No tiene aulas, ni profesores, ni programa académico. Sus talleres, con duración de dos a tres
días, se desarrollan en círculos en los que todos son educadores y educados, todos son portadores
de conocimiento y saber. En la UPMS no hay movimientos sociales más importantes y no hay
movimiento social que no tenga importancia. Todos son claves y aportan lo suyo en el proceso de
construcción de otro mundo posible. Movimientos de indígenas, feministas, jóvenes, sindicalistas y
demás, se encuentran en ella sin jerarquía de participación.

La Universidad Popular de Movimientos Sociales es una iniciativa en la que no se forman cuadros.
Es un espacio de convergencia que funciona con dos políticas centrales:

– que los movimientos conversen entre ellos y, en ese diálogo, complementen agendas y
avancen. La premisa de base de esta política es que la fragmentación de los movimientos
y su tendencia a observr su propia problemática sectorial, olvidándose de analizar y
comprender el contexto más amplio que da origen a esa problemática, los debilita.

– que el conocimiento científico y el conocimiento práctico del activismo se acerquen,
dialogen y se enriquezcan mutuamente. Se trata de ocupar la universidad desde los
movimientos sociales, bajo la premisa de que el saber científico y el saber popular, no
pueden estar distanciados.

La UPMS ha construido a lo largo de estos años una Declaración de Principios. Compartirlos es
la única condición para incluirse en ella. Su metodología es simple: talleres de dos a tres días y
sistematización de esa actividad, para compartirla con otros.

Más información: [www.universidadpopular.org](www.universidadpopular.org)