Por Natasha Pitts

Comenzaron oficialmente el jueves (18), en Oslo, Noruega, los diálogos de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y el Gobierno de este país, con la finalidad de poner un fin, de manera pacífica, al conflicto armado que Colombia enfrenta hace más de medio siglo. Después de la oficialización del proceso por parte del portavoz del gobierno, Humberto de la Calle Lombana, el comandante Iván Márquez, del Secretariado Nacional de las Farc, se manifestó reafirmando el «sueño colectivo de paz” y pidiendo que se prioricen cuestiones como la situación agraria.

El jefe de la delegación de las Farc manifestó que el pueblo colombiano tendrá que ser el protagonista principal de esta búsqueda de paz con justicia social y que llegar hasta ella no depende de un acuerdo entre portavoces de las partes combatientes. «Quien debe trazar la ruta de la solución política es el pueblo y a él mismo le corresponderá establecer los mecanismos que han de refrendar sus aspiraciones”, remarcó.

Iván Márquez reforzó también que, a diferencia de lo que muchos anhelan, los diálogos no van ser «un proceso contra el reloj”, no van generar una «paz express”, una paz que no aborde la solución de los problemas económicos, políticos y sociales que generaron el conflicto. Esto sería una inconsecuencia y equivaldría a sembrar ilusiones en el suelo de Colombia, manifestó, asegurando la necesidad de que se siembre una paz estable y duradera.

Esta paz, defiende, depende de la resolución de situaciones como el desarrollo agrario integral, que debe ser tratado en primer lugar, con miras a debatir y analizar uno de los aspectos centrales del conflicto, ya que el problema de la tierra es una causa histórica de la confrontación de clases en Colombia. La propia guerrilla de las Farc nació como forma de respuesta popular y resistencia a la agresión latifundista.

Actualmente, el 70% de la población colombiana está en la pobreza: 12 millones viven en la indigencia, 6 millones de campesinos fueron desplazados forzadamente de sus tierras y encontraron en las calles su casa y el 50% de la población económicamente activa está desempleada o subempleada.

Además, de los 114 millones de hectáreas existentes en el país, 38 están destinadas a la explotación petrolera, 11 millones a la minería y de las 750 mil hectáreas en explotación forestal se proyecta pasar a 12 millones. La creación extensiva de ganado ocupa 39,2 millones de hectáreas, el área cultivable es de 21,5 millones de hectáreas, pero sólo 4,7 millones están dedicados a la agricultura, cifra considerada sobrepasada, ya que el país importa 10 millones de toneladas de alimentos por año.

«Las fincas de más de 500 hectáreas corresponden al 0.4% de los propietarios que controlan el 61.2% de la superficie agrícola. Se trata de una acumulación por desposesión, cuya más reciente referencia habla de 8 millones de hectáreas arrebatadas a sangre y fuego a través de masacres paramilitares, fosas comunes, desapariciones y desplazamiento forzoso, crímenes de lesa humanidad, acentuados durante los 8 años de gobierno de Uribe, todos ellos componentes del terrorismo de Estado en Colombia”, manifestó el comandante Iván en su discurso.

El portavoz de las Farc alertó que la estrategia gubernamental es usar la tierra para ampliar las explotaciones forestales y las plantaciones orientadas a la producción de agrocombustibles y no a resolver el grave problema alimentario. Consciente de situaciones como estas es que las Farc defienden la restitución de tierras y específicamente aquellas mismas tierras que les fueron arrebatadas a campesinos, indígenas y afrodescendientes, y no de propiedades distantes e infértiles.

Más allá de la cuestión agraria, el discurso de Iván Márquez también recuerda la subscrición de los Tratados de Libre Comercio, considerados uno de los factores que más impactan negativamente sobre la población. El comandante asegura que, sin duda, este tema será abordado en los diálogos. «Pobre Colombia obligada a competir con las trasnacionales con una infraestructura arruinada por la corrupción y la desidia”.

El integrante del Secretariado Nacional de las Farc cerró su discurso agradeciendo a los gobiernos de Noruega, Cuba, Venezuela y Chile por los esfuerzos y convocando a los sectores sociales del país para que llenen de esperanza este intento diplomático de solución del conflicto interno.

Traducción: Daniel Barrantes – barrantes.daniel@gmail.com