camino hacia un tratado negociado para prohibir finalmente la bomba.

‘@nuclearban’