El Banco de Francia prevé que el país entre en recesión a final de año, al augurar una caída del producto interior bruto (PIB) del 0,1 por ciento en el cuarto trimestre, el mismo porcentaje que en el tercero, informó hoy la entidad.

Se trata de la primera estimación de la coyuntura que emite el Banco de Francia y que se produce unos días antes de que lo haga el Instituto Nacional de Estadística (INSEE), el 15 de noviembre.

De confirmarse, sería la primera recesión de la economía francesa desde la crisis de 2009.

En sus últimas previsiones, el INSEE auguraba un estancamiento de la economía francesa en los dos últimos trimestres del año y un crecimiento en el conjunto del ejercicio del 0,2 %, una décima menos que lo que prevé el Gobierno.

En una nota sobre coyuntura, el Banco de Francia informó de una nueva caída en octubre de la producción industrial, «debido principalmente a la persistente bajada de la actividad en el sector del automóvil».

Además, la entidad estima que la cartera de pedidos de la industria francesa está todavía en un nivel «insuficiente» y que las previsiones de los empresarios para noviembre se basan en escenarios de «ligera reducción de la actividad».

En el ámbito de los servicios, el Banco de Francia reconoció que la actividad se redujo también en octubre, aunque el panorama es ligeramente menos pesimista que en el sector de la producción industrial.

Los datos del Banco de Francia se conocen tres días después de que el Gobierno que preside Jean-Marc Ayrault anunciara medidas extraordinarias para recuperar la competitividad de la economía gala, con subidas del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), recorte del gasto público y reducción de la fiscalidad de las empresas para estimular la recuperación.

Esos datos además se conocen después de que esta misma semana la Comisión Europea (CE) pronosticara que la economía francesa crecerá el 0,4 % el próximo año, la mitad de lo vaticinado por el Gobierno, que a priori no sería capaz de cumplir con los compromisos de reducción del déficit público pactados con sus socios.

En sus últimas previsiones económicas, en mayo, Bruselas preveía que el producto interior bruto (PIB) francés creciese hasta un 1,3 % en 2013, estimaciones ahora corregidas a la baja.

A pesar de los datos de Bruselas, el Ejecutivo francés reiteró posteriormente que mantiene sus proyecciones del crecimiento del PIB para 2013 porque, aseguró, las previsiones de la Comisión Europea no han tenido en cuenta el impacto de las medidas anunciadas esta semana por París.

El Gobierno francés pronostica que ese plan le permitirá sumar 0,5 puntos de PIB y crear unos 300.000 empleos.