Fernando Lugo perdió el viernes pasado la presidencia de Paraguay después de ser
destituido por Congreso y Senado con la argumentación de “mal desempeño en sus
funciones” y salió por la puerta más grande, como dijo, la del corazón de sus compatriotas.

Estos son los acontecimientos detrás de este singular «juicio político».
Sin los llamados “sin tierra” ponen el dedo en la yaga (aquí conviene recordar que este país
tiene la peor cuota de distribución de la tierra del continente, pues solo 500 familiar tienen la
mayor parte de las tierras de uso agrícola).
El punto de inflexión tuvo lugar el pasado día 15 cuando a principios de junio, varias
familias campesinas “sin tierra” ocuparon una hacienda de Curuguaty (a 300 kilómetros de
Asunción), propiedad del famoso empresario Blas N. Riquelme. Entonces, como no podía
ser de otro modo, la Policía acudió al lugar para desalojarlas, pero se encontró con una firme
resistencia de decenas de campesinos.
Media hora después, un tiroteo muy poco esclarecido acabó con la vida de once campesinos
y seis agentes. Políticos, Policía y campesinos se culpan mutuamente de las muertes, según
recogen medios locales.
Después de estos graves sucesos, el aún presidente de Paraguay, destituye al ministro del
Interior, Carlos Filizzola, y al comandante de la Policía, Paulino Rojas, pero no imaginó el
mismo final para él.
Ya sobre sus espaldas pesaban numerosas acusaciones políticas de “mano blanda” ante
las ocupaciones de tierra de los campesinos de la Liga Nacional de Carperos (quienes se
instalan en propiedades privadas mediante tiendas de campaña –carpas-) que, aunque
frecuentes, los incidentes se habían saldado sin muertes hasta ahora. Pero lo ocurrido en
Curuguaty fue el mejor argumento para una oposición que señaló a Lugo como máximo
culpable aludiendo a su tardío y errático intento de imponer autoridad.

Como se sabe, Paraguay es uno de los países con mayor conflicto y falta de políticas
sobre distribución de la tierra, según la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional (USAID).

Los cambios que hizo de Lugo en la cúpula policial y su promesa de confiar la investigación
a una comisión con apoyo de la OEA (Organización de Estados Americanos) no hicieron
más que encender los ánimos políticos. Inusitadamente, su principal aliado, el Partido
Liberal Radical Auténtico le retira su apoyo y el jueves siguiente, la Cámara de Diputados
solicitó un juicio político en el que le acusaban de “mal desempeño de sus funciones”.
Procedimiento que permite el artículo 225 de la Constitución paraguaya.

A la “incompetente gestión” del conflicto campesino añadían otras razones: su autorización
en el año 2009 para una concentración política de jóvenes socialistas financiada por
empresas estatales en un cuartel de las Fuerzas Armadas, fomentar las ocupaciones de
propiedades privadas en la zona de Ñacunday, incapacidad para combatir la inseguridad en diversas zonas del país, y su participación en la firma de un documento para remplazar
al Protocolo de Ushuaia (Carta Democrática de Mercosur), según recoge el diario ABC
Color. Lo cual le hace aparecer como cercano a Chávez, presidente venezolano, y eso es
suficiente como para querer alejarlo.
Este juicio ponía un cierre a una Administración que se ha debatido entre promesas
frustradas por escaso apoyo del Congreso, y demandas de repentinos hijos ilegítimos del
ex obispo, que es Lugo. Quizás algo en lo que el clero local tenga algo que ver… El primer
resultado es el nombramiento del vicepresidente liberal Federico Franco como presidente en
funciones.

El trasfondo de las próximas elecciones
Nótese que la sala bicameral del Congreso declaró culpable a Fernando Lugo tan sólo a
nueve meses del término de su primera legislatura, con 39 votos a favor, cuatro en contra
y dos ausencias. Hay medios locales apuntan a que puede tratarse de una venganza
política de cara a los próximos comicios presidenciales de agosto de 2013. Alegan que
la “sospechosamente rápida” alianza gestión indica un acuerdo entre los Liberales y los
conservadores del Partido Colorado que perseguirían controlar la campaña y asegurarse el
retorno al Gobierno. Un puesto que Lugo arrebató en 2008 a este partido con más de seis
décadas de mandatos colorados.

Tras su destitución, el expresidentes declaró a la venezolana Telesur que el artífice
real de su destitución ha sido Horacio Cartes, candidato del Partido Colorado a próximo
mandatario: “Hay indicios serios y claros de que él está detrás. Sabe que su candidatura no
está prendiendo, no está creciendo”, dijo Lugo.

Bien y ahora, ¿qué pasará?

El depuesto mandatario paraguayo cuenta, sin embargo, con el apoyo de varias naciones
sudamericanas. La primera represalia al nuevo Gobierno de Franco llegó de la mano de
Argentina, que retiró a su embajador en Asunción. Reuters cita al Bloque del ALBA en
conjunto la siguió expresando su «máxima solidaridad» con Lugo y condenando el proceso
como la «nueva forma de golpe de Estado para atacar los procesos de independencia e
integración latinoamericana». Venezuela ha mandado incluso el cese de envíos de petróleo
a Paraguay.
Uno a uno, también Brasil, Uruguay, Colombia, Chile, Perú y México, han llamado a
consultas a sus jefes de misión diplomática en Asunción. Todos citan una «ruptura del orden
democrático» y la poca institucionalidad del juicio, en el que se dio menos de 24 horas al
presidente para preparar la defensa. Inaudito.

La presión sobre el Gobierno de Franco aumentó con la decisión del MERCOSUR de
suspender la participación de Paraguay en su próxima Cumbre. Los intentos oratorios de
Franco para que Sudamérica «comprenda» la situación de Paraguay, muestran que el nuevo
Gobierno está muy preocupado por la reacción de sus vecinos, socios fundamentales para
asegurar la estabilidad económica del país.
El expresidente Lugo ya ha anunciado que acudirá como representante de Paraguay a la
cumbre prevista para los días 28 y 29 en Mendoza (Argentina).

Para mejor comprender lo ocurrido podemos ver este comunicado de prensa del 25 de junio de 2012. Dice:

**Golpe Político Parlamentario en Paraguay**

El Partido Humanista Internacional repudia el golpe de Estado que ha destituido al
Presidente de Paraguay, Fernando Lugo, mediante una parodia de juicio político
realizado en menos de un día, sin presentación de pruebas y sin tiempo para preparar
una defensa.

*“El detonante del golpe de Estado fue la reforma agraria puesta en marcha por el
gobierno de Lugo, mediante la cual comenzaron a entregarse tierras a campesinos
carentes de ellas. Los compañeros humanistas paraguayos explican: “Paraguay es
el país con mayor porcentaje de población rural de la región, en el que una de cada 3
personas vive en situación de pobreza; y donde el 1% de la población posee el 77%
de las tierras. De esta manera se define la estructura de poder del país, la cual ha
empezado a entrar en crisis”*.

Justamente este es el hecho que ha urticado a los poderes feudales de siempre
del continente. Además el PH manifiesta que deplora la persistencia de acciones
inhumanas que no vacilan en causar muertes para imponer políticas y repudia *“la
impunidad con que operan grandes criminales desde los poderes del Estado,
amparando el avance destructivo, social y ambiental, de multinacionales corporativas,
aliadas a grupos latifundistas violentos” que… “han acumulado tanto poder, que ya
cuentan con facultad para cometer crímenes de lesa humanidad dentro de marcos de
legalidad flexibilizados a su antojo”*.

Así las cosas, una serie de sucesos que hacen ver como reflota sin reservas las
fuerzas más reaccionarias de la región y actúan con plena impunidad, queda por ver
si la comunidad internacional lo permite. Y como se manifiesta la población misma en
próximas elecciones.