Por Prof. Norberto Ovando *

El país centroamericano, reconocido por su reputación de «destino verde», se
convirtió esta semana en la primera nación del continente en cerrar las puertas a
los amantes de la caza.

El jaguar o yaguareté, la danta o tapir, el caimán y las aves canoras
principalmente, estarán ahora más protegidas en Costa Rica, gracias a una
nueva ley propuesta e impulsada por los propios ciudadanos, que prohíbe la caza
deportiva de cualquier especie.

Esta iniciativa es un precedente histórico que demuestra que es totalmente factible
prohibir la caza comercial y deportiva, así como la posesión de especies silvestres

La nueva Ley de Vida Silvestre es además la primera legislación aprobada por el
mecanismo de la «iniciativa popular», es decir que fue presentada al Congreso no
por diputados, sino por los propios ciudadanos.

La nueva ley sólo permite cazar en casos de subsistencia, investigación científica
y para el control de especies por sobrepoblación, previo estudio e informes
presentados y ser evaluados por Organismos rectores.

La norma fue llevada ante el Legislativo por la Asociación Preservacionista de Flora
y Fauna (Apreflofas) y apoyada por 177.000 mil ciudadanos costarricenses. Esta
es la primera propuesta a través de una iniciativa legislativa popular que llega al
Congreso.

La nueva Ley fue aprobada hace una semana en el segundo y último debate en el
Congreso por votación por mayoría de 42 diputados (de un total de 57) presentes
en la sesión.

Multas y prisión para infractores

Quienes cacen un animal en Costa Rica serán multados con hasta 3.000 dólares y,
dependiendo de la especie, e incluso podrían ser condenados de dos a cuatro meses
de prisión.

La costumbre de tener como mascotas a animales silvestres como aves, iguanas,
monos y mapaches también deberá cambiar con la nueva legislación, que prohíbe
totalmente esta práctica y establece una multa de entre 600 y 1.200 dólares.

Pero la ley va más allá y también sanciona la exportación y el tráfico de cualquier
especie de flora o fauna silvestre, a la vez que crea un Registro Nacional de Vida
Silvestre.

En ese registro los zoológicos y reservas, tanto públicas como privadas, deben
inscribir los especímenes que mantengan en cautiverio, tras presentar un plan de
manejo.

El texto gozó del apoyo de todos los partidos políticos en el Congreso a excepción
del Movimiento Libertario (ML, derecha), que se opone a la prohibición de la caza.

El legislador Claudio Monge, del Partido Acción Ciudadana (PAC, centroizquierda),
opinó que “la cacería deportiva no es otra cosa que una matanza de animales
indefensos, con el único objetivo de divertirse”.

La aprobación de esta Ley, demuestra que realmente existe un modelo de gestión
profundamente respetuoso con la biodiversidad, el cual es igualitario para todos
los seres vivos y relaciona el medio natural con el socioeconómico. Se respetan los
derechos de todos y se fomenta el turismo de naturaleza entre otras actividades
económicas, beneficiando al conjunto de la población y no solo a unos pocos.

Queda mucho camino por recorrer pero la iniciativa ya está en marcha y es
esperanzadora y demostrativa. Anima a la lucha y a la defensa del medio natural y
de las especies en la Región.

Conclusión

La Asociación Amigos de los Parques Nacionales considera que una medida así sería
necesaria en Argentina.

Fuentes Apreflofas / AAPN

* Presidente / Asociación Amigos de los Parques Nacionales – AAPN –
Experto Comisión Mundial de Áreas Protegidas – WCPA – de la UICN-
Red Latinoamericana de Áreas Protegidas – RELAP –