La educación siempre estuvo y siempre estará en debate porque todas las políticas sociales son procesos que están siempre desarrollándose, destacó Camila Croso, coordinadora general de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (Clade), que visitó Paraguay. También mencionó: “Lo que está en juego en las escuelas es poder pensar. Este modelo de escuela fábrica y alumnos estandarizados impide el pensamiento”.

Entrevista de  Cinthia López, ABC Color.

Foro por el Derecho a la Educación realizó un conversatorio: “Retos y Perspectivas de la Educación Pública en América Latina y Paraguay”, que se llevó a cabo en el local del Servicio Paz y Justicia-Paraguay (Serpaj-Py) y contó con la presencia especial de la brasileña Camilla Croso, coordinadora general de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (Clade) y presidenta de la Campaña Mundial por la Educación.

–Algunos mencionan la crisis de la educación. Pero, ¿qué es lo que está en juego?

–Hay distintas cuestiones. Una primera es una cuestión de esencia, está en juego el sentido de la educación, entonces cuando nosotros observamos, por ejemplo, políticas de privatización de la educación, observamos que la privatización no es solamente un fenómeno en donde el Estado se retira y avanza el sector privado, sino que también la ideología del sector privado entra dentro de la lógica de los sistemas públicos.

Entonces lo que está en juego es: ¿para dónde queremos ir, para qué la educación? Tenemos como base los tratados de los DD.HH. o tenemos como base, por ejemplo, concepciones cercanas a las instituciones financieras multilaterales que insisten en decir que el único propósito de la educación es la empleabilidad.

–Usted dijo que hay que reconocer que la educación es un mercado.

–No quiero decir para nada que la educación es un mercado, yo digo que es una de las tendencias que tenemos en América Latina y en el mundo, es conservar la educación como un mercado. La lucha de la clave es todo lo contrario, la educación es un derecho humano que tiene como reto la dignificación de la vida, el desarrollo de la ciudadanía, de la paz, pero eso está en juego.

Yo creo que es importante matizar las tendencias. No podemos decir que en toda la América Latina estamos en un proceso de retroceso; no es eso, lo que observamos en América Latina y en el mundo es que tenemos fuerzas que disputan estos sentidos, y realmente hay actores muy poderosos que avanzan en este sentido muy reduccionista de la educación. Yo diría que hay otro tema clave y que tiene que ver con la gestión democrática.

–¿La democratización de las escuelas?

–La democratización de los procesos de toma decisión en el campo educativo. La gestión democrática es un principio y una práctica que tiene que ocurrir desde lo micro al interior de las escuelas hasta lo macro, hasta el desarrollo de las grandes políticas públicas. Este es un tema muy clave porque sentimos que eso sí es un reto enorme en América Latina y en el mundo que puedan existir espacios institucionalizados en donde la ciudadanía y los sujetos de la comunidad educativa puedan estar participando en el debate de la definición de las políticas públicas a nivel macro y a nivel micro. En el interior de la escuela también es fundamental la gestión democrática, que los alumnos, las alumnas, maestros y maestras, todos los trabajadores de educación, también los de apoyo, los padres, las madres, puedan estar participando del sentido de la educación, del proyecto político pedagógico que tiene lugar en esa escuela, eso es un reto enorme.

Sentimos que tenemos mucho que avanzar todavía. ¿Cómo es que se definen esas políticas públicas? Y tiene que ser desde la ciudadanía.

–Una cuestión en debate es saber enseñar, porque los chicos salen de las escuelas y no saben ni leer ni escribir.

–Creo que estábamos hablando de un modelo de escuela fábrica, de alumnos estandarizados, de maestros que realmente no tienen un rol creativo porque más bien utilizan materiales que ya dicen todo lo que tienen que decir y cómo tienen que hacerlo; este modelo de escuela fábrica impide el pensamiento, lo que está en juego acá en las escuelas es poder pensar.

Pero para hacer formación de los docentes y las docentes tenemos que justamente debatir este currículum. ¿Y cómo es que vamos a enseñar? Entonces, de hecho, poder pensar en una escuela en donde el aprendizaje sea central, en donde podamos discutir aprendizajes de contenidos, pero también aprendizajes de posturas, de principios, de éticas de cómo nos manejamos unos con los otros, con el medio ambiente, todos son aprendizajes fundamentales.